Winx Club. Nueva Generación: One-Shots

La habitación de la reina.

—¿Así que no solo te fuiste por los problemas entre nosotros?—preguntó Tristán, acomodándose en su sillón. 

Había citado a Marga para hablar de unos temas pendientes, el principal era sobre su desaparición. Para su sorpresa, ella había aceptado, pero tenía que ser en un lugar alejado de todos, entonces están en el refugio real, donde solo entra la familia.

—Si es bien cierto que tuve la idea para dejarte tranquilo,—ella estaba sentada en el mesón, enrollando un mechón de su corto cabello. Después de que las cosas en Eraklyon se calmaron, todos notaron que la morena tenía el cabello hasta los hombros y le quedaba bastante bien.—pero también me di cuenta que quedándome aquí no cumplía mi objetivo.

—El cuál es...

—Hacerme más fuerte para proteger la Dimensión Mágica.—le terminó la oración.—Por eso me llevé a Noah y Alcides, para que descubrieramos en los rincones de la Dimensión nuevas formas de batalla y la forma de ayudar a las personas. Fue impactante la experiencia y llena de sabiduría.

Él esperaba con todas sus fuerzas que dijera que había odiado el viaje y que lo extrañó como nunca, obviamente ya no pasaría eso.

—Me alegro que lo hayas disfrutado.—fingió estar contento.

—También descubrí algo que te incumbe.—lo dijo tan bajo que Tristán se acercó, intrigado.—Es sobre Damián.

Al escuchar ese nombre, Tristán apretó los puños, estaba seguro que él fue quien mandó a raptar a su hija. Por cómo iban las cosas, Damián parecía ser más inteligente de lo que esperaba, así que trataba en lo posible de no levantar sospechas.

—¿Qué descubriste?—no quiso rodeos en el asunto, necesitaba desenmascararlo.

—Fui al planeta donde tienen registro de todas las personas del mundo mágico, me puse a investigar a fondo su procedencia y me topé con esto.—dejó unos papeles en la mesa, Tristán no dudó en leerlos.—¿Recuerdas que no sabemos de dónde vienen sus padres? Pues son del mismo planeta que atacó a Andros.

En los informes aparece que los padres de Damián se llaman Judith y Hank, tenían un gran puesto político en el planeta hasta que murieron de forma desconocida cuando su hijo tenía tres años.

—¿Por eso fue que no le dijiste a nadie que te ibas?—inquirió el pelirrojo.—¿Para no levantar sospechas en Damián?

—Exacto, Damián no conoce a Nataly y tampoco habla con Arwen, eran menos predecibles para que Damián los tuviera vigilados.—Tristán debía reconocer que Marga era una genio.—Así como también para Cody, en el cual jamás confié, pero desgraciadamente solo tengo la misma información que tienes de él.

—¿Tienes más información?—preguntó esperanzado.

—Que Damián va de vez en cuando a su planeta de origen, es todo lo que sé.—Tristán suspiró pesadamente.—Pero tranquilo, me voy a enfocar en investigar los sucesos que lo involucran en las cosas que nos han pasado.

El pelirrojo quería agradecerle por todo lo que estaba haciendo, ella fue la única persona que si le dió importancia a su paranoia cuando nadie más lo hizo, al igual que hace lo posible porque su teoría sea cierta.

Era fantástica, pero no suya.

De verdad iba a darle las gracias, pero la puesta se abrió de golpe y Adora entró en ella. Al verlos en ese cuarto solos, provocó que ella diera brinquitos y se pusiera a chillar.

—No regresamos.—dijeron la ex-pareja al mismo tiempo.

La emoción de Adora bajó tan rápido como llegó, mirándolos con cara de aburrimiento.