Luna Potter es la hija de Harry Potter, el mago más famoso del mundo mágico. Al cumplir once años, su padre le revela un gran secreto de su pasado: cuando tenía seis meses, una profecía ató su destino al de la Hija de la Serpiente, una villana que b...
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Era domingo y Luna estaba desayunando en la mesa de Gryffindor con Nick y Lara. Ya había pasado una semana, casi sin que lo notaran, excepto por la enorme cantidad de deberes que les dejaron para la siguiente semana.
La primera clase de la semana fue Historia de la Magia doble con Ravenclaw. James y Albus le habían hablado a Luna sobre el profesor Binns, que era un fantasma, y su aburrida y monótona voz que sólo Rose podía soportar. Luna no pudo estar más de acuerdo.
Después de Historia de la Magia siguió una clase mucho más interesante: Encantamientos con Hufflepuff. Ese día aprendieron el Encantamiento Levitador, Wingardium Leviosa. Luna fue la única en conseguirlo, ganando diez puntos para Gryffindor. También ganó varios puntos en Herbología cuando contestó correctamente a varias preguntas sobre el Lazo del Diablo, y el martes en Transformaciones fue la única que consiguió transformar completamente su cerillo en una aguja.
Cuando tuvieron su primera clase de Pociones, el martes, a nadie le sorprendió que Luna se destacara y ganara veinte puntos para Gryffindor y una invitación al Club de las Eminencias por parte de Slughorn. Pero lo más interesante fue lo que pasó en la primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.
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Luna llegó al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras con Nick y Lara. Fueron los primeros en llegar, por lo que se sentaron en la primera fila y aguardaron a que el resto de la clase llegara. Un rato después, cuando todos estuvieron sentados, llegó el profesor Hopkins.
El profesor Wayne Hopkins era un mago más o menos de la misma edad de su padre, era tan delgado que casi se le veían las costillas, y sus ojos siempre parecían estar desorbitados. La primera impresión que Luna tuvo de él fue que no parecía estar muy feliz de tenerla como estudiante.
—Buenos días a todos. Bienvenidos a su primera lección de Defensa Contra las Artes Oscuras —dijo con un tono frío y apagado.
—Buenos días, profesor Hopkins —saludaron los estudiantes al unísono.
El profesor paseó su mirada por el aula hasta que llegó a Luna. La miró fijamente y ella le devolvió la mirada. La chica vio cómo el profesor fruncía ligeramente el ceño.
—Señorita Potter... Qué alegría tenerla en clase —dijo con una ironía que sólo Luna pudo notar.
—Igualmente, profesor —respondió Luna con una sonrisa forzada.
La tensión aumentó y Luna sintió muchos pares de ojos taladrando su nuca. El profesor le dio la espalda y soltó una leve risita.
—¿Qué le parece si vemos qué tanto sabe? ¿Qué es un Horrocrux?
Luna no pudo evitar alzar sus cejas, sorprendida. ¿Cómo se atrevía a preguntar eso? Luna sabía lo que era, por supuesto, pero no quería gritarlo a los cuatro vientos. Intercambió una mirada de preocupación con Lara, que le devolvió una mirada curiosa.
