Perfidia • 〚 ᴰᵃⁿⁱᵉˡᵃ ᴰⁱᵐⁱᵗʳᵉˢᶜᵘ ˣ ᴼᶜ 〛

Capítulo 14: Y tú, ¿quién sabe por dónde andarás?

Impotencia. Eso era lo único que demostraba en cuanto a lo que sentía. La matarían. Ella misma se lo había buscado y ahora la matarían. Y no podría permitirlo. Aunque la crucificasen por ponerse del lado de ella y no del de la demás doncellas, Anthea así lo enfrentaría. Se pondría del lado de su hija, aunque, en el fondo quisiese estrangularla por estúpida e insolente. ¿Cómo podía ser tan ciega? Ahora sería literal gracias a su propia negligencia. Que Dios las libre y las aparte de este infierno pronto.

─¿Qué averiguaste hasta ahora?─ la mujer de cabello color ceniza interrogó a la doncella, quien no era más que su propia hija mayor. Su petulante chismosa de primera, pero mejor herramienta hasta ahora.

─Las tengo a todas en la mira. Por ahora, sé que gran parte de las que fueron despedazadas en el ataque de Daniela, están fuera del camino. No sé de las demás, pero sospecho según lo que he oído en los pasillos, que intentarán reclutar más aliadas, y convencer a las que no lo son de que se deshagan de Manreet─.

─Esa estúpida se buscó esta porquería. ¡¿Ahora qué haré para sacarla?! Todavía se atreve a pasar más tiempo con la que mató a sus compañeras en vez de siquiera venir a avisarnos que se encuentra medianamente bien─.

─Algunas susurran en los pasillos sobre estar esperando un mejor momento─.

─¿Piensan atacarla?─.

─No. Creo que piensan escapar─.

Anthea miró con incredulidad a su hija, y luego bufó aún frustrada de todo lo acontecido hasta ahora.

─Les deseo suerte con eso. Si la tienen, podrán alcanzar el bosque antes de ser masacradas por los lycans─.

─O por Lady Bela y Lady Cassandra─.

─Sin lugar a dudas. Dime, ¿qué sabes sobre los movimientos de La Señora? Ella ya debe haberse enterado─.

─Lo sabe. Lady Bela se lo comunicó el mismo día, pero, está muy callada. Es como si esperase el momento indicado y por mientras pensase qué hacer─.

─Preferirá aniquilar a la sirvienta que causó esto, en vez de sacrificar aún más su muy escasa servidumbre. Lo sabemos─.

─Es evidente, pero, quizás la perdone por, ya sabes...─.

─Asumes que La Señora es tan tonta como para creer que una sirvienta se interesó en Daniela, o peor, que Daniela realmente siente algo por una sirvienta, y no la compromete a una sola noche. Por favor, Castalia. Piensa. Tu hermana se metió en algo de lo que nadie la sacará─.

─Pero sí puede salir. Si pide ayuda─.

─¡¿A quiénes?, niña! ¿A quién sería tan tonta de pedirle ayuda la necia de tu hermana?─.

─A la única persona que puede ayudarla─.

─¿Lady Bela?─.

─Lady Daniela─.

Anthea se inmovilizó por segundos, e intentó encontrar la supuesta lógica en aquel razonamiento aparentemente absurdo. Sin embargo, algo halló, y fue lo que la hizo suspirar con leves esperanzas de poseer suficiencia en un futuro.

─Si tu hermana conserva algún pelo de niña lista que se la sabe todas, entonces usará a su guardaespaldas privada para salir de aquí─.

─¿Y si no lo hace?─.

─¿Tú qué crees que le pasará viviendo más de un mes aquí?─.

Castalia tragó saliva, y procedió a tensar sus músculos. Impotencia sentía, al igual que su madre, y ni de chiste pensaba tenerla tanto tiempo en su sistema. No le importaba lo que sucedería en todo caso. Ella masacraría a las mujeres que nuevamente intentasen atacar a su hermana. Lo haría, y las destruiría desde adentro, muy lentamente. No era la primera vez, tampoco, y en esta volvería a aplicar sus técnicas de supervivencia usadas en las primeras semanas conviviendo en el castillo y haciéndose "amigas". Solo que sería menos callada y más práctica esta vez.