La diosa Esmeralda.

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Nuestros protagonistas caminaban dentro de una selva escondida en la Tierra, siendo liderados por Eloy y Arwen, pues habían escuchado que en ese lugar habían tesoros que nadie ha logrado encontrar. La selva era rodeada por mar, llegaron gracias al cetro de Soraya, pero no podían disponer de la magia dentro de la gran isla ya que no funcionaba.

Marga venía detrás, junto con Tristán ayudando a Adora a pasar cuidadosamente por las plantas y elevaciones de la tierra, Esmeralda se cercioraba de que no se cayera hacia atrás, Corde cargaba su mochila y la de su novia, Soraya se la pasaba quejándose, Lux estaba de última y Cody a su lado, analizando la fauna y flora de la Tierra.

—¿Quién fue el de la brillante idea de traernos aquí? Estoy siendo comida por los mosquitos.—Soraya no iba a aguantar por mucho tiempo esta aventura.

—Faragonda una vez nos contó que había una isla en la Tierra que restringía nuestra magia.—comenta su hermano mayor.—Quise venir a explorarla con todos ustedes y como tenía tiempo libre además de que Adora aceptó...

Con un machete, cortaba las hojas que le obstruína el camino.

—Pero Eloy y yo teníamos cosas que hacer en Fontana Roja.—intervino Corde rodando los ojos.

—Tenemos suerte de que Marga haya catalogado este viaje como una misión ¿No es fantástico?.—sin duda, el más emocionado era Eloy.

—¿En serio hiciste eso?.—preguntó Adora, a lo que la morena asintió.—Eres una maestra muy corrupta.

—Tengo mis privilegios.—se encogió de hombros.

—Es una lastima que Azucena no pudiese acompañarnos, le hubiera encantado toda esta naturaleza.—Esmeralda estaba fascinada con la selva y todos sus colores, dando unas cuantas vueltas cual princesa.

—Dudo mucho que Azucena hubiese aguantado todo un día sin sus poderes.—Tristán señaló a Soraya.—Solo miren a Soraya, está que se muere.

La rubia emitió un chillido de molestia y no tuvo más remedio que seguir caminando con ayuda de su novio. Lux detuvo un momento su andar, detectando algo en su computador portátil; frunció el ceño al descubrir que en esa isla existían escasos puntos donde si se podía usar la magia. Cody seguía caminando distraídamente, buscando plantas exóticas, hasta que chocó con la espalda de la pelirrosa y ambos cayeron al suelo. Cody encima de Lux.

Todos frenaron al escuchar algunos quejidos, Eloy y Tristán trataban de aguantar la risa, pues Lux no lucía para nada contenta y Cody buscaba sus lentes con desesperación sin darse cuenta de la mirada de su jefa.

—N-No... Encuentro mi-mis lentes.—la mano le temblaba al pobre.

Marga los visualizó cerca de unos arbustos a dos metros de los caídos, fue rápido a buscarlos para no perder tiempo en estupideces. Se agachó para alcanzarlos, sin embargo, estaba al borde de una colina y con su peso la tierra se desmoronó debajo de ella, haciéndola rodar colina abajo.

—¡Marga!.

Adora fue la primera en verla caer, así que se acercó casi corriendo para ver si podía ayudarla, pero perdió el equilibrio y cayó de espaldas. Arwen y Tristán se lanzaron hacia ellas; el rubio sujetó a su esposa con fuerza y la puso arriba de él para que no recibiera el impacto, el pelirrojo dió unas cuantas volteretas en el aire y aterrizó de pie, trotó hacia su novia, quien ya estaba usando sus codos para reincorporarse.

—¡¿Los 4 están bien?!.—gritó Corde mientras bajaba con el resto del grupo.

Usaron sus pies para deslizarse por el terreno, Cody apoyado en Eloy para no tropezar mientras bajaba y Soraya montada en la espalda de Corde. Una vez todos reunidos, Marga bufó y le lanzó los lentes al castaño.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora