Luego de caer en la trampa de un enemigo, Xichen y Jiang Cheng se ven forzados a comprometerse en matrimonio para reparar el honor de Jiang Cheng y su secta. Sin embargo, aunque ambos han sido amigos desde niños, Xichen tiene un amor del pasado que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dos meses habían sucedido desde la boda del líder Jin. Justamente, ese día la sanadora de la secta Jin confirmaba que Yanli, la nueva Madam Jin, estaba preñada del primer cachorro de la familia. La felicidad, las risas y las lágrimas llenaron la residencia del líder de secta. Tanto que, por primera vez desde que asumió el liderazgo, les dio el día libre a todos los discípulos de la secta. Ese mismo día, luego de una celebración pequeña con la madre de Zixuan, las concubinas y los hermanos de Zixuan, Yanli escribió a sus dos hermanos. Podía usar el cascabel para comunicarse, pero sintió que sería mejor escribirlo, para decirlo a viva voz cuando los tuviera enfrente. Deseaba verlos, poder compartir esta felicidad con ellos.
El mensaje llegó al día siguiente para cada uno de sus hermanos. Ambos quedaron en lágrimas. De hecho, en Yilling, Lan Zhan ingresaba a su habitación llevando a A-Yuan en brazos. Ambos se levantaban a las 5 de la mañana de forma natural, pero dejaban que Wei Ying se despertara más tarde. De esa manera, Lan Zhan iniciaba a su hijo en la meditación junto con un grupo de discípulos que también estaban deseosos de fortalecer su cultivo. Luego de terminar la sesión de meditación regresaban a la habitación para despertar a Wei Ying. Pero, ese día tuvieron la sorpresa de encontrarlo despierto y llorando a la vez que reía.
—¿Wei Ying, qué sucede? —Se acercó Lan Zhan aun con su cachorro en brazos.
—¿Mami?
El omega los abrazó a ambos con fuerza. Se limpió las lágrimas con las mangas de su túnica y les regaló una sonrisa resplandeciente.
—¡Shijie está preñada! — Celebró. — Ese pavo no es tan inútil como pensé.
—Felicidades, A-Ying, serás tío nuevamente. —Sonrío suavemente Lan Zhan, sabiendo cuánto adoraba Wei Ying a su hermana.
—Seremos tíos, Lan Zhan, recuerda que eres mi esposo, entonces también tienes responsabilidad con este bebé.
—Es cierto, iré preparando un obsequio para su nacimiento. — Respondió Lan Zhan.
—¿Primito? ¿Como A-Yi? — Preguntó A-Yuan.
Wei Ying tomó la carita de su hijo y le llenó de besos hasta que el niño se carcajeó.
—Así es. Un primito menor.
—¿Lo puedo conocer?
—Aún está creciendo en el vientre de tía Yanli. Cuando esté más grande saldrá y podrás conocerlo.
—¿Jugar también?
—Así es.
El líder de secta Wei no era conocido especialmente por ser madrugador. Así que cuando llegó el mensaje tan temprano no se supo si dárselo o esperar a que despierte o el líder consorte Hanguan-Jun terminara con su meditación para dárselo. Sin embargo, Xue Yang al ver la procedencia de la secta Jin ordenó que le fuera entregado de inmediato. Wei Ying al abrir la puerta de su habitación parecía un muerto viviente. Tomó la carta, volvió a su cama, se envolvió y ahí empezó a leerla con ayuda de un talismán de luz que tenía al lado. Al reconocer la letra de su hermana se despertó y cuando leyó el contenido al completo las lágrimas ya no pudieron ser contenidas.
