VII

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- Mi querida Mia, qué andas haciendo con tu vida. Te han visto paseando de la mano de un chico muy apuesto- Page me observo atenta.

- ¿Qué?

- Los rumores dicen...

- Ajá.

- ¿Quién es? ¿Acaso olvidaste a Barry?

- ¡No, claro que no!

- ¿Entonces?

- Barry está aquí, llegó hace dos días.

- ¡Ah! ¿Por qué no me dijiste antes?

- Porque he estado algo ocupada.

- Entiendo. ¿Qué pasó?

- Estaba el viernes en mi turno junto a Steve, de la nada llegó Barry y me besó. Eso molesto mucho a Steve, me empezó a tratar mal y confesarme su amor, Barry trató de defenderme y Steve se fue, dejando tirado su empleo y dejándome sola tratando de atender el lugar. Barry mágicamente se convirtió en mesero y me ayudó con todo.

- Pero qué le sucede, cuál es su problema. - ella se enojó- Te lo advertí y nunca me creíste.

- Lo sé. Luego vinimos a mi apartamento, le dije que se podía quedar, le mostré todos los espacios. Él me invitó a cenar, fuimos por unas hamburguesas y allí me pidió ser su novia y yo...

- ¿Y tú? - me observó indecisa.

- Acepté.

- ¡Sí!

Ella empezó a brincar en el sofá y me golpeaba con las almohadas, estaba muy contenta por mí, porque sabía que esto me hacía feliz y por ende a ella igual.

- Dónde está ese chico guapo, lo debó ver ahora mismo. Debo felicitarlo por acabar con la soltería de mi mejor amiga.

- Él no está.

- ¿Qué? ¿Dónde está?

- Te dije que estaba por cuestiones de trabajo, en este momento debe estar en una audición.

- Oh, ya lo veo. Hay una pregunta que ronda por mí cabeza y no me deja tranquila.

- Suéltala.

- ¿Dónde durmió?

- Conmigo.

- ¿Se acostaron? ¿Acaso ustedes dos hicieron cosas indebidas, de personas del mal? - me observó con inocencia fingida.

- Claro que no, solo dormimos juntos, en la misma cama, abrazados.

- Aw, pero que ternura. ¿Se tienen apodos? - Mia la observo raro- Sí, lo sé, soy muy cursi.

- Sí tenemos. Él me llama Polo Norte y yo le digo... Barry.

- ¿Qué? Cómo es posible que él tenga un apodo para ti y tú aún no.

- No lo había pensado.

- Tienes que hacerlo, no siempre le vas a llamar Barry o amor, debes ponerle uno que lo caractericé y que lo comprenda. Supongo que él te llama Polo Norte porque sueles ser fría y seca ¿Me equivoco?

- No.

- Piénsalo y te darás cuenta de que de la nada encontrarás el adecuado.

- Lo haré.

- Cambiando de tema ¿Estarás ocupada más tarde? Me han invitado a una galería de arte y tal vez podríamos ir juntas o bueno, con Barry.

- No lo creo, debo ir a cubrir mi turno y hablaré con Stephen.

- ¿Acerca de qué?

- Barry quiere que vaya con él a Irlanda.

- ¡¿Qué?! ¡Amiga eso es magnífico! - la sacudió repetidamente.

- Quiere que conozca a su familia y amigos cercanos.

- Wow, él va muy enserio, te das cuenta de ello ¿Verdad?

- Por supuesto.

- ¿Irás?

- Sí Stephen me da las vacaciones adelantadas, pueda que sí.

- Debes ir, te lo aseguro.

- Ya te contaré...

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Mia caminó 5 manzanas desde la estación del metro hasta su trabajo. Revisó la hora en su reloj, iba con tiempo suficiente. Entró al local y caminó hasta la zona de empleados, se cambió el atuendo y ajusto el uniforme, de allí caminó hasta la oficina de Stephen y observó como salía de allí Steven, con su vista fija en unos papeles. Levantó la vista y la observó, aquella chica que le paraba el corazón pero que jamás podría ser suya. Caminó de prisa y salió lo más rápido posible de allí.

- ¡Hola Mia, pasa! - él le dio un cálido abrazo y le sonrío- En qué soy bueno.

- Yo me preguntaba sí quizás podría adelantar mis vacaciones de mitad de año.

- Vaya, a qué se debe tu decisión.

- Bueno, la familia de mi novio nos ha invitado a un evento.

- Sí quieres te puedo dar el fin de semana aún tendrías tus vacaciones.

- El problema es que tengo que ir a Irlanda.

- Wow, eso si que es lejos. ¿Cuándo sería?

- El próximo fin de semana, pero me iría pasado mañana.

- Ya veo. Es complicado porque los otros meseros están en sus vacaciones, Steve ha renunciado, solo me quedas tú- suspiró observándola atentamente- Esto vamos a hacer, yo trataré de contratar a algunos meseros. Sí lo logró tendrás tus vacaciones, si no lo lamento, pero no podrás ir. En este mismo momento comenzaré a buscar, te aviso luego.

- Enserio te lo agradecería mucho, Stephen.

- Eres mi empleada más antigua, Mia. Eres como de la familia.

Mistakes- Barry KeoghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora