Betrayal Love

Capítulo 11: Deshonra

Las relaciones entre alfas y omegas podían parecer simples: el alfa sometiendo al omega, pero no resultaban así. Cuando ambos se encontraban en una relación íntima, eran los instintos, los espíritus animales quienes controlaban el cuerpo de la persona. Y en medio de esta, un alfa podía rechazar a un omega o un omega podía rechazar al otro. Aunque su cuerpo pedía sexo intensamente, cada persona era compatible con otra en grados, la compatibilidad perfecta era entre los destinados. Por eso, Madam Jin los había mandado a seguir y estudiar durante días, para saber qué tan bueno era el trato entre ambos, verificando si una vez el celo les atacase, ambos terminarían cayendo con facilidad. Aunque, el celo natural era muy diferente al creado por sustancias, el celo creado podía ser peligroso para la salud de cualquiera si no se aplicaba con efectividad y era más difícil de controlar y evitar.

En ese instante Jiang Cheng amaba a Xichen, su parte racional permanecía dormida así que no entendía de pudor, costumbres o deberes. Por lo que esa parte instintiva se entregó a su alfa con afecto. El alfa fue consciente de aquello, su corazón latió más acelerado, aceptando a esa joven criatura que tenía en sus brazos como su omega a quien debía de proteger y amar. Ambos se reconocieron como destinados, sus animales internos se regodearon de gusto por abrazarse a su destinado.

Xichen acunó el rostro de su pareja para volver a besarlo. Ambos eran realmente inexpertos, ninguno había dado un beso antes siquiera, pero el instinto de alfa guío a Xichen. Suavemente ingresó su lengua entre los labios del menor. Sintió las manos del omega aferrarse a su túnica temblorosamente. Así que se acercó a su oído y le susurró "No temas, mi hermoso omega". Escuchó un gratificante ronroneo provenir de Jiang Cheng. Así que acarició sus mejillas y luego bajó sus dedos, deslizándose suavemente por el cuello del menor.

En ese instante, cuando se disponía a terminar de desnudar a su omega, sintió la presencia de un alfa. Su instinto dominante y territorial se activó de inmediato. Se separó de su pareja y se giró cuidando de cubrirlo con su cuerpo. Era su hermanito junto a tres discípulos más. Lan Zhan tenía los ojos abiertos al completo. Sin embargo, Xichen no podía verlo como su hermanito, sino como otro alfa que veía a su preciosa pareja semidesnuda. Todo su cuerpo se puso a la defensiva. El instinto alfa les obligaba a cuidar de su omega. Inclusive en medio del calor o del celo, un alfa no toleraría que alguien más viera así de vulnerable a su pareja.

—WANJI, VETE DE AQUÍ. ESTE ES MI OMEGA.

Si se tratase de otro alfa, probablemente, Xichen se hubiera lanzado a atacarlo, pero como era su hermano menor solo utilizó su voz de mando. Aunque en su rostro, normalmente apacible, se dibujaba una expresión fiera.

Lan Zhan sintió el peso de la autoridad de su hermano mayor, pero resistió lo mejor que pudo. Se presentó ante el estudio de su hermano pues su tío los había convocado. Sin embargo, desde afuera sintió el aroma de su hermano y de un omega, estos se sintieron muy pesados y luego escuchó lloriqueos y gruñidos, así que arriesgándose a ser castigado abrió la puerta. Saliendo de la sorpresa inicial, ordenó a los discípulos llamar a su tío. No entendía que sucedía, no quería aceptar que su hermano estaba abusando de un omega. Pero era lo que debía de ser si aquel omega tenía lágrimas en los ojos. Wanji no entendía que las lágrimas podían aparecer producto del placer.

—Hermano, por favor, deja al joven maestro Jiang.

En respuesta solo obtuvo un gruñido del alfa, quien cubría con su cuerpo a su pareja. Lan Zhan estaba anonadado, no sabía cómo proceder. Debía rescatar al joven Jiang, pero le costaba mantenerse firme ante a su hermano; además, aquellos pesados aromas se escapaban de la sala, pronto lo sentirían los demás miembros de secta o los invitados. Nunca había visto a su hermano así, jampas Xichen había usado su autoridad de alfa mayor contra él.