Tratando De Asimilar Esto

TRAEINTA Y DOS

    Seijuro se paró frente a la puerta del consejo estudiantil.
 
    Con su mirada estoica y fría, cualquiera pensaría que era un día normal para él, pero para alguien que lo conociera bien, notaría al instante su nerviosismo.

    Como ahora.

    — Buenos días... ¿Sucedió algo, Akashi-kun?

    Al a penas abrir la puerta, vió a Furihata, quien al a penas verlo, notó que había algo raro en Seijuro.

    No había nadie en la sala, solo ellos dos, cosa que es de lo más normal para ellos.

    Seijuro lo agradecía, pues su tiempo a solas con Kouki era de las cosas que más disfrutaba.

    — No... Si...

    Seijuro se acercó a Kouki, este le sonrió y esperó pacientemente a que Seijuro hablara luego de sentarse a su lado.

    Pero Seijuro no se sentó.

    Lo miró a los ojos por un momento, y a pesar de su silencio, no parecía estar pensando en algo, sinó más bien... Seijuro parecía estar admirando su rostro.

    — ¿...?

    — ...

    Seijuro tomó aire.

    "— Solo sé sincero, mientras más sincero seas, mejor. No pienses antes de hablar."

    — A mí me gustas.

    — ...

    — Me gusta hablar contigo y pasar tiempo contigo, almorzar juntos, recostarme en tus piernas o simplemente estar contigo, estemos haciendo algo o no, hablando o no, me hace sentir relajado y feliz, en paz, siempre que estás conmigo, me siento así, es como si mi mente se despejara y pudiera respirar bien. Por ello siempre tengo la necesidad de estar contigo... Y cuando no lo estás... Me siento raro y siempre pienso en tí...

    — A-Akashi-kun, e-espera-

    Seijuro continuó hablando, cada vez más rápido, cada vez más avergonzado y nervioso:— Por ello... Quiero que siempre estés conmigo, pero tampoco quiero parecer super pegajoso, por ello quería usar la escusa del equipo de básquet para estar aún más tiempo contigo, así que lo siento por ello. Por otro lado, me molesté mucho cuando pensaste que eras menos que otros, cuando a mis ojos eres increíble, así que me disculpo también por enojarme... Solo... No lo sé... N-no sé si fue por mi culpa que lloraste, pero pensar que así fue me hace sentir como una basura, aún más porque no entiendo porqué, pero lo sient-

    — ¡Akashi-kun!

    — ¡...!

    Seijuro cerró su boca caundo Kouki presionó sus manos contra sus mejillas, recuperando el aire que estaba perdiendo al hablar sin detenerse por ningún momento.

    Sus labios se abultarom en consecuencia, y sus ojos se agrandaron por la sorpresa.

    — ...

    Pero pronto se suavizaron mirando a Kouki, quien estaba suborizado hasta el cuello y las orejas.

    Como siempre, sus manos eran cálidas y suaves, gentiles como ninguna otra...

    — E-estás hablando muy rápido...

    — ...

    Le aconsejaron que no pensara, así que Seijuro hizo lo posible por no hacerlo.

    Fue fácil, en realidad, porque cuando tiene a Kouki tan cerca, su mente se despeja y solo puede consentrarse en él.

    Y al tenerlo tan cerca, solo podía pensar en que sus labios finos se veía muy bien al moverse mientras hablaba, brillosos al remojarlos con su lengua.