Capítulo 18: Sé lo que haces

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[No actualizo hace dos meses y medio, me cago en mi puta madre. La verdad es que quiero mandar al carajo este fic de una vez. Me contengo por los lindos comentarios. Los amo; recen por Manreet, Castalia y Eugenia, mwah]

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Respiró con cuidado y avanzó desde la oscuridad de aquel pilar, saliendo paulatinamente de su escondite. Ella siempre se escondía, y no sería sorpresa entender qué la motivaba a ser tan escurridiza. Esta era la misión de cada día: espiar a esas mujeres. ¿La diferencia de ese día preciso en el que sentía que moriría si daba un paso en falso? Bien, era sencilla. Se explica más abajo.

Tenía una sola oportunidad, y de esto dependía la vida de varias aliadas, entre ellas, el blanco al que iría destinado tanto odio y calumnia por consecutiva vez: Manreet, su hermana.

Quizás alguno podría pensar que estaba siendo exagerada, que no era necesaria tanta ceremonia para cuidar de alguien como si fuese una película de espías. Lo cierto era que para Castalia, esas arpías que ansiaban rostizar la carne de su hermana, merecían todo el sigilo y compromiso que intentaba involucrar en cada una de sus acciones. Las tenía en la mira. Siempre estaban en la mira, y una de las razones por las cuales Manreet no había muerto asfixiada o apuñalada en su nueva habitación, era gracias a lo "exagerada" y "previsora" que estaba siendo su hermana.

Aunque algunas de esas ocasiones, sí que casi la caga por no aprenderse las rutinas nocturnas que a veces implementaba Manreet. De cualquier forma, de los errores se aprende, y Castalia ya casi no tenía errores en sus rutinas de vigilia y espionaje. Sí, debía admitir que casi no dormía y su salud estaba cada vez peor, pero eso valía la pena si con ello cumplía el propósito que se le adjudicó.

Divagar no le serviría, y si se trataba de perderse en sus pensamientos, en eso debía admitir también que le quedaba mejor a Manreet, así que volvió la vista hacia el frente y notó aquel par de doncellas actuando como normalmente lo harían. De cualquier forma, hace días les estaba dedicando horas de su atención, por lo que debía ser paciente para no volver a perderse en los pasillos y fallar nuevamente en su misión.

«Paciencia...»

Las veía trapeando el pasillo desde hace aproximadamente media hora. No había sangre hace bastante rato. ¿Qué esperaban perdiendo el tiempo allí si ni se hablaban?

Entonces vio cómo ambas levantaron la cabeza inmediatamente, como si hubiesen oído algo. Voltearon hacia un pasillo continuo y Castalia distinguió lo que parecía ser la sombra de otra doncella, haciéndole señas. Ambas mujeres caminaron con los objetos de limpieza en mano y se perdieron.

«¡Ahora!» se ordenó a sí misma inmediatamente, y salió de detrás del pilar luego de asegurarse de que nadie podría verla desde donde estaba. Sabía bien la combinación de pasillos y atajos que usarían para que cualquiera les perdiera el rumbo si las seguían. Era claro que estaba lista.


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No pudo evitar recordar las veces en las que se escondió desde puntos estratégicos, para vigilar que nadie que no fuese bienvenido entrase a la habitación de Manreet en mitad de la noche. Fue peligroso, sí, sobre todo porque si la descubrían rápidamente sería incriminada de varias cosas que quizás sí cometió con anterioridad. Desde ese incidente tratando de escapar del castillo, nadie despegó los ojos de Castalia solo para pedirle de mil amores que se pudriera en la miseria de la que se libró por privilegios que otras no tuvieron.

Perfidia • 〚 ᴰᵃⁿⁱᵉˡᵃ ᴰⁱᵐⁱᵗʳᵉˢᶜᵘ ˣ ᴼᶜ 〛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora