Extra: ¿Y a dónde quieres regresar?

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Muchas cosas pueden pasar en un año, es seguro que uno no se queda corto de anécdotas por más que no sea alguien de aventuras. Daniela lo tenía muy presente, como tantas otras cosas que volvían a su mente cada vez que tomaba un libro. Sumergiéndose en un nuevo mundo como cada tanto hacía, camina distraída por los pasillos planeando regresar a la biblioteca, solo por aquella historia que llamó tanto su atención. Algo nuevo había logrado cautivarla luego del vacío que le dejó la anterior. Ha pasado tanto, tanto tiempo.

Sus hermanas tienen compañía, y nunca la dejan mucho tiempo sola, pero es distinto. No es sencillo verlas gozar de algo que alguna vez tuvo, pero que ya no está con ella.

Los libros, así como todo tipo de arte, es un gran medio de escapatoria, aunque de vez en cuando la hacen reflexionar. Este en particular es sobre aventuras, y piensa que sumergirse en el mundo de alguien más la ayudará a olvidar que el suyo no es tan entretenido como quisiera. A ella también le gustaría ser como la heroína del cuento, pero por razones más que obvias no puede estar muy lejos de casa ni salir sin supervisión. En ocasiones se siente presa, como las princesas de los cuentos que antes solía leer.

Ahora ya no le atraen tanto.

Su madre dice que sus gustos han cambiado, y Bela lo toma como que ha madurado notablemente. Nadie parece decirlo con mala intención, pero Daniela no está segura de cómo interpretarlo. Está aburrida de ver a Bela salir con más libertad que ella, yendo a la mansión para visitar a su macabra y agradable novia. Cassandra sale de caza cuando el clima se lo permite, siempre busca presumirle a su doncella cada trofeo que colecciona, y también sus hazañas mientras no la ponga en peligro al convertirla en testigo de ellas. ¿Y Daniela? Daniela lee libros, pinta, toca el piano y de vez en cuando custodia a las sirvientas, ensañándose con las nuevas para fastidiarlas tan solo un poquito. Tira un jarrón por allí, arrastra un cadáver que dejó Cassandra por allá. Algo tiene que hacer además de pudrirse del aburrimiento y contemplar el retrato en su habitación.

La extraña. Eso no ha cambiado. Cada día piensa en ella, la ve, y la extraña. ¿Ella hará lo mismo también?

Necesita distraerse, de lo contrario podría tener otra crisis como la ha tenido meses atrás. Su estado mental es el mismo, no ha variado mucho y de vez en cuando delira, pero sus emociones se sienten como en medio de una tormenta cambiante, y ella es quien navega el barco, sola. Cada tanto tiene días donde verdaderamente siente paz y no solamente tedio.

Hablando de barcos, la heroína de su historia disfruta mucho de viajar en ellos. Al principio les tenía miedo, por malas experiencias que vivió, pero no se dejó controlar por ello. La protagonista de la historia que lee vive cerca del mar, y decidió dejar su vida aburrida atrás para dedicarse a aprovechar cada día como si verdaderamente apreciara la libertad que tenía para hacerlo. Se encontraba con su familia, comía con ellos cada cierto tiempo, y volvía al puerto, a veces para cuidar de embarcaciones, otras veces para realizar viajes de pesca, y en otros tantos tenía aventuras. Siempre regresaba a casa con su familia, pero el mar era su hogar también. Daniela sentía curiosidad por cómo se veía, cómo sería habitar un barco y cuál sería el panorama que contemplaría.

¿Su preciada heroína tendrá una linda vista para admirar? Oh, ojalá supiera cómo es. Lee repetidas veces las descripciones de los paisajes y se maravilla imaginado que está allí, respirando el aroma salado del mar, escuchando el agua moverse, las gaviotas rondando cerca, y sintiendo el barco en constante movimiento. El oleaje de seguro la ayudaría a dormir mejor de lo que actualmente consigue, teniendo de vez en cuando pesadillas.

Sus hermanas siempre están allí para ayudarla, solo tiene que llamar a la puerta de alguna (preferiblemente Bela, porque Cassandra no duerme sola) y pedir quedarse. Son sueños confusos, vive escenarios de los libros que lee, pero sus pesadillas solo tratan las peores partes y, en ocasiones, le traen el recuerdo vívido de cosas que sí atravesó. Varias noches atrás fue a buscar a Bela, de nuevo, habiendo soñado que las sirvientas se volvieron a rebelar y que todo el mundo quería destruir a su familia, y ella nuevamente estaba al borde de morir antes de despertar. Era horrible, la sensación persistía por horas incluso. Bela siempre le pide dejar de leer esas historias, pero Daniela siente que la ayudan de alguna manera.

Perfidia • 〚 ᴰᵃⁿⁱᵉˡᵃ ᴰⁱᵐⁱᵗʳᵉˢᶜᵘ ˣ ᴼᶜ 〛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora