II

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Barry se lo pensó varias veces, tenía una duda existencial enorme. Sí se acercaba y hablaba con la chica muy probablemente podían platicar de la mejor manera o tal vez lo ignoraría y se alejaría de él. Tan solo no lo sabía, debía averiguarlo.

- ¡Hola! - se acercó el chico y le sonrío.

- Hola...

- ¿Qué tal tu día?

- Algo acalorado.

- Lo sé, ha estado muy soleado últimamente.

- Oye sí mi amiga te molesto, enserio lo lamento mucho- habló rápidamente.

- De hecho, no lo hizo.

- ¿Enserio? - lo observó con duda.

- Sí, tranquila, digo la verdad.

- Está bien, es que ella suele ser un poco...

- ¿Atrevida, impulsiva, extrovertida? - enumeró con diversión.

- Muy bien, acabas de describirla a la perfección- sonrío.

- Mia, mi amiga- Page se acercó a la mesa y sonrío- Veo que estás muy bien acompañada y...

- Suéltalo.

- Los amigos de Barry me invitaron al minibar, entonces me preguntaba sí...

- Podrías irte con ellos y dejarme sola con él- lo señaló- Claro, no hay problema. Solo por favor no llegues tan tarde y no hagas mucho ruido.

- De acuerdo, te quiero, pásala bien.

Page elevó sus cejas repetidamente provocando que su amiga se sonrojara por completo. Observó atentamente al chico que se encontraba justo frente a ella. Sus ojos eran de un azul bellísimo, sin duda alguna los mejores ojos que había visto en su vida. Transmitían tanta alegría y felicidad, que era imposible no fijarse en ello. Su rostro era bastante atractivo.

- ¿Estás bien?

- Sí ¿Por qué?

- Me has estado mirando durante 5 minutos- se rio y ella tan solo se sonrojo- ¿Soy muy guapo o te recordé a alguien?

- Digamos que la segunda.

- De acuerdo.

- ¿Cómo te llamas?

- Barry, Barry Keoghan.

- Soy Mia Wilson, un placer.

- El placer es todo mío.

- Cuando me miraste hace un rato, creí que me conocías y me preocupé porque no te reconocí.

- No, no nos conocemos y es toda una lástima.

- ¿Así?

- Sí, te divertirías mucho con mis estupideces.

- ¿Hablas enserio?

- Nunca hablé más enserio.

- Ya veo. ¿A qué te dedicas, Barry?

- Soy actor.

- ¿Enserio? - asintió- Te juró que nunca en mi vida había conocido a un actor.

- Pues es todo un honor ser el primero- sonrío seductor- ¿Y tú?

- ¿Qué?

- ¿A qué te dedicas en la vida?

- Soy mesera, trabajo en un pequeño restaurante tradicional.

- ¿Qué tal la comida?

- Deliciosa, es de la casa así que fácilmente te recuerda a la sazón de mamá.

- Algún día tendré que ir.

- Ni siquiera sabes su nombre- se burló.

- Algún día lo sabré y espero sea pronto.

- Ya...

- ¿Quieres ir a beber algo?

- Claro.

Ambos abandonaron la zona de restaurantes y se encaminaron hasta el bar más cercano. Entraron al lugar y buscaron una mesa, ya ubicados llamaron a un joven mesero y le pidieron unas cervezas. Al comienzo se limitaron a observarse, sonreírse y beber de las botellas.

- ¿Qué edad tienes, Barry?

- ¿Cuántos crees que tengo?

- Unos 40.

- ¡¿Disculpa?!- la observó indignado- ¡Te juró que no soy tan viejo!

- ¡Era broma! - río con fuerza y golpeó levemente sus piernas.

- Por favor.

- Dime tu edad.

- Tengo 29 años.

- Estás muy cerca del tercer piso.

- Así es. ¿Y tú?

- Adivina.

- No me digas que tienes 18- bromeó.

- ¡Vaya, acertaste!

- ¡¿Disculpa?! Es broma, ¿Verdad?

- No, en realidad esa es mi edad.

- No puede ser... Es que no lo puedo creer, o sea, me refiero a que sí te ves joven pero no de esa edad.

- ¡Caíste, era broma! En realidad, tengo 26.

- Vaya, me llevé un gran susto.

- Sí lo noté, estabas muy pálido.

- ¿Enserio? – asintió- Vaya, me produces muchas sensaciones, ahora estoy nervioso.

- No me culpes.

- Por supuesto que es tu culpa, tu belleza me hipnotiza.

- Vaya, pues gracias, supongo.

- No eres de cumplidos ¿Verdad? - la observó con burla.

- La verdad no, suelo ser un poco fría o seca, así que acostúmbrate por favor.

- Lo haré. Básicamente representamos el hielo y el fuego.

- Básicamente eres un fósforo.

- Sí, podría ser. Tú serías el Polo Norte.

- Te lo agradezco.

Luego de varias preguntas y respuestas, adivinanzas, bromas y muchas conversaciones estúpidas, ambos ya estaban algo ebrios y muchas personas ya se habían ido del lugar.

- ¿Qué piensas del amor?

- Dolor y sufrimiento.

- No puede ser. - se burló- Para mí es la sensación más hermosa que existe. Te hace sentir cosas maravillosas e inexplicables.

- Eres todo un princeso.

- Mía, no te burles de mí.

- No lo hago, solo creo que eres tan puro que pareces irreal.

- Soy muy real, te lo aseguró.

- ¿Todo esto es real?

- Para mí lo es.

Mistakes- Barry KeoghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora