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—Okey, como lo practicamos, una más. —dijo Jay luego de colocarse otra vez los audífonos, tocando una máquina que Sunghoon no conocía ni en lo más mínimo.

—Uh, pero. ¿Está saliendo bien? —titubeó al preguntar.— Realmente quiero que todo salga perfecto.

—La letra que escribiste es sincera, ligera y linda. De hecho, me sorprende que hayas escrito esto para Sunoo. —bromeó, haciendo que el ambiente se sintiera menos tenso.— Además, dijiste que ambos están a un buen nivel de inglés y la canción da a un tono mucho mejor en ese idioma.

—Gracias por la ayuda, Jay. —lo miró cálidamente.— Sin duda alguna, tengo amigos increíbles.

—Ya hombre, sabes que puedes contar con nosotros para lo que sea. —le sonrió brevemente, pero aun así mostrando sus hoyuelos de manera marcada.— Bien, vamos otra vez, sé que puedes hacerlo mucho mejor.

—Así será. —se animó el rubio, entrando al pequeño cuarto y acercándose de manera correcta al micrófono.

Conforme a sus prácticas, los días fueron pasando uno tras otro. A veces Sunghoon era tan predecible con sus acciones que más de una vez Sunoo estuvo dudando de su raro comportamiento.

—Jungwon me avisó que harán una feria con alusión al Arte en todas sus manifestaciones. Faltan solo tres días. ¿Te imaginas? Muero por verla. —comentó Kim. Deteniendo brevemente su hablar al ver que Park se veía demasiado rígido y tenso cuando mencionó aquello.— Sunghoonie. ¿Estás bien? —prosiguió, acomodándose mejor en el pasto y sentándose en forma de flor de loto.

—¿Quién, yo? —se señaló para luego imitar al pálido.— Pf, claro que sí, todo está más que bien. ¿Por qué la pregunta?

—Uhm, no lo sé. —se encogió de hombros.— Es solo que te noto algo extraño. ¿Seguro que no tienes ningún problema? —tomó su mano de manera delicada.— Sabes que puedes confiar en mí.

—Ah, no, no es nada, Sunsun. No te preocupes por mí, quizás son las tareas que recién ahora he comenzado a darles importancia.

El pelinegro sonrió, amaba la franqueza de Sunghoon para ciertas cosas.

—¡Acabo de recordar que quedé con Riki para un trabajo! —alzó la voz, fingiendo darle mucha importancia.

—¿Ustedes, trabajo? Pero ni siquiera comparten clases, no entiendo. —frunció levemente el ceño, no queriendo decepcionarse de Sunghoon por intentar mentirle.

—Agh, bueno, no exactamente es eso, pero sí, uh... no lo entenderías. —sacudió su cabellera y luego se acercó al rostro de Sunoo para dejarle un corto beso en los labios.— Bueno, ya tengo que irme, se hará muy tarde. ¡Te veo luego! —gritó lo último mientras corría con prisa hacia una de las aulas vacías.

Sunghoon no sabía cómo iba a seguir soportando todo aquello.

Ocultar algo tan grande y especial que tenía que ver con Sunoo, era realmente complicado.

—Hasta que llegas. —exclamó Jungwon.

—Yo no sé qué hago aquí si ya hice mi parte del plan. —comentó Jake, quién estaba recostado en la pared.

—De hecho solo hiciste un 50%, el día penoso no ha llegado aún. —se encogió de hombros el castaño.

—Nishimura. —le advirtió Sunghoon con una mirada poco amigable.

—Ya, vamos a mi estudio. Ahí siguen hablando. —aplaudió Jay, para luego ser el primero en salir del salón y ser rápidamente seguido por los otros cuatro chicos.

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Sunoo dio un largo suspiro, otra vez en la misma semana, Sunghoon no había ido a la cita en la que supuestamente ambos habían acordado que sí podían ir con ningún percance de por medio.

—Debe de estar demasiado metido en sus tareas. —murmuró para sí mismo, guardando su celular en el bolsillo del pantalón para volver a adentrarse al apartamento.

El pelinegro no iba a negar que se sentía un poco desanimado y, es que en casi las últimas semanas, Sunghoon había estado un tanto diferente y no fue difícil el notarlo.

Dando otro suspiro más, se quitó las zapatillas y se lanzó a la suave cama, recibiendo en su abdomen al pequeño Maeumi para darle mimos con ambas manos.

La inseguridad fue desde siempre, su mayor enemiga. Y ahora tan solo esperaba que nada de las probabilidades que pasaban por su cabeza fueran ciertas. Trataba de negarse abruptamente, habían pasado por muchas cosas en un largo tiempo que no podía darse el beneficio de la duda así de repente.

—No, no. Quizás solo está cansado. —trató de afirmar en un susurro, viendo fijamente al cachorro que ahora dormitaba tranquilamente en su pecho.— Tan solo espero que no se olvide de la feria de mañana. —resopló.

Sunoo estaba tan ansioso por conocer las presentaciones y exposiciones del día de mañana que le insistió a Sunghoon el ir juntos a verlas. Era la primera vez que asistiría a una feria como esa, por lo que la curiosidad y la ansiedad eran mucho más grandes que cualquier otra cosa. Su corazón depositaba mucha fe en que Park no se iba a olvidar del encuentro que acordaron.

Estuvo a punto de cerrar los ojos producto del leve cansancio y el silencio cómodo, hasta que sintió la vibración de su móvil, notificando un nuevo mensaje.

Wonnie
Me temo que mañana no podré estar contigo ni en las clases, Sun.

¿Qué? ¿Por qué? :c

Wonnie
Es por lo de la feria, el querido director me hizo organizador principal y ya que es mañana estaré muy pero muy ocupado ;_;

Oh, entiendo. Tienes razón, después de todo fuiste tú quién le dio la grandiosa idea u.u

Wonnie
Yah~ no te burles >:c

¡No es burla! Lo digo en serio :c
Pero oye, ¿Cómo así te animaste a decirle sobre una feria?

Wonnie
Porque es una buena forma de ganar puntos extras, duh. Pero bueno, ya me voy jsksjsk
Sólo quería avisarte aquello.

Ok, no hay problema. Nos vemos luego ^^

Sunoo apagó el celular y volvió a acomodarse. Dándose miles de pensamientos positivos con que el día de mañana iba a estar tan bien como los otros días.

Después de todo, no había porqué haber algún cambio.

O eso esperaba.

Sucker for you. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora