Sacrificios por quienes no lo merecen.

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El sudor y las lagrimas estaban muy presentes el día de hoy, todos en aquella habitación se encontraban muy aterrados, se podía sentir la desesperación en el aire. Una que hacía muy feliz al hada de la tierra. Aquella mañana, los de último año en Fontana Roja presentarían su último examen escrito y practico para poder graduarse de una vez por todas. Todos los especialistas se sentían confiados, pues habían pasado por grandes pruebas y estaban capacitados para cualquier conflicto que les vendría a futuro.

Claro, en ese momento no contaban que Marga dirigiría ambos exámenes. Ahí las esperanzas se les fueron por el retrete. Ni se diga las de Eloy. El pobre muchacho estaba hundido en sus apuntes y rezando para que su mejor amiga haya despertado de buen humor y le perdone la vida.

A pesar de que el escrito es en el gran auditorio interno de la escuela, el examen practico se realizará en el estadio. La parte mas alta de la escuela. Contando con algunos invitados como espectadores de la graduación; entre esos están los padres de los alumnos, ex-alumnos, profesores, patrocinadores, amigos y parte del alumnado. Es un gran evento.

Mientras los muchachos se preparaban para el examen en el auditorio, Marga caminaba sin prisas a su departamento. Había olvidado su bolígrafo y sus botas de púas para los copiones de la clase. Estaba de buen humor, si, pero eso no significaba que iba a tener compasión. Sentía especial emoción con el examen practico, pues realizaría algo completamente nuevo; cosa que a su padre le había encantado. Helia sonreía con solo pensar en el pobre futuro que tendrían sus alumnos.

La morena cruzó por un pasillo, al fondo se encontraba el departamento que era de su familia. Pero no logró llegar. Pues alguien salió de un cuarto de limpieza que estaba cerca y la jaló del brazo, cerrando la puerta con el pie. Marga ya sabía de quien se trataba, por eso no atacó y solo se mordió el labio.

—¿Sabes? Pudiste mandarme un mensaje de texto para vernos en tu cuarto.—le dice a su raptor.

—Eso le quitaría la diversión del momento.—Corde puso el seguro en la puerta. Se dio la vuelta y rápidamente apretó las piernas de la morena con ambas manos, acercándola a él.—Toda la tensión de este día lo estás provocando tú.

Marga sabía de que tensión estaba hablando. E iba a colaborar más en ella.

—Si piensas que con sexo me harás ser mas blanda con el resto...

Se quedaron en silencio cuando Corde subió una de las piernas de Marga para enrollarla en su cadera, sintiendo su excitación. Al hada se le escapó todo el aire de los pulmones y este llegó a la boca del chico, quien rozaba la cara de ella con sus labios, todo para provocarla.

—Al diablo con el resto.—le susurró contra sus labios.—Te extrañé.

Se habían visto ayer. En realidad, Marga había ayudado a Eloy y a Corde a estudiar toda la semana. Pero bueno, la extrañaba de otra manera.

—Y yo a ti.—Marga lo besó, desabotonando su traje de especialista.—Te necesito dentro.

—Hagamos esto rápido, llegaré tarde a mi examen.

—No creo que debas preocuparte mucho, dicen que la profesora tarda en llegar.—bromea.

Ambos se sueltan a carcajadas mientras desvestían al otro, prometiendo que lo harán mejor en la noche cuando no tengan tantas prisas. Este polvo era como de "buena suerte" o de "ten un buen día". La relación de ellos sigue siendo de amigos con derechos, pues no sienten la necesidad de formalizar algo que en realidad no es amor del romántico. Se amaban, eso nadie lo discutía. Pero era más por la amistad que tienen desde hace años, el apoyo que se dieron mutuamente... La sanación de sus corazones con alguien que los comprendía a la perfección. Aunque, la atracción física siempre estuvo, no pueden negarlo, era como un corrientazo cada vez que se miraban o sus manos rozaban, por mucho que estuvieran con otras personas, de vez en cuando les daba cierta curiosidad o morbo tener esa clase de intimidad.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora