En busca de un padre solitario.

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En una de las praderas más hermosas de Melody, un pequeño niño jugaba alegremente mientras perseguía a una mariposa amarilla; era medio día y el sol iluminaba sus largos cabellos azabaches, el pequeño amaba ir a esa pradera, no solo por las bellas mariposas y aves que habitaban ahí, sino porque compartía un rato agradable con sus padres.

Musa se sentó en el mantel que hace segundos había colocado en el suelo mientras que Riven distribuía la comida que llevaban para el picnic que organizaron, festejando en familia el cumpleaños número seis de Corde. Ellos habían querido pasarlo con sus amigos, pero estaban tan ocupados que no quisieron molestarlos. Además, a Corde no parecía molestarle en lo absoluto, solo les pidió ir a visitar a Soraya al día siguiente.

—¡Corde, bebé, no te alejes mucho!.—exclamó Musa desde su lugar.

El niño, obedientemente, asintió y se quedó parado mientras observaba a la simple pero bella mariposa casi dorada irse libre por el cielo, el color de sus alar le recordaba al sedoso y muy cuidado cabello de su mejor amiga, el cual olía a fresas, por eso le gustaba estar detrás de ella para olfatearlo y que Soraya siempre le grite que la dejase en paz.

Recordó la vez que vió una película con su padre en donde un niño expresaba su amistad pegándole un chicle en el cabello a una niña, se fijó en la mirada emocionada del niño, contento de colocarle un accesorio a la fémina que consideraba su mejor amiga; lástima que la pelirroja de la película tenía una expresión contraría. Sin embargo, Corde había prestado atención a la frase «Estoy enamorado de ti» y «Te amo» ¿Que significaba eso? Muchas veces oyó a su tío Helia decírselo a su tía Flora luego de darle un beso en la mejilla, pero nunca supo a que se refería.

Tal vez debía pegarle un chicle rosa a Soraya para averiguarlo; a ella el gustaba mucho ese color.

Con sus pequeñas piernitas, corrió hasta la ubicación de sus padres, los cuales lo observaron con una radiante sonrisa. Corde pegó un brinco y se acomodó entre las piernas de su madre, pinchandola del muslo con el dedo índice.

—Mami.—captó la atención de ambos adultos.—¿Que es «Te amo»?.

La mujer le acarició el cabello como solía hacerlo cuando era hora de la siesta, él adoraba esa acción, se sentía como el gatito que una vez su padre había llevado a la casa y su madre había mimado.

—Bueno,—suspiró.—esa palabra es muy fuerte.

—¿Cómo una grosería?.—el niño se tapó la boca con ambas manos, pensando que había hecho algo malo.

Sus padres soltaron una risota, confundiendo a su primogénito.

—No, al contrario, es la palabra más hermosa que puedes decirle a alguien.—corrigió, su encantadora sonrisa derretía el corazón del pequeño sin saber muy bien por qué, simplemente quería que su madre siguiera sonriendo.—Es cuando sientes un inmenso amor por alguien o por algo, no lo material, simplemente amar un sueño o meta.

—¿Y que es amor?.—Corde ladeó la cabeza.

Esta vez, fue Riven quien contestó.

—Existen muchos conceptos del amor, hijo, tal y como dijo tu tío Helia el día de su boda.—lo miró directamente a los ojos.—Para mí, el amor es el sentimiento más poderoso de todos hacia una persona, las ansias de desvivirte voluntariamente por alguien y velar por sus logros, hacer locuras que jamás harías por esa persona y tener en claro—ahora alzó la mirada, concentrándose en su esposa.—que no importa lo que pase y qué tan malo sea tu día, cuando piensas en ese alguien especial, recuerdas lo hermosa que es la vida.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora