DOCE

718 85 4
                                    

    *Tump...* *Tump...* *Tump...*

    Su corazón alborotado no dejaba de retumbar en su pecho.
 
    Sus manos nerviosas y sudadas no dejaban de mover sus dedos, creando una mini guerra entre ellos.

    Su boca se secaba y creaba saliva a cada rato.

    Su rostro ardía.

    Sus ojos viajaban de ver adelante, a volverlos a enfocar en sus manos, y nuevamente adelante, a la persona frente suyo.

    Porque no puede dejar de ver al lindo chico sentado frente suyo.

    Que come un pastel de frutillas y crema moca, que fue recomendado por el mismísimo Seijuro.

    Porque es su favorito...

    — ¡Es delicioso, Akashi-kun! ¡No sabía que había un café tan bueno por aquí!

    — ... Es... Bastante... desconocido... Porque está ubicado en un callejón... Es muy tranquilo para leer o estudiar...

    Seijuro quiere golpearse la cabeza, arrancarse los brazos y cortarse la lengua.

    ¡¿Por qué estaba tan nervioso?!

    ¡¿Acaso era porque nunca le había mostrado su café favorito a nadie?!

    ¡¿O acaso porque nunca nadie supo, hasta hoy, que le gustaban los dulces (con un pequeño toque amargo para que no sean empalagosos, acompañados siempre de un café negro sin azúcar)?!

    ¡¿O tal vez porque ese chico frente suyo era tan lindo al hablar de su libro (y autor) favorito, mientras comía del postre favorito de Seijuro, sin dejar de decir lo delicioso que era, y lo agradable que era estar ahí, con Seijuro?!

    ¡Que alguien le explique por qué se siente así!

    Su voz temblaba al hablar, y mientras más palabras salían de su boca, sentía como más su rostro enrojecía.

    Pero Furihata parece estar perfectamente bien.

    ¡Es más!

    Él parece disfrutar, no de mala manera, sus reacciones tímidas y avergonzadas.

    ¡Pero a Seijuro no le gustaba!

    ¡Era extremadamente embarazoso, y exageradamente incómodo para él!

    ¡Que alguien le responda; ¿Por qué Furihata Kouki lo tiene así?!

    — Akashi-kun... Emmmm...

    Miró a Furihata, quien parecía, por primera vez desde que ingresaron al café, luego de la firma de autógrafos, avergonzado y tímido.

    — ¿Si?

    — B-bueno... Yo... Qu-quiero decir... Tu... N-no... O-otra vez...

    Kouki tomó aire y lo libero barias veces, hasta que por fin pareció estar más tranquilo.

    — E-eres la primera persona que conozco que le gusta Strawberry pocky en la vida real...

    — Oh... También eres el primero...

    — ¡¿E-en serio?! ¡E-entonces...! ¡Ammm...! ¿P-podrias...?

    — ¿?

    Seijuro inclinó su cabeza sin comporander cuando Furihata no terminó su pregunta.

    ¿Podría qué?

    Seijuro puede muchas cosas, y siente que, si Furihata se lo pide, él haría cualquier cosa.

    — ¿M-me darías tu... Número...?

    — ...

    Seijuro, quien se había calmado, volvió a su estado de pánico.

    También conocido como: gay panic.

    ¿Su número?

    Que Furihata tenga su número... ¿Qué significaba?

    Tener la información de contacto de alguien es = poder mantener contacto con esa persona, a pesar de no estar frente a frente.

   Mantener contacto con Kouki es = ...

    '¿Poder hablar un poco más con él...? Suena bien...'

    — ...

    — ...

    Pero Seijuro no se movió.

    Sus manos temblaban, y su elevado ritmo cardíaco hacia que su noción del tiempo se viera afectada por lo rápido que estaba llegando el oxígeno a su cerebro.

    No, no era oxígeno, ni sangre, ni nada...

    Eran sus pensamientos de felicidad que desbordaban, que lo cegaban.

    ¡Hazlo!

    '¡Hazlo, Seijuro!'

    ¿Por qué, el solo pensar, que podría mantener más contacto con Kouki lo hacía tan feliz? ¿Por qué lo descolocaba tanto?

    No lo sabe, pero el sentimiento de felicidad era algo lindo, por lo que...

    — ¿A-akash-?

    — Furihata...

    — ¡S-si!

    — ¿Podría... mos...?

    — ¿Qu-qué?

    — ¿Podríamos... También... Hablar... Aquí... Otra vez...?

    — ...

    Tuvo que bajar la mirada, porque si antes sentía su rostro arder, ahora siente que es un mar de lava caliente, tanto así que siente que, de por sus orejas, salía humo.

    No se atrevió a mirar a Furihata.

    Usualmente, no le avergonzaba para nada decir las cosas.

    Si Seijuro quería algo, lo decía (y lo conseguía).

    Si le molestaba algo, lo decía.

    Si le desagradaba algo, lo decía.

    Si quería pasar tiempo con alguien, lo decía.

    Esto último, nunca fue hacia solo una persona en particular, en realidad, solo sucedía con sus compañeros de equipo, y siempre quería verlos a todos a la vez, pero con Furihata Kouki era diferente, él... Él es diferente... Lo quería para él solo.... ¿He...?

    '¿Y-yo qué...?'

    — ¡C-claro, Akashi-kun!

    *Tump!*

    Sacándolo de sus pensamientos, Kouki habló.

    O bueno, gritó.

    — ¡Y-yo... Quiero...!

    Al levantar la mirada, y encontrarse con los ojos de Kouki, Seijuro pierde el aliento.

    — ...

    'Lindo...'

    Seijuro tiene un extenso vocabulario, donde muchas veces las personas no saben el significado de sus palabras, pero, cuando ve a Furihata, solo puede pensar una cosa:

    'Es tan lindo...'

    Como, a cada segundo, el rostro de Kouki hierve más en vergüenza, pero a la vez felicidad, como sus preciosos ojitos avellanas se iluminas con brillitos de emoción y sinceridad, como su boca boquea como pez fuera del agua, queriendo decir más, pero no puede.

    Y Seijuro se da cuenta que, aunque Kouki lo oculte, también siempre está nervioso junto a él.

    ¿Por qué será?
























































Tratando De Asimilar EstoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora