Extra no-oficial: El secreto que guardan los muros.

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Soundtrack del capítulo:

—More Than Friends - Isabel LaRosa
—Fire on Fire - Sam Smith
—Shameless - Camila Cabello
—Women - Harry Styles
—Too Late To Love You - Ex Habit
—Middle of the night - Elley Duhé
—Lady, Touch Yourself - Nikki Idol  

°°°

No estaba muy seguro de la hora. Era tarde, claro está, el cielo estaba teñido de un azul tan oscuro que las estrellas resplandecían sin mucho esfuerzo. Podía contemplarlas desde la ventana de su sala.

Se recordó a sí mismo comprar un reloj de pared. Iría a por él junto con las cosas que faltaban para terminar su mudanza. La nueva vida de adulto independiente estaba iniciando esa noche; ya no vivía con sus padres ni tenía su habitación en Fontana Roja. Ahora su refugio, su zona de confort era ese departamento de una habitación con sala, comedor y cocina en un solo ambiente. No necesitaba mucho espacio y tampoco muchas cosas, aprendió a soltar lo material hace ya tanto tiempo que con las cosas básicas sería su hogar perfecto.

Y algo muy básico era un reloj cuando tenía el celular cargando en la habitación mientras preparaba la cena.

¿Quién sabe? Tal vez adopte un animal pequeño que le haga compañía, comenzaba a pensar que tanto silencio lo iba a volver loco en un par de semanas, pero ya no podía seguir viviendo en la casa donde creció. Quería tener su independencia, sus reglas, sus secretos y su intimidad.

No tenía ni una pizca de privacidad con Musa entrando a su habitación sin tocar solo para guardar la ropa que él tampoco le pidió lavar.

Sorprendentemente, su puerta fue tocada cinco veces seguidas, en un rango de dos segundos entre toques. Frunció el ceño ¿Los vecinos sabrán que ya se mudó? Pues no esperaba a sus amigos ni padres esa noche, no podía imaginar quien estaba del otro lado. Se limpió las manos con la toalla de cocina y con pocos pasos llegó a la puerta.

Al reconocer un vestido brillante color vinotinto, supo exactamente quien era y sonrió involuntariamente.

—¿A qué se debe el honor de su visita, su majestad?—la saludó sin terminar de abrir la puerta.

La mujer del otro lado tenía una mirada divertida porque le había hecho gracia el sarcasmo del anfitrión, pero sin perder esa expresión de superioridad que siempre la caracterizaba. Él también notó que estaba algo incómoda y trataba de disimularlo.

—Conseguí un espacio de mi ocupada agenda para ver tu nueva residencia.—le contesta, fingiendo un acento muy marcado y elegante. Como suele hablar con personas importantes.

—Soy muy afortunado de estar presente en los pensamientos de la reina de Eraklyon.—su sonrisa se agrandó, haciéndose a un lado para dejarla pasar.—Adelante, mi casa es tu casa.

Ella pasó a su lado y él quedó disfrutando del perfume que dejó a su paso. Cerró la puerta y se volteó para observarla mejor: un vestido enorme y costoso, un corset con detalles en oro, el pendiente de Eraklyon adornando su cuello y el cabello en un recogido simple pero que con sus rulos lucía encantador. La invitada sorpresa procedió a quitarse los tacones y dejarse caer sobre el sofá a estrenar, subiendo las piernas a la mesa de centro, provocando risas en el muchacho.

—¿Te han dicho que eres una mujer muy refinada?

Mientras formulaba esa pregunta, la mencionada tomó la acción de deshacerse de su peinado y sus rizos aparecieron como una explosión, cayendo y esparciendose sobre su rostro y hombros de manera descuidada.

—Fijate que el primer ministro de Eraklyon me felicitó por omitir la palabra "mierda" en mis opiniones por primera vez.—comenta con orgullo, haciendo reír mucho al chico.—Estoy en un nivel cósmico de elegancia. Algo fuera de todo lo que conocemos.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora