XXII

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- Qué tal las cosas con Barry.

- Vamos bien, supongo que luego de la ruptura nos empeñamos en mejorar y solo queremos ser felices, tal vez no nos conocíamos lo suficiente y todo fue tan deprisa que no nos fijamos bien en lo que hacíamos. Nos ha funcionado muy bien hasta el momento.

- Me alegra escuchar eso. Nunca terminas de conocer a tu pareja, es algo que debes aprender y debes aceptarlo porque somos tan diferentes.

- Tienes razón.

- ¿Emily te ha hablado?

- Resulta que el día que rompimos, Barry fue muy enojado y la gritó, le pidió que no se volviera a acercar a nosotros jamás. Y al parecer lo cumplió.

- ¿Él lo hizo? -la observó sorprendida- Eso es increíble, por fin reaccionó.

- No ha vuelto a hablar con ella o su familia, me siento mal por eso, es mi culpa.

- Claro que no, tú no lo estás obligando a hacerlo. Sé que te sientes mal, pero no es tu culpa.

- No quiero que por mí olvidé a sus seres queridos, no podría vivir con ello.

- No pasará, ya lo verás, dale tiempo.

- Ok.

La castaña se quedó en silencio, observando el suelo y meditando todo lo que ocurría en su vida.

- Qué tienes en mente -Lauren la observó inquietante.

- Solo pienso que la vida es demasiada corta, no siempre podemos estar con quiénes queremos.

- Es cierto, pero por qué lo dices.

- Es Page, ella ha bajado 10 kilos en un mes. -sollozó la castaña- Sé que no debería mostrarme débil frente a ella, pero simplemente no puedo aguantar tanto. Esta tan demacrada, pálida, ojerosa y con un maldito optimismo de vida. No sé cómo le hace.

- Cuando ves la muerte cerca, disfrutas cada segundo y sacas fuerzas de donde no la tienes, Mia.

- Los médicos no han dado ni un solo certamen positivo, no tiene esperanzas de vida.

- Lo lamento tanto, pequeña. Qué dices sí organizamos una cena muy linda, donde estemos nosotros, amigos realmente importantes y hacemos una velada lo mejor posible.

- ¿Con Page?

- Hagamos de un día, uno demasiado especial para ella.

- ¿Hablas enserio?

- Claro que sí, Mia. Me encantaría contribuirle un poco de felicidad.

- ¡Te lo agradezco enormemente! -le dio un gran abrazo y beso su mejilla- Eres la mejor, sin duda alguna.

- Me pondré en contacto con todos, les haré la invitación y les pediré enormemente que vengan. Habla con Barry y planea algo lindo, estaré esperando la propuesta.

- De acuerdo, estaré muy pendiente de ello y te lo haré saber. Nuevamente te lo agradezco.

- Es lo que hacemos por quienes amamos.

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La chica salió de la casa de su amiga y tomó un taxi hasta el apartamento de su novio. Le contó todo lo que le había propuesto Lauren y él, al parecer, quedó encantado.

- ¿Qué opinas?

- Lauren es tan linda y pura, es muy especial -Barry le brindó una gran sonrisa.

Mistakes- Barry KeoghanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora