🔞 CAPÍTULO 6. EL TRATO 🔞

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Cuando Tom Riddle se fue de mi habitación no supe qué hacer. Intenté tocarme para aplacar el fuego que él había despertado en mi interior, pero mis caricias no eran nada comparadas con lo que él me había hecho sentir. Al final desistí sin correrme, estaba convencida de que, a partir de aquel momento, pocas cosas lograrían causarme el placer suficiente como para satisfacerme.

Decidí darme una ducha fría. Sin embargo, la visión de mi cuerpo desnudo en el espejo, salpicado de las marcas de mordiscos y magulladuras que él había ido dejando a su paso, no logró salvo excitarme aún más.

Me sentí demasiado vulnerable y la urgencia por aprender a defenderme de mis enemigos (y de él), aumentó.

Por la noche, mientras daba vueltas en mi cama sin lograr dormirme, me di cuenta de que Tom Riddle no solo me había descubierto un mundo de placer y sensaciones aquella tarde, sino que me había mostrado un arma. Una que podría usar contra él.

Me levanté intentando no hacer ningún ruido y salí de mi habitación de puntillas.

Los prefectos de todas las casas tenían habitaciones privilegiadas e individuales. Yo me planté frente a la puerta de la de Tom vestida con un pijama fino de seda. Me sentí algo ridícula cuando llamé a la puerta, pero todavía me sentí mas ridícula cuando nadie respondió. Volví a llamar varias veces y, molesta, decidí entrar sin ser invitada.

Tom leía tranquilamente un libro, tumbado en su cama, y ni siquiera levantó la mirada de su lectura cuando me dijo.

—Nadie te ha dicho que pases.

—Vengo a pedirte algo.

Mi comentario debió de llamar su atención, pues apartó el libro a un lado y me sostuvo la mirada antes de hacer un gesto con la mano para que cerrara la puerta. Obedecí y me crucé de brazos para que no se me notara la incomodidad.

—Quiero que me enseñes magia.

Riddle dejó escapar una risa y volvió a coger su libro.

—Estás en un colegio de magia ¿Lo sabías?

—Pero aquí no te enseñan a defenderte de verdad... ni a atacar a tus enemigos... quiero aprender el tipo de magia que está prohibida, Artes Oscuras.

—¿Y qué te hace pensar que yo querré enseñártela?

—Porque ganarás algo a cambio.

Aquello volvió a interesarle y me miró enarcando una ceja.

—A mí. —dije.

Riddle me evaluó primero con la mirada y luego me hizo un gesto para que me acercara. Yo volví a obedecerle. Cuando estuve muy cerca de su cama, se levantó y me miró desde su altura. Llevaba puesto únicamente un pantalón negro de pijama y yo me mordí el labio al sentir su desnudez tan cerca de mí. El calor que emanaba de su cuerpo, así como su irresistible aroma natural, obnubiló mis sentidos.

—Para dominar las Artes Oscuras hace falta valor, determinación y disciplina. Dudo mucho que poseas alguna de esas tres cualidades y, en el hipotético caso de que las tuvieras, hay un factor que juega en tu contra: el tiempo. Estoy seguro de que me cansaría de ti y de tu cuerpo antes de que lograras aprender un solo hechizo.

Su discurso me enfadó, pero estaba segura de que era la única persona en todo Hogwarts que podría enseñarme lo que yo quería aprender. Era momento de hacer una nueva oferta.

—Haré lo que me pidas. Seré tuya en todos los sentidos, mientras dure nuestro trato.

—¿Y si te pidiera que asesinaras a alguien? ¿Podrías hacerlo?

🔞 +18 🔞 | 𝓽𝓾𝔂𝓪 |  FANFIC Tom Riddle y Bellatrix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora