Desde esa tarde en que Qiren fingió creer en Ruohan, se comportaba aparentemente más comprensivo. Esa misma noche, Ruohan regresó tenso y rabioso. Cuando preguntó, el alfa mayor solo le dijo que su segundo Consorte, Meng Yao, cometió un error, así que planeaba degradarlo. No le comentaba nada más, luego se retenía para asegurarle que haría un traspaso pacífico del poder hacia Wen Ning y que pronto, ambos marcharían al exilio. Qiren solo asentía y, a la demanda de besos, respondía como cuando era adolescente.
Luego, Ruohan le pedía que tocara una canción sanadora, Qiren tocaba su gukin, pero no podía realmente ayudarlo, pues su núcleo continuaba sellado. Sin embargo, Ruohan meditaba mientras escuchaba esa canción, obteniendo cierta paz de ello. Al día siguiente, el alfa se despertó temprano y se marchó.
Al fin, esa misma tarde, Meng Yao ingresó a su habitación. Se acercó a él y se indignó de lo que vio: El joven omega apartaba la mirada, sus hombros lucían decaídos, tenía un parche en la mejilla, lucía tembloroso y lloroso. Se acercó a él.
—¿Wen Ruohan te lastimó? —Cuestionó indignado. Ningún caballero debería de lastimar a su consorte.
—Gran maestro Qiren...
Meng Yao sacó de entre sus túnicas un amuleto silenciador y lo activó. Por suerte, aún no se había filtrado entre los sirvientes y discípulos que estaba a punto de caer de la gracia de Wen Ruohan.
—Necesito su ayuda para una parte de nuestro plan. Como puede darse cuenta ya no gozo del favor del líder Wen.
Qiren asintió. Comprendía la situación del joven. Realmente, en este tiempo, se había ganado su admiración por su valentía e inteligencia. Por otro lado, lamentó haberse interpuesto en la relación del joven con su sobrino. La cuna no definía el carácter de las personas. Meng Yao provenía de estrato bajo, pero demostró una gran lealtad hacia Xichen, arriesgándose a morir por él.
—Dime antes, por favor ¿Dónde está la gente de mi secta? —Preguntó con cierta urgencia en su voz.
—Lo lograron, sus sobrinos lograron salvarlos. Ahora están todos en Torre de Koi. —Respondió Meng Yao con un tonillo de orgullo. Qiren previno que ese sentimiento iba dirigido a Xichen.
Aun así, Qiren estaba aliviado de saberlo, suspiró.
—¿Es cierto que Xichen tiene un cachorro? —Preguntó al instante. Ese era el segundo tema que temía.
—Lo es. El líder Jiang lo parió hace poco. Pero, Xichen me informó que el niño está a salvo en Torre de Koir.
Aquella información relajó a Qiren. Su sobrino-nieto estaba a salvo con su padre. No podía desear algo mejor. Los detalles de s reconocimiento serían resueltos cuando la guerra terminase. No preguntó más, porque no tenían demasiado tiempo. Y debía de retribuir la ayuda de ese joven.
—Dime sobre tu plan.
—Es para rescatar a Mingjue y a Huaisang. Sus vidas corren riesgo ahora que no tengo el favor del líder Wen. —Mencionó Meng Yao, preocupado. Su voz bajó casi a susurros. — Pero, Gran maestro Lan, también he descubierto algo que definitivamente a usted le importa. Es de su pasado, sobre Cangse Sanren.
Le tendió unos papeles que parecían tener muchos años. La mano de Qiren tembló, pero luego los tomó con fuerza. Ante todo, siempre era mejor la verdad.
—Destrúyalos cuando los lea. —Advirtió el omega. —La última hoja contiene los detalles de mi plan y la ayuda que necesito de usted. Confío en usted, Gran Maestro Qiren.
Meng Yao se retiró. Una vez afuera, esbozó una sonrisa en su rostro. Había plantado una semilla. Lan Qiren era alguien sacrificado y piadoso, pero aquello ni siquiera él lo toleraría. De esa manera, el gran Maestro Lan se convertiría en su aliado contra Wen Ruohan. Todos tenían algo que no podían perdonar y Wen Ruohan traspasó esos límites de Lan Qiren hace muchos años y repetidas veces. Era momento de que Ruohan pagara por todo.
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Betrayal Love
FanfictionLuego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...