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El profesor de Lenguaje se había retirado del aula minutos antes de que la campana sonara, por lo que Sunoo aún con una duda permanente en su cabeza, decidió hablarle a Jungwon sobre cierto tema o mejor dicho, sobre cierta persona...

— Won, quiero preguntarte sobre, uhm, algo. —dijo con la mirada fija en el peliazul.

— Sí, claro. Dime. —le incitó a seguir mientras remarcaba con el lápiz un pequeño dibujo que había hecho en clase.

— Tú conoces a Sunghoon hace mucho tiempo. ¿Verdad?

— Uhm, digamos que no es mucho tiempo, pero te puedo asegurar que fue lo suficiente para conocerlo totalmente. —dejó el lápiz en la carpeta y miró a Sunoo.— Suelo ser muy observador y analizo cada cosa posible de los demás sin que puedan notarlo.

— Entonces, tú... ¿Podrías decirme cómo es exactamente Sunghoon?

Jungwon frunció levemente el ceño ante lo escuchado. Y antes de preguntarle la razón por la que cuestionó aquello, una tercera voz hizo acto de presencia entre ambos.

— ¿Y tú por qué preguntas algo sobre Sunghoon-oppa? —el peliazul rodó los ojos al percatar quien era.

— Wonyoung. ¿Algún día podrás dejar de ser tan entrometida? —le reprochó con seriedad en su mirada.

— ¿Acaso tengo prohibido hablar sobre él? —preguntó Sunoo a la defensiva, ignorando las ganas que tenía Jungwon para sacar a la castaña de su conversación.

— Tú no puedes hablar de Sunghoon-oppa porque simplemente no le llegas ni a la punta de los talones.

Sunoo sonrió con burla, empezaba a creer que esa chica era muy infantil y tonta. ¿Qué clase de fundamento era ese?

— Aún no comprendo porqué es que pudo traerte en su motocicleta. ¡Nunca lo había visto traer a alguien más! —chilló con claramente celos y mucha envidia.

— No es tu problema si me trajo o no y, para que sepas, fue él quien se ofreció a hacerlo. —contestó harto de la actitud de Wonyoung.

— Entonces de seguro está jugando contigo o tratando de cumplir una apuesta. —sonrió burlesca.— ¡Debí imaginarlo! Park Sunghoon nunca se fijaría en alguien como tú. Sólo se divierte con los sentimientos de los demás, no le importa nada más.

Sunoo no esperaba escuchar aquello y entonces al comprender cada palabra, quiso arremeter. Sin embargo, algo hizo clic en su cabeza...

— ¿Eso es verdad? —su confundida mirada fue a detenerse en Jungwon, quien claramente decidió callar.

— Claro que sí. —volvió a hablar Wonyoung cruzándose de brazos.— No conoces ni la mitad de lo que Sunghoon-oppa es en realidad. Si no me crees puedes preguntarle a cualquier otra persona de esta universidad, te aseguro que te dirán absolutamente lo mismo.

La campana resonó y todos empezaron a tomar sus mochilas para dirigirse a su siguiente clase. Sunoo se despidió brevemente de Jungwon porque no compartirían salón hasta las otras dos próximas horas.

— Hey, tú. —el pelinegro se detuvo y notó que Wonyoung se acercó a él.— Mi único consejo es que si quieres abstenerte de cualquier problema o decepción, lo mejor es que te alejes de Sunghoon. Él no es el indicado para ti y hazme el favor de permitir que personas como yo, que son capaces de soportar cualquier cosa por su completa atención, seamos quienes estén a su lado. —sonrió brevemente para luego salir del salón con lentitud.

Todas esas palabras fueron recepcionadas en la cabeza de Sunoo, por lo que algo confundido por la declaración, decidió caminar apresuradamente hacia su respectiva aula. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no tuvo momento de reaccionar correctamente cuando chocó contra alguien. Alzó rápidamente su mirada y se topó con los ojos profundamente negros de Ni-ki.

— Hey Sunoo, hola. —sonrió ampliamente mientras cerraba el pequeño libro que tenía en sus manos.

— Uh, hola Ni-ki.

— ¿Vamos al aula? —propuso.— Hoy nos toca clase juntos.

El pelinegro terminó por asentir y juntos se dirigieron al dichoso lugar. Ni-ki hacía algunas preguntas de por medio con total amabilidad, por lo que Sunoo trataba de contestar aunque sea mínimamente, ya que su cabeza estaba divagando en lo que anteriormente Wonyoung le había dicho. Cuando justamente tomaron asiento juntos, el profesor Wang entró al salón con la enérgica actitud que lo caracterizaba. Sunoo intentó concentrarse en el nuevo tema de la clase por lo menos hasta que terminara. Ya después podría consultar o indagar más sobre Sunghoon y sus intenciones.

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— Bueno jóvenes, eso ha sido todo por esta vez. —avisó el profesor mientras tomaba entre sus manos los folders con la información que había pedido como tarea la clase anterior.

"Si no me crees puedes preguntarle a cualquier otra persona de esta universidad, te aseguro que te dirán absolutamente lo mismo."

— Ni-ki. —le tocó el brazo un par de veces hasta que el mencionado lo observó para prestarle total atención.— ¿Te acuerdas aquella vez que me contaste algo sobre Sunghoon?

— Sí, claro.

— Bueno. ¿Cómo es que afirmas o dices saber de él?

Ni-ki esbozó una pequeña sonrisa que Sunoo no pudo entender

— Fue mi mejor amigo. —vió el rostro asombrado del pelinegro por lo que decidió seguir hablando:— Mi familia y la suya son muy unidas desde hace mucho tiempo, desde antes de que naciéramos. Siempre fuimos muy apegados y el cariño entre nosotros podía notarse a kilómetros de distancia.

— ¿Por qué se separaron? Uh, es decir, yo no suelo verlos juntos ahora. Disculpa si soy muy entrometido. —confesó apenado.

— No te preocupes. —le sonrió de forma tranquilizadora.— La razón de esto fue que Sunghoon comenzó a cambiar. Su noble y tranquila actitud dió paso a una más atrevida y rebelde. Comenzó a juntarse con tipos un par de grados mayor a nosotros y tomó en cuenta nuevos hábitos. La llegada de la adolescencia, las fiestas por doquier. Su parte favorita era... Romper los corazones ilusionados de cuanta persona quisiera.

Sunoo parpadeó incrédulo un par de veces y no bastó tantos segundos para que confirmara que todo cabía a la perfección. Park Sunghoon era un chico más de aquellos que se divertían con los sentimientos ajenos. ¿Cómo podía ser amigo de alguien como él?

— Eso no me gustó para nada, por lo que traté de hacerle ver que el rechazo a alguien era muy cruel. Y como lo deduje, no me hizo caso. Por lo que chocamos en cuanto nuestra distintas maneras de pensar y terminé por alejarme de él.

» Obviamente nuestras familias no lo saben, y es por ellos que coincidimos en casi los mismos eventos sociales y hasta estudiamos en la misma universidad. —encogió sus hombros restándole importancia.

» Te digo todo esto porque a Sunghoon no le interesa nada de lo que los demás digan sobre él. Y puedes estar seguro de que todo lo que te digo es solo la verdad. Él ni siquiera ha tenido una novia formal o siquiera oficial, simplemente las relaciones amorosas no van con él.

El pelinegro no dijo nada, todo lo narrado por Ni-ki había sido más que suficiente. No podía creer que había establecido una amistad con un chico como Sunghoon.

El castaño observó cada gesto de Sunoo y supo que contarle todo lo referido al rubio, había sido lo correcto.

Él mismo vió el momento exacto en el que Sunghoon llegaba junto a Sunoo en su motocicleta.

Tal vez se le había escapado un pedazo de información...

Y es que, desde que Park Sunghoon tuvo en su control aquella lujosa y especial motocicleta, jamás en todo ese tiempo había llevado a alguien más con él.

Ni-ki decidió omitir aquello, estaba seguro que Sunghoon sólo quería jugar con el pelinegro. Y él no podía permitir que alguien tan precioso, inteligente y adorable cómo Sunoo cayera en los típicos encantos de su ex mejor amigo para que lo hiriera. Por supuesto que no iba a permitirlo.

Sucker for you. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora