Capítulo 95: Sin el dolor no existe felicidad

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La batalla había acabado, pero, a diferencia de la post guerra contra los Wen, no había mucho que celebrar

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La batalla había acabado, pero, a diferencia de la post guerra contra los Wen, no había mucho que celebrar. El mundo de cultivo había demostrado no estar a la altura del deber que tenían. No había pasado demasiado tiempo desde que el tirano de Ruohan fue destruído, pero la ambición cegó a Zixun y Guangshang para intentar tomar el poder, sin importarles destruir a personas mortales inocentes, enfrentar al emperador o incluso asesinar a sus propios parientes.

Luego de la caída de Guangshang, los líderes de las sectas servidoras fueron arrestados y eran la mayoría de las sectas que servían a Jin, pero los que más responsabilidad tenían eran de las sectas Qin, Ouyang y Yao, por que fueron quienes azuzaron a los demás para seguir a Zixun y darle la espalda a Zixuan. El nombre de la secta Jin quedaría enlodado por muchos años. El enviado imperial insistió en oír a las consortes y estas no pudieron ocultar todas las atroces acciones de Jin Guangshang. Era increíble cómo una persona tan perversa logró convertirse en el líder de una secta de cultivo.

—El mundo del cultivo está en crisis. —Sentenció el enviado imperial.

Los líderes de las grandes sectas, a excepción de Zixuan, se habían reunido con el General Imperial que representaba al emperador. El tema no podía tardar más, todos lo sabían. Zixuan aún no había despertado o, más bien, no le permitían despertar porque cuando lo hacía su cultivo se volvía caótico, por lo que Jin Su, junto a Guangyao, se encontraban en su representación. Yanli, como su esposa, podría representarlo, pero la muchacha aún tenía ataques de pánico. Ambos, junto a JinLing, estaban siendo cuidados por Madam Yu y la secta Jiang que acababan de llegar por pedido de Jiang Cheng. No confiaban en nadie de la secta Jin además de Meng Yao y Jin Su. No podía saberse cuántos discípulos confabularon a favor de Guangshang y Zixun.

—Luego de la caída de Wen Ruohan quedó vacío el puesto de cultivador líder. Si bien el emperador decidió premiar a todos los héroes que lo acabaron, se pensó que por su historia y liderazgo Jin Zixuan podía ser el nuevo líder, pero ahora la reputación de la secta Jin está arruinada y si no pudo preveer un golpe dentro de su propia secta, definitivamente no es una opción viable. — Explicó el General Imperial.

—Zixuan aún está en shock, pero se repondrá. Debe de hacerlo. — Intervino Wei Ying.

—Hermano podrá hacerlo, además lo apoyaremos... — Agregó Jin Su.

El general negó rápidamente.

—Definitivamente queda descartado, entiendo que no fue el culpable, la corte imperial no le retirará ninguno de los honores que se la ha entregado y seguirá siendo el líder, por derecho, de su secta, pero es necesario otro líder para el mundo de cultivo. Además, parece que su estado mental no es del todo estable. Es mejor que se recupere, darle más deberes ahora no es adecuado.

Guangyao y Jin Su estuvieron de acuerdo. Zixuan había perdido a sus dos padres de una manera brutal, además se había enterado de los crímenes que ambos habían cometido, no sería fácil para él recuperarse. También tenían que cuidar de Yanli y JinLing.

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