Sucker for you. ‹𝟹 Sungsun

05

— Y pues así Yandi me rechazó, la muy arrogante se fue con Jong-

Jake dejó su relato a medio terminar ya que notó que Sunghoon no le prestaba ni la más mínima atención. Rodó los ojos con fastidio y dirigió su mirada hacia dónde su amigo miraba perfectamente.

— ¡Ah! ¿Es en serio, Sunghoon? —intentó no exasperarse— Ya son tres días que no dejas de ver como idiota al chico nuevo de tu facultad.

El rubio pareció no escuchar, pues sus orbes estaban analizando cada dulce detalle de las facciones de Sunoo. Las clases ese día habían culminado y el pelinegro estaba conversando animadamente con Jungwon fuera del establecimiento. Vió a la perfección como aquellos ojos formaban finas y algo curvadas líneas a la par que sus labios se separaban y se denotaban sus pequeños dientes y rosadas encías.

«Mierda. Su sonrisa es preciosa.»

— ¡Sunghoon! —el grito de Jake fue suficiente para sacarlo de su estado de trance.

— ¿Por qué me gritas? —frunció el entrecejo.

— No lo sé, será tal vez porque no me estás escuchando y te la pasas mirando todo el tiempo al chico de anteojos. —replicó con puro sarcasmo.— ¿Qué no querías pasar tiempo con tu mejor amigo?

— ¿Yo mirarlo? Tss por favor, Jake, eso no es cierto.

Shim rodó los ojos— Sí, claro y yo soy muy bueno en Química —suspiró— Por Dios, hace tres días que lo miras como si va a desaparecer. ¿Acaso te gusta?

— ¿Gustarme? —Sunghoon bufó indignado. ¿Por qué estaban creyendo eso?— Estás delirando. No, no. No puede gustarme.

— ¿Por qué no? —Jake decidió desafiarlo, ver la mirada titubeante y sus manos nerviosas le estaban dando una idea de todo aquello.— Ahora que lo veo... es muy lindo.

— Simplemente no. —decretó tratando de verse seguro

— Es una pena por ti entonces. Yo veré qué consigo al acercarme.

— ¿Qué? ¿De qué hablas? ¡Espera, Shim! ¡No! —gritó tratando de no ponerse nervioso al ver como su querido mejor amigo estaba acercándose a Sunoo y Jungwon.

— Hey, hola... Yang Jungwon. ¿No es así?

El peliazul lo reconoció al instante. Era el mejor amigo de Sunghoon y pues claro que otro chico más en la lista de los populares.

— Uh, sí. —contestó un tanto inseguro.

— Un gusto, yo soy Jake Shim. —extendió su mano a modo de presentación y Yang le correspondió segundos después.

El pelinaranja fingió ignorancia al ver al más pequeño, la razón por la cual su mejor amigo andaba medio descolocado esos días.— Oh. ¿Tú eres el nuevo estudiante de la facultad de Administración?

— Sí. —respondió seco y cortante.

— ¿Cuál es tu nombre? —inquirió tratando de ser amable.

Sunghoon decidió acercarse justo en ese instante, su mirada fue a parar hacia el chico pálido.

— Sunoo, Kim Sunoo. —aclaró mejor.

— Un gusto, Sunoo-ah. De seguro ya has escuchado mi nombre. —abrió nuevamente su mano mostrando la palma y fue correspondido de igual forma.— Y de seguro que ya lo conoces a él también. —habló indicando al rubio.

Sunghoon se arrepintió por haber ido tras Jake.

— Eh, sí, es amigo de Jungwon. —asintió levemente y Sunghoon volvió a perderse al verlo con detención.

— Wow. ¡Entonces todo es mejor! —dijo con altos ánimos.— De alguna u otra manera nos relacionamos por nuestras amistades.

— Al parecer sí, tienes razón. —habló ésta vez Jungwon sintiéndose más relajado. Aunque lo que si le preocupaba era la rara actitud de Sunghoon desde hace días.

— Bueno, tal vez parezca atrevido o cualquier cosa parecida, pero me encantaría que saliéramos los cuatro este sábado. ¿Qué les parece?

— ¿Salir todos? —Jake asintió efusivamente.

— Yo, creo...., uh, suena bien pero no lo sé. Apenas tengo una semana de estar en Seúl, no sé si sea prudente. —comentó Sunoo en voz baja.

— ¿No eres de Seúl?

— Vengo de Suwon.

— ¡Qué lindo! —agudizó su voz.— Pero Sunoo, claro que es una buena idea. Nosotros podemos llevarte a conocer los lugares más concurridos y estupendos por aquí.

— No quiero interferir, Sun, pero puedes pensarlo si gustas. Será divertido —habló el peliazul para luego sonreírle, animándolo.

— De acuerdo, me apunto.

— ¡Bien! ¡Gracias a ambos! —sonrió ampliamente.— No van ha arrepentirse. ¿Cierto Sunghoon?

— ¿Uh? Sí, sí.

— ¿Park te encuentras bien? —cuestionó Jungwon dudoso mientras Jake sonreía con total burla.

El mencionado movió su cabeza un par de veces. Otra vez no escuchó para nada la conversación frente a él.

— Tal vez sería bueno que vaya a una clínica. Aunque ahora ya no tiene fiebre. —dijo Sunoo observándolo atentamente, con inocencia.

— ¿Tú crees? —cuestionó Shim con una gran sonrisa.— ¿Será que está enfermo?

— Y luego me niega de lo que yo sí estoy seguro. —Jungwon rodó los ojos.

Sunoo se acercó hasta estar al frente de Sunghoon, llevó su delgada mano a la mejilla del rubio para luego colocarla sobre su frente.

— Confirmado, no tienes fiebre. —habló tan suave y acompasado que Sunghoon sintió algo extraño en su abdomen, como las estúpidas y feas mariposas de las que narraba su madre en los cuentos cursis, llenos de paz y amor tipo hippies.

No, no podía ser nada relacionado a ello. De seguro algo que comió le cayó mal. Sí, eso era. Eso quería asegurarse Park ciegamente.

Sunghoon hizo contacto visual con el pelinegro, más luego, casi al instante, desvío su mirada con total rapidez. La cercanía lo estaba matando lentamente, lo ponía ansioso y ni siquiera sabía porqué. El rostro chiquito de Sunoo se veía mucho mejor estando a unos centímetros de distancia. ¿Por qué estaba sintiéndose así otra vez? Sintió que pudo volver a respirar cuándo Sunoo se alejó de él y se acomodó al lado de Jungwon.

— Ahora parece que sí tiene fiebre. —Jake
comentó con ironía.

Sunghoon quiso golpearse fuertemente con un ladrillo en la cabeza. Sus mejillas estaban levemente calientes y los tres chicos lo miraban con atención, un par con más burla que el otro.

«Tonto, tonto. Park Sunghoon, ese chico te está convirtiendo en un tonto» —se reprochó mentalmente.