Mellizos al rescate.

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—Tristán.

Abrió los ojos, desorientado. Pudo reconocer la borrosa figura de Lux frente a él, pasando una linterna de un lado al otro.

—¿Lux?—murmuró, sentía la garganta seca.—¿Dónde estoy?

—¡Dejaste que se llevaran a Arwen!—el grito de Adora a un lado de él lo terminó de despertar.

Reconocía la enfermería de Fontana Roja como si fuera su segundo hogar. Tenía conectada una sonda y un par de vendas en el torso desnudo. Adora se encontraba furiosa a su izquierda, con Adora en brazos. Lux a la derecha de su camilla, revisando los signos vitales de su mejor amigo.

—Adora, no puedes alterarlo así.—la reprendió el hada de la electricidad.—Espera que se le pase la confusión.

Tristán recorrió el espacio, pues no eran los únicos ahí. En una cama detrás de Lux estaba Esmeralda, más pálida de lo normal siendo rodeada por un aura brillante color verde, su cara empapada de sudor con los ojos cerrados aguantando el dolor que estaba experimentando. Eloy se encontraba sentado al borde de la camilla, presenciando con preocupación la lenta regeneración de las piernas de su novia. En el rincón del fondo, Soraya miraba un punto lejano, muy pensativa.

—¿Qué ha...? ¿Qué ha pasado?

Adora apretó los labios y se alejó de la camilla, metiéndose en el baño de la enfermería aún con su hija en brazos. Lux suspiró, se sentía sumamente derrotada.

—Nos emboscaron a todos, conocían el plan y tomaron ventaja.—procedió a cambiarle las vendas. Tristán se dejó.—Damian, Cody y yo peleamos contra un ejército de enanos que se volvieron gigantes, mi empresa quedó destruída y a penas logramos vencerlos. Fui al Lago Rocaluz para brindar apoyo pero llegué muy tarde.

»Los refuerzos que Marga envió de Fontana Roja encontraron a Soraya y Esmeralda en medio del bosque y las trasladaron aquí. El don de Esmeralda le regresará las extremidades que perdió, pero como nunca lo había necesitado en esta escala, le está costando hacerlo. Respecto a Corde...

—No lo han encontrado.—Eloy la interrumpe.—Un grupo de especialistas sigue buscando, tienen cuatro días sin rastros.

—¿Cuatro días?—Tristán dejó de respirar.—¿Cuánto tiempo llevo inconciente?

—Una semana.—Lux suspiró.—No he encontrado señales de Marga o Arwen.

—¡¿Una semana?!—exclamó, tomando impulso para levantarse de la cama, pero Lux lo retenía con ambas manos.—¡No puedo seguir perdiendo el tiempo aquí!

—Tristán, quedaste muy débil por el hechizo de Esmeralda. Debes descansar.

—Le di mi rastreador a Arwen, puedes localizarlos con eso.—quitó las manos de su mejor amiga y se puso de pie. Se mareó, pero logró disimularlo.—Mientras haces eso, yo me preparo para buscar a mi esposa.

La puerta del baño se abrió. Adora miró a su hermano con determinación.

—Yo voy contigo.

—Arwen me matará si apareces en la guarida del enemigo.

—Si vas a buscar a tu esposa, yo voy a buscar al mío.—sentencia.

—Adora, es muy peligroso.—Soraya se pone de parte de Tristán.—Perdimos a mi hermano, a Marga y ni sabemos si Corde está bien... No podemos arriesgarte a ti también.

—Es lo que buscan.—Eloy se dedicó a limpiar el sudor del rostro y cuello de Esmeralda con una toalla humedad.—Dejarnos indefensos. Un montón de locos nos están cazando por dinero ¡Y está funcionando! ¿Qué nos pasa? Le ganamos a las Trix cuando éramos niños—miró a Soraya y Tristán.—, ustedes se enfrentaron a Valtor.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora