Oscuridad

22 Adaptación

En los últimos días, Rebeca comenzaba a sentirse un poco más libre y llena de confianza en el Senado, entre sus grandes pasillos, salones, salas, biblioteca, comedor, pequeños jardines. La bella joven de cabello corto, de ojos hermosos color café, de una altura promedio en la mujer, caminaba y regresaba al área donde solía sentarse para mandar mensaje o ver la televisión. Otras cosas que también le gustaba era integrarse poco a poco a ciertos grupos de alumnos, pero definitivamente con quien se juntaba más era con Lucy, a pesar que ella era alumna de Tom.

Una de las cosas que ellas compartían eran que casi no estaban en las reuniones que llevaban cierto personal del Senado, incluso Mary y Mario que ya habían estado ahí mucho antes que ellas. Pero a pesar que no estaban en aquellas salas escuchando teorías, planes, etc. Las dos jóvenes se llegaban a enterar de lo que estaba pasando y lo que podría pasar. Por ejemplo, lo que se había acordado en la junta una vez que regresaron del edifico de la universidad. El Senado había acordado culpar a un directivo de la universidad hasta no encontrar al responsable al igual que a la séptima mujer que estuvo con ellos que desgraciadamente no salió en ningún video. Otra cosa que el Senado acordó fue que no irían al ataque y que el plan que se había acordado una junta anterior se mantendría. Las investigaciones sobre aquella mujer iban a seguir discretamente sin alertar a las sectas enemigas, al igual de mandar ciertos agentes a los pueblos donde la Liga tenga sus propiedades teniendo la esperanza de encontrar a las personas secuestradas vivas. Por último, el Senado mantendrá el cuerpo que agarraron como trampa, y en el cuerpo pondrían ciertos artefactos para engañar a los de la secta.

Eso provocó una gran duda en Rebeca ya que no sabía grandes cosas y mucho menos los detalles. Sabía lo que había pasado en el hotel y con los directivos de la universidad, pero lo demás no. Pero ante eso, Rebeca se comenzaba hacer una idea de que era el Senado y por su puesto comprender un poco más los ciertos comportamientos que Tom tuvo cuando él estaba en la escuela de idiomas. Sin embargo, había algo que ella se extrañaba y era que Tom mantenía su distancia con ella, cosa que no hacía en aquella escuela e incluso lo llegó a saber por medios de chismes, cosas que los compañeros decían al salir de sus clases.

Durante los días posteriores de aquella junta que Tom y los demás tuvieron, Rebeca se la pasaba gran parte aburrida al momento que tenía que estar leyendo cosas inútiles que Sergio le ponía hacer, además de hacer apuntes y tratar de memorizar cosas. Para ella era algo que quería dejar a la ver salido de la universidad. Otra cosa que le llamaba la atención era que ella no estaba en un grupo a pesar que no eran bastantes alumnos, y que no hacia gran parte de las actividades que los demás realizaban ya que supuestamente iba a tener el aprendizaje de un agente, pero solo estaba sentada leyendo y platicando con Sergio que a su sorpresa él también estaba siendo evaluado. Sin embargo, él si hacia entrenamiento.

Por otra parte, Rebeca le estaba agarrando gusto al Senado, tenía internet por ende podía chatear con sus amigos, ver sus series, películas favoritas y obviamente ver sus redes sociales, en fin, la preocupación de todo joven últimamente. Sentada en algún lugar de su recamara comiendo algo, se la pasaba distraída de sus problemas y últimamente de sus preocupaciones al ver que le llegaban dos correos: uno de su trabajo y el otro de su universidad la cual le sorprendía bastante. El del trabajo ya sabía que el Senado se iba hacer cargo y lo hizo, pero ¿El de su universidad? Eso sí estaba raro y más cuando leyó el correo que la cual quedaban todas sus faltas cubiertas sin necesidad de comprobante. Eso si es para sorprenderse sobre todo en su servicio social.

Pero como todo lo bueno tiene lo malo. Y sí, Rebeca a pesar de tener internet y empezar adaptándose, había días que le sufría. Ella le sufría al escuchar los comentarios que le hacían los demás estudiantes y uno que otro agente del Senado, entre ellos una de las mujeres que estaba hasta arriba el día que votaron para que ella se quedara, Isabela.