Winx Club. Nueva Generación: One-Shots

Ronda de preguntas incómodas.

Advertencia: contenido fuerte que se supone que es para público mayor de 18, pero por lo visto ya hay muchos jóvenes que saben más del tema que yo. So, van a leer los más "oscuros" secretos sexuales de nuestros protagonistas y si esos temas les desagradan, los invito a no seguir con la lectura y esperar al siguiente capítulo.

Era la mañana del primero de enero, inicio de un nuevo y próspero año, lleno de más aventuras y retos para nuestra querida nueva generación de héroes. Luego del súper fiestón que dieron en Solaria junto a sus padres y seres queridos, los nueve jóvenes habían optado seguir la fiesta en la habitación de Adora y Arwen, donde estuvieron hablando y bebiendo toda la madrugada.

Todos excepto Adora y Esmeralda; la primera porque tenía a una bebé que amamantar y la segunda porque no le gustaba el sabor del líquido.

—No creo poder llegar a mi casa en este estado.—mencionó Lux con la ropa toda arrugada y el cabello despeinado.—Parezco recién violada.

—Exagerada, solo estuvimos jugando Twister.—bufó Eloy, sirviéndose más alcohol.

—Si, pero para jugar, tuvimos que tomarnos una botella entera. Eso era una orgía.—dijo Corde, estaba recostado en el suelo con los codos apoyados.—Y sentí que alguien me había rozado la entrepierna a propósito.

Las vistas de todos se dirigieron a Soraya, quien les regaló una sonrisa inocente.

—Efectos del alcohol.—se excusó, encogiéndose de hombros.

—Como sea...—Marga se arrastró hasta acostar su cabeza en el regazo de Esmeralda.—¡Estoy aburrida!.

—¿Aburrida dices? Pero si no paramos en toda la noche entre bailar y jugar.—su hermana frunció el ceño.—Ahora es que tenemos un descanso.

—Un descanso muy aburrido.—concordó Arwen, acostado boca arriba en su cama.

Al ver que la mayoría no quería terminar con la fiesta, el foco dentro de Soraya se encendió ante una idea algo malvada, pero estaba segura de que aceptarían.

—Les propongo algo.—habló fuerte para que todos la escucharan.—Verdad o desafío.

—¿Verdad o desafío? ¿Tienes 13 años o qué?.—contestó Tristán de manera tosca.

—Bueno, me explico mejor.—suspiró.—Solo serán preguntas, pero de las super incómodas.

—O sea... ¿Sexuales?.—quiso aclarar Adora.

Esme se tensó ante esa palabra, no le estaba gustando el rumbo que llevaba la conversación.

—Exacto.—contestó la rubia.—Todos tienen que responder con sinceridad, estamos en confianza, así que no deben tener pena.

—¿Podemos preguntar lo que sea?.—inquirió Marga, sentándose correctamente ya más interesada.

—Lo que sea. A quien sea.—sentenció Soraya mientras su sonrisa se agrandaba.

Entre todos se lanzaron miradas cómplices, pícaras y retadoras. Formulando en sus mentes las preguntas que haría caer a sus amigos. Claro, todos menos Esmeralda.

—¿No podemos hacer otra cosa?.—preguntó muy bajo, casi con miedo.

—No empieces, Esme. Ya debemos entrar en temas de adultos.—dijo la anfitriona del juego.

—Tranquila, es solo un juego inocente.—Arwen quiso calmarla hablándole suave.—Malo serían los retos, son solo preguntas inofensivas.

La chica confío en las palabras del mayor y suspiró, ya aceptando el juego. Al fin y al cabo, no creía que las preguntas fueran dirigidas a ella.