El mes de septiembre finalizó y el frío se instaló por completo en el castillo. Tom dejó de llevarme al bosque y, en su defecto, utilizábamos La Sala de los Menesteres para entrenar. Como era lógico allí no podíamos seguir practicando las maldiciones imperdonables, de tal forma que la última y más peligrosa, Avada Kedavra, se quedó pendiente.
Yo seguí en mi línea, a penas atendía en las clases y me dedicaba a estudiar sin descanso los libros que Riddle me iba proporcionando. Veía que sus enseñanzas eran muchísimo más útiles e interesantes que todo lo que pudieran enseñarnos en el colegio.
Mi relación con Tom siguió siendo la de siempre, es decir, ninguna. Se dedicaba a ignorarme en público, enseñarme conjuros por las noches y follarme cada vez que le daba la gana. No es que yo tuviera queja alguna con mi situación, de hecho, me sentía afortunada y empecé a pensar que era yo la que salía ganando con nuestro acuerdo.
—La varita, Black. —me reprendió Tom—. La estás cogiendo mal, otra vez.
Volví a intentarlo.
—Desmaius.
Alcancé con el conjuro a uno de los escarbatos que usábamos para entrenar y éste se desplomó en el suelo, completamente inconsciente.
Ataqué al resto con un Destructo, un hechizo letal, Devaister, que dejó atrapado al animal con unas raíces que emergieron del suelo y Fluctus, que provocaba que una onda de energía impactara contra el enemigo.
—Bien hecho. —dijo Tom fríamente—. Seguiremos mañana.
Me quedé observándolo mientras se ponía la capa, pensando que no había visto semblante más atractivo en toda mi vida. Era una jugarreta del destino que un personaje como él hubiera sido dotado con semejante belleza y atributos. Estaba segura de que podría conseguir lo que se propusiera.
De pronto, un miedo asfixiante a perderlo se apoderó de mí. Me sentí insegura e insignificante a su lado ¿Qué le impedía cambiarme por cualquier otra bruja en cuanto quisiera?
—Tom —le llamé.
Se giró para mirarme con una ceja enarcada.
—Sabes que yo haría cualquier cosa que me pidieras ¿verdad?
Tenía la necesidad de recordárselo. De recordarle que yo seguía siendo suya. Desde que había sabido sobre Hepzibah Smith, el virus de los celos se había instalado dentro de mí.
—Claro, tenemos un trato.
Pensé que quizá no estaba dispuesta a todo por él por nuestro trato, que quizá aquello era algo más, pero no me atreví a pronunciarlo en voz alta. Me conformé con acercarme a él y dejar que me colocara la capucha de la capa.
—Ya sabes, intenta no hacer ni el más mínimo ruido.
Asentí y lo seguí en silencio hasta La Sala Común.
A la mañana siguiente, durante el desayuno, Phoebe me miró con una sonrisa cómplice y me susurró.
—Os vi llegar juntos, anoche.
El estómago me dio un vuelco. Le hice un gesto para que bajara la voz. Ella se acercó más a mí y siguió hablando.
—Salía de la habitación de los chicos de sexto cuando te vi llegar. Me escondí detrás de una cortina para que no me viera ¿De dónde veníais a esas horas?
Gwen, que estaba muy cerca y había escuchado todo, me miró con picardía.
—Eso no es nada, la escucho escabullirse de la cama cada noche.
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🔞 +18 🔞 | 𝓽𝓾𝔂𝓪 | FANFIC Tom Riddle y Bellatrix.
Fanfiction★彡『 Qᴜɪᴇʀᴏ ǫᴜᴇ ᴍᴇ ᴇɴsᴇñᴇs ᴍᴀɢɪᴀ. Esᴛás ᴇɴ ᴜɴ ᴄᴏʟᴇɢɪᴏ ᴅᴇ ᴍᴀɢɪᴀ ¿Rᴇᴄᴜᴇʀᴅᴀs? (...) Qᴜɪᴇʀᴏ ᴀᴘʀᴇɴᴅᴇʀ ᴇʟ ᴛɪᴘᴏ ᴅᴇ ᴍᴀɢɪᴀ ǫᴜᴇ ᴇsᴛá ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴀ, Aʀᴛᴇs Osᴄᴜʀᴀs. ¿Y ǫᴜé ᴛᴇ ʜᴀᴄᴇ ᴘᴇɴsᴀʀ ǫᴜᴇ ʏᴏ ǫᴜᴇʀʀé ᴇɴsᴇñáʀᴛᴇʟᴀ? Pᴏʀǫᴜᴇ ɢᴀɴᴀʀás ᴀʟɢᴏ ᴀ ᴄᴀᴍʙɪᴏ. A MÍ. 』彡★ 〰️〰️〰️〰️...