Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
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El espíritu animal de los Jin eran los zorros, pero el primer líder Jin había sido un zorro espiritual especial, un zorro dorado. Así que desde su generación estableció que en cada generación se escogería a quien proviniera de un linaje legítimo y fuera un zorro dorado, ya que era la marca de los dioses para establecer quién estaba destinado a ser un buen líder. Hace aproximadamente 23 años nació un zorro dorado en un prostíbulo, el cual fue llamado Meng Yao. Y, por lo cual, se ganó automáticamente el odio de Madan Jin, pues temía que le arrebatara el privilegio a su hijo. Y es que, aunque Zixuan también era un zorro dorado, era menor a Meng Yao.
Por su parte, Zixun no nació como zorro dorado, aun así, tenía discípulos que lo empezaron a seguir luego de la guerra, ante la inconformidad de cómo Zixuan llevaba la secta y porque querían que liberara a GuangShang. Por lo que al nacer el cachorro de Zixun como un zorro dorado solo podía indicar nuevos vientos para la secta Jin.
La noticia había alterado tanto al actual líder que se dirigió hacia su propio estudio. Sin embargo, preocupados por él, sus hermanos y Yanli le habían seguido. Zixuan estaba dando vueltas como una fiera enjaulada. Le costaba creer que realmente haya sido parte del destino que justamente naciera un zorro dorado del linaje de Zixun cuando había tanta tensión dentro de la secta.
—Hermano, cálmate. Tu esposa...—Intervino A-Yao.
El alfa pareció volver en sí mismo y giró hacia la puerta. Yanli tenía sus manos sobre su vientre y su mirada era triste.
—A-Xuan...¿cambiaría algo si este bebé no nace como zorro dorado?
Había una posibilidad de que su hijo no naciera como zorro dorado. Después de todo, ninguno de sus otros hermanos a pesar de ser hijos de GuangShang habían nacido como zorros dorados.
—No, A-Li, de ninguna manera. Es solo que... — Respondió. No querría menos a su hijo si no nacía con su espíritu animal. De hecho, podría nacer siendo un felino como su esposa.
—Lo sé. La secta está en medio de un caos ¿verdad? — Preguntó Yanli.
—Sí. Pero, tú no debes preocuparte. Debemos de saludar a la nueva madre, A-Li. —Respondió Zixuan. — Xuanyu, acompaña a Yanli a su habitación para cambiarse de ropa. Necesito hablar con A-Yao y luego iremos a verlos.
Yanli sabía que su esposo solo estaba actuando guiado por la preocupación, por eso también retiraba a Xuanyu, ya que era muy joven, así que asintió y se retiró seguida de Xuanyu.
—Hermano, tú eres el líder. nadie más. No importa si el cachorro de Zixun es un zorro dorado. En esta generación lo eres tú. —Habló Jin Su. Como parte de la secta Jin entendía perfectamente la situación. —Además, hermano A-Yao también es un zorro dorado y te apoya.
Vio la intención de su hermano de sacarla de ahí. Sin embargo, Zixuan los había protegido tanto que esta vez quería apoyarlo.
— No me margines en lo que sea que estén planeando. — Agregó la muchacha. — No soy tonta, sé bien que la situación es complicada. Jamás te abandonaría, hermano, así como no me abandonaste cuando estuve encerrada en Sin Noche.
