Mansión Malfoy. 28 de julio, 1997
Voldemort nunca había estado más molesto, y se había molestado muchas veces antes. Pero ese chico realmente lo sacaba de quicio.
—¿Cómo pudieron dejarlos escapar? —siseó.
—M-mi s-se-señor... —comenzó a decir Yaxley nerviosamente.
—¡Silencio! No quiero oír tus excusas, Yaxley... Los dejaron ir. Casi ilesos, de no ser por mí, y Severus, claro, que al parecer es el único que se toma esto en serio. —Bellatrix, quién estaba mirando fijamente a Voldemort, bajó la mirada, avergonzada. —Pero eso ya no es lo más importante. Ahora necesito otro plan, uno efectivo, no como todos los anteriores. ¿Severus?
Todos los presentes miraron fijamente a Severus, con aire desafiante.
—Si me permite, mi Señor —dijo Snape calmadamente —, creo que deberíamos tener dos planes, en lugar de uno. Como dirían los muggles, un «Plan B». —Varios mortífagos rieron —. Este plan permanecería oculto, por supuesto, incluso de algunos de los aquí presentes.
—¿Y qué te hace pensar que necesitamos un... cómo lo llamaste... Plan B?
—Honestamente, mi Señor, desde la muerte de Dumbledore la Orden del Fénix se ha fortalecido mucho. Incluso con la pérdida de Moody, siguen teniendo demasiados aliados poderosos, sin mencionar al Ejercito de Dumbledore. Además se ha rumoreado que Dumbledore le dejó a Potter un plan para acabar con usted, y conociendo a Dumbledore, será un plan con muchas probabilidades de funcionar. No quiero ser pesimista, pero varios de los aquí presentes no tendrían oportunidad con Shackelbolt; ni siquiera con Tonks, que es bastante torpe...
—¿Quién crees que eres para insultarnos de ese modo? —dijo Nott, visiblemente indignado. Voldemort lo ignoró y siguió mirando a Snape.
—Mi Señor —continuó Snape impertubable —, la mejor forma de derrotar a la Orden es hacerles creer que ellos nos derrotaron a nosotros. De tal forma que ninguno se dé cuenta hasta que sea demasiado tarde.
—Eso incluiría mi muerte, ¿no es así? —dijo Voldemort. Bellatrix rió.
—No del todo, mi Señor. Para que este plan funcione correctamente Potter y sus amigos deberán creer... no, deberán estar completamente convencidos de que usted en efecto murió. Pero esto sólo sería una ilusión, por supuesto.
—¿Y cómo piensas conseguir eso? —inquirió Voldemort.
—Bueno, sería muy complicado, pero la idea es que lo único que muera sea su cuerpo, mi Señor. Su mente permanecería intacta. Usted viviría dentro del cuerpo de alguien más. No como cuando usted tomó el cuerpo de Quirrel, donde estaba débil y sin poderes. Usted podría controlar a esa persona y usar sus poderes por medio de ella, casi como si estuviera en su propio cuerpo. Sería una especie de «conciencia».
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Luna Potter y los Juegos del Centauro
FanfictionLuna Potter es la hija de Harry Potter, el mago más famoso del mundo mágico. Al cumplir once años, su padre le revela un gran secreto de su pasado: cuando tenía seis meses, una profecía ató su destino al de la Hija de la Serpiente, una villana que b...