Momentos desesperados, medidas desesperadas.

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Lux había perdido comunicación con su familia hace unos minutos, lo cual le extrañó ya que su equipo era de los más avanzados en la Dimensión Mágica. 

—El plan iba excelente ¿Tristán habrá roto el receptor otra vez?—supuso, dando vueltas distraídamente en su silla.

Iba a llamar a Esmeralda cuando un grito muy agudo que venía de afuera la sobresaltó.

—¡Jefa!—pudo reconocer la voz de Cody al instante. Estaba en peligro.

Dió unos pasos hacia la puerta principal para ir a defender a su asistente, pero Damian apareció en su ventana de un salto y terminó frente a ella, bloqueandole la puerta.

—Te están buscando, tal parece que tu don de la Llama del Dragón vale unos millones.—trataba de ser cómico, pero la seriedad en su rostro se lo impedía.

—¡¿Están aquí?!—exclamó con preocupación.

—Oh ¿Ya te los presentaron? Te buscaban en el lobby. Les lancé a Cody de distracción para poder subir a advertirte.

Lejos de calmarla, ese plan la estresó mucho más.

—¡¿Dejaste que capturaran a Cody?!

Al verla tan molesta, Damian cuestionó su increíble plan de rescate.

—Pues...

Lux se transformó al tiempo que la puerta fue destruída por una bestia gigante y con su mano libre tenía atrapado a un Cody muy llorón.

—¡Yo lo salvo, mi amor! ¡Tú escapa!—le grita Damian, sacando una espada de quién sabe donde.

—No vas a poder con ellos.—Lux le entrecierra los ojos.

—Tienes razón, esperaba que salieras primero y yo escapar después.

—¡¿Y qué hay de mí?!—Cody estaba muy alterado.

—Daños colaterales ¿Sabes lo que son?

Lux voló hasta la gran bestia de tres metros de altura, ignorando por completo a los dos chicos.

—¡Cortocircuito!

Rayos cargados de electricidad salieron de sus manos y terminaron en la cara de la bestia a una velocidad impresionante. La criatura comenzó a tener espasmos por el ataque, haciendo que suelte a Cody y este caiga de cara al suelo.

Provocando grandes carcajadas en Damian.

La bestia quedó en shock por la descarga y cayó al suelo como un tronco a un metro de Cody. El de lentes se puso pálido.

—Estoy considerando seriamente renunciar.—expresa, mirando el techo.

—Tu contrato no te lo permite ¡Arriba!—le dice Lux, volando encima de él.—Los demás necesitarán nuestra ayuda.

Cody tomó la mano de su jefa y se levantó del suelo.

Lo que no contaban era el ejército de duendes que habían hecho estallar la pared detrás del escritorio de Lux. Al ver su tamaño, Damian comenzó a reír.

—Son unos enanos orejones, esto será muy fácil.

Los "enanos orejones" usaron magia para volverse cinco veces mas su tamaño.

—Creo que somos nosotros los que necesitamos ayuda.—Cody volvió a palidecer.

(...)

—¡¿Soraya se volvió loca?!—gritó Ava, espantada.—¡¿Se atrevió a dejarte morir por una rabieta?!

Para sobrevivir a una caída de más de treinta metros de altura, Corde tomó a Ava de la cintura y desplegó su tabla circular portátil guardada en el bolsillo de sus jeans. Los llevó a la punta del árbol más cercano y de ahí chocaron con unos cuantos más para reducir la velocidad en la que caían hasta llegar a tierra rodando.

Winx Club. Nueva Generación: One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora