31

2.2K 284 85
                                    

— ¿D-de qué hablas? —logró pronunciar Sunoo.

— ¡De que Sunghoon no tiene la culpa de lo que pasó! —alzó la voz el peliazul.— ¡Riki, dilo ya!

— Pero primero tengo que salir. —se quejó el pelinegro, no aguantaba estar unos minutos más ahí con Park, su corazón latía demasiado rápido y los nervios estaban a flor de piel.

— Sé que puede ser incómodo, pero quiero aclararlo con ustedes juntos.

— Pero esta no es la mejor manera. —respondió Sunghoon, con voz neutra y segura. Por un momento, creyó que sería una gran oportunidad para poder conversar con el pelinegro, pero al verlo distante y totalmente incómodo, supo que quizás su presencia era desagradable para Sunoo.

— Ya cállense ambos, por favor. —pidió Jungwon mientras recostaba su espalda en aquella puerta. Para él estaba más que claro que no los dejaría salir hasta que arreglen todo ese enrollo innecesario entre ambos.

— Sunoo, yo solo quería decirte que nada de lo que tú viste esa mañana fue a causa de Sunghoon.

— ¿Esa mañana? —el pelinegro frunció el entrecejo.— ¿De qué hablas exactamente?

— Aquel en donde viste a Wonyoung besando a Sunghoon.

Sunoo enmudeció sorprendido y el rubio tampoco se quedó atrás. ¿En verdad Nishimura iba a cumplir con lo que dijo?

Rápidamente sus ojos fueron a analizar todas y cada una de las facciones del pelinegro, anhelando que este por fin pudiera creerle.

— Y si te preguntas de cómo es que lo sé. Pues es tan simple y quizás decepcionante para ti... —Riki sonrió apenado, siendo únicamente observado por el peliazul que estaba a su costado.— ... Pero es que todo esto fue a causa mía. Nadie más que yo tuvo la culpa de lo que pasó aquella vez.

— ¿Qué? No te entiendo nada. Riki no estoy para tus juegos y Jungwon, eso también va para ti. —alzó la voz Sunoo al reprocharles por la conversación.

— No, Sun. —dijo el rubio, evitando no entrar en pánico por la actitud de Kim.— Por favor, escucha lo que te va a decir Riki, por favor. —suavizó su voz ante la última frase.

El pelinegro sintió como sus manos fueron delicadamente tomadas por las de Sunghoon, ambos mirándose fijamente. Con aquel brillo especial reluciendo el sincero amor que se tenían.

— Y lo lamento en verdad. —prosiguió el castaño.— Yo fui quien le dio la idea a Wonyoung para que besara a Park. Ella está casi obsesionada con él y no se negó.

— Yo también soy consciente del cambio de Sunghoon. —la voz de Jungwon se hizo presente.— Y ya te lo dije aquella tarde en tu apartamento. Las personas más cercanas a él nos hemos dado cuenta. Es tan tonto cuando se trata de ti. —canturreó como si lo que dijo fuera lo más obvio.

Sunoo sonrió tímidamente, haciendo de sus ojitos dos finas líneas curvadas a la vez que mostraba su rosada y tierna encía. El rubio sentía que su cuerpo no podía soportar tanta dulzura, su chico era simple y llanamente hermoso.

Ambos bajaron las miradas, uno más apenado que el otro. Sin siquiera soltarse de las manos.

— Yo también lo entendí y es por eso mismo que me di cuenta que había cometido un error. —aclaró Riki esta vez.— Aquel beso fue contra su voluntad y no pienses en lo que dijo Wonyoung, como te lo dije, ella está loca y sería capaz de hacer cualquier cosa como lo que yo se lo propuse.

— Así que tienen mucho tiempo para poder conversar sobre esto, estaremos pendientes. —finalizó Jungwon, colocando su mano en la boca del castaño.— Cuando salgan, si es necesario se lo dices todo con exactitud. —susurró el peliazul para alejar a Riki de la puerta.

Sucker for you. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora