🔞 +18 🔞 | 𝓽𝓾𝔂𝓪 | FANFIC Tom Riddle y Bellatrix.

CAPÍTULO 14. GWEN.

Los rumores con respecto a Tom y a mí empezaron a extenderse con rapidez por todo el colegio. Nadie se atrevía a preguntarle a él directamente, así que fui yo la que tuve que soportar los comentarios y preguntas constantes.

Una mañana, mientras me duchaba para ir a clase, escuché cómo alguien abría la puerta. Me giré con sobresalto y me encontré con la sonrisa traviesa de Gwen.

—¿Me dejas meterme contigo?

La miré sin comprender y sentí que las mejillas se me encendían al darme cuenta de que estaba desnuda. Traté de taparme el cuerpo con los brazos. Ella hizo caso omiso a mi evidente incomodidad y se unió a mí bajo el grifo.

—¿Qué haces?

—Ducharme contigo —se encogió de hombros.

—Ya, eso ya lo veo... —me puse nerviosa cuando se agachó para coger el champú­— ¿Por qué?

—Llevo unos días queriendo preguntarte por lo de Riddle, pero no hay manera de pillarte a solas.

—Gwen... ¿Y si lo hablamos luego?

—¿Por qué? ¿Estabas tocándote?

Solté una risa nerviosa.

—Esto es raro.

—No es raro, es lo que hacen las amigas —me dedicó una sonrisa sincera.

Gwen era una chica muy guapa, pensé. Tenía el pelo muy liso y tan rubio que parecía blanco. Observé su cuerpo desnudo de reojo y no me sorprendió comprobar que su figura era muy atractiva.

Al comprobar la seguridad de sus movimientos decidí dejar de taparme con los brazos y continuar enjabonándome el pelo. Vi que me miraba las tetas y que se reía.

—Bueno, ya veo que lo vuestro no es el sexo vainilla.

La verdad es que tenía un montón de chupetones y marcas en la zona del pecho. Su comentario me incomodó y me di la vuelta.

—¿Qué quieres saber?

—Pues... todo. —me dio la vuelta para que la mirara—. Riddle es todo un misterio para las chicas del colegio.

—No creo que le guste que hable de él.

—¡Pero soy tu amiga!

La miré con desconfianza y me aclaré el pelo. Nuestros cuerpos se rozaban inevitablemente de vez en cuando y eso me ponía bastante nerviosa.

—Dime, al menos, si lo hace bien.

—¿Se te ocurre algo que Tom Riddle pueda hacer mal?

Gwen estalló en carcajadas.

—Pero entonces, ¿Qué sois?

—Nada, solo lo hacemos de vez en cuando.

—¿Y cómo empezó?

Pensé muy bien mi respuesta, una cosa era que supieran que nos acostábamos y otra muy distinta era que la gente supiera acerca de nuestro trato.

—Yo me lancé.

Gwen me miró sorprendida y yo fruncí el ceño.

—No me imaginas lanzándome ¿O qué?

—Es solo que pensaba que eras más... inocente.

Noté que se acercaba un poco más a mi y volví a darme la vuelta, con la mala suerte de que me resbalé un segundo y apoyé mi espalda al completo contra su cuerpo para no caerme. Noté sus pezones contra mi piel y sus manos agarrándome por la cintura para sujetarme.