Barry y Mia luego de organizar el restaurante, se dirigieron al apartamento de la chica. Allí ella le dio un mini tour y él le agradeció por permitirle su estadía allí. Él solo estaría durante el fin de semana, se encontraba audicionando para una película.
- Oye, pero solo tienes una cama- Barry se rascó la nuca, incomodo.
- Sí ¿Qué pasa?
- ¿Dónde dormiré?
- Conmigo- le sonrío segura- A menos que te incomode y no quieras.
- ¿Estás segura? Me refiero a qué sí no hay problema.
- No, para nada. Creo que es completamente normal, además ya nos tenemos confianza.
- Está bien, te lo agradezco.
- No es nada.
- Quiero invitarte a cenar- él la observo tiernamente.
- ¿Enserio? A qué se debe el honor.
- No estaré por mucho tiempo aquí, así que quiero compartir lo más que pueda contigo.
- Tienes razón.
- Así que ¿A dónde podemos ir? Tú conoces este lugar más que yo.
- ¿Te gusta las hamburguesas?
- Qué pregunta es esa, Mia, por favor- la observó indignado.
- Sí sabes que no a todos le gusta.
- Soy consciente de ello, pero puedo asegurarte de que a mí me gustan y mucho.
- Ok, entonces vamos.
Tomaron un taxi y se dirigieron hasta la zona gastronómica más conocida de la ciudad, Mia aseguraba que allí se encontraba el mejor sitio de hamburguesas, eran hechas por los mismísimos dioses. Entraron al lugar y una chica les dio el menú.
- ¿Qué me recomiendas?
- Todas son riquísimas, aunque siempre como esta- señaló un enunciado- Trea tocineta, jamón y maíz tierno, además de lo de siempre.
- Ok, entonces seguiré tu consejo.
- Deberías decir eso más seguido.
Se sonrieron y él regresó su vista al menú para detallar el resto de las opciones. La chica se limitó a observarlo atentamente, no podía creer que aquel irlandés la hubiera enamorado a tal magnitud. Ellos eran muy diferentes, empezando por su profesión. A veces dudaba sí era correcto continuar con él, muchos factores la inundaban de inseguridades.
- Hey, ¿Todo bien? - agitó la mano frente a ella.
- Sí, todo bien.
- Comienzo a pensar que te atrae mucho mi físico, siempre te me quedas mirando- se burló.
- Pues por fin lo descubriste ¡Sorpresa!
- ¿Hablas enserio? - asintió- Bueno, me alegra saber que te gusta este chico.
- ¿Te gusta esta chica?
- Eres hermosísima, te lo he dicho más de mil veces en todo este tiempo. - tomó su mano y la apretó levemente- Mia, lo he estado pensando mucho y creo que es tiempo de decírtelo.
- ¿Qué cosa? ¿Tienes novia, esposa, hijos?
- ¡¿Qué?!- la observó atónito- ¡No, cómo crees!
- ¿Entonces?
- Mia Wilson ¿Te gustaría ser mi novia?
La chica se atraganto con su propia saliva y sus manos comenzaron a sudar excesivamente. Por supuesto que lo quería, pero temía lo que pudiera pasar, no quería salir lastimada. Levantó su mirada y lo observó directamente a sus ojos, él le transmitía tanta paz y alegría.
- Nada me encantaría más.
- ¡Sí! - gritó y todos en el lugar lo observaron extrañados.
- Oye, baja la voz- la chica se sonrojo.
- Ven aquí.
Se juntaron en un beso muy lindo y tierno. Su amor era muy puro y dulce, siempre se lo demostró.
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Llegaron al apartamento y se recostaron de inmediato en la cama, había sido un día muy pesado y estaban muy cansados. Se miraron frente a frente y se sonreían, parecían dos adolescentes. Mia tocó la nariz del chico con a punta de su lengua y él se río. Ella llegaba a sorprenderlo con cada acción que hacía, podía ser algo seca, chistosa o indiferente.
- ¿Por qué me preguntaste sí me gustabas?
- Yo, no lo sé.
- Dime la verdad, por favor.
- Son estupideces, a veces me inundan inseguridades, es todo.
- ¿De qué hablas?
- Barry, eres muy guapo y además eres actor, cualquier chica hermosa se te puede atravesar. - musitó desviando su mirada- Sé que no éramos nada, pero no podía evitar pensar en eso.
- Pues supongo que tienes razón, por eso te conocí, en mi vista se topó esta chica hermosa y me cautivó al instante.
- ¿Hablas enserio?
- Por supuesto y quiero que por favor no dudes de ello, yo te elegí a ti y jamás te lastimaría, yo nunca hago eso.
- Así que es más probable que te lastime yo – bromeó la chica.
- Por supuesto que sí, eres todo un Polo Norte, tú corazón está hecho de hielo.
- Así es y el tuyo es de fuego.
- Un fuego llameante que se enciende cada vez que te ve.
- Oye, basta- la chica se sonrojo.
- Te quiero.
- Y yo a ti.
- Como sabes volveré a Irlanda.
- Así es.
- Oye, tal vez sea muy pronto, pero me gustaría que conocieras a mi familia y mi mejor amiga.
- ¿Qué? - lo observó atentamente- No lo sé, Barry.
- Puedes pedir permiso la próxima semana y te vas conmigo.
- ¿Crees que es buena idea?
- Sí.
- No lo sé.
- Por favor, te encantarán, ya lo verás.
- Déjame pensarlo ¿Sí? Tal vez le puedo preguntar a Stephen.
- De acuerdo, esperaré a tu respuesta.
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Mistakes- Barry Keoghan
Fanfiction- ¿Qué piensas del amor? - Dolor y sufrimiento. - No puede ser. - se burló- Para mí es la sensación más hermosa que existe. Te hace sentir cosas maravillosas e inexplicables. - Eres todo un princeso. - Mía, no te burles de mí. - No lo hago, solo cre...