Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››

Día 20

El padre de Palette le insistió que viniera a la fiesta de graduación que sería esa misma noche, usando de excusa que lo consideraba como parte de la familia y que por eso no podía perderse este día tan especial.

"Estoy seguro que mi hijo se pondría muy feliz que estés ahí, vamos ¿Qué dices?"

Claro que deseaba ir, pero no quería sacrificar el esfuerzo que había hecho para seguir la rutina que lo ayudaba a ser el mejor de su clase estos últimos meses.

No sabía si era capaz de ir a un evento, del cual recién le habían avisado, y dejar sus estudios a segundo plano aunque sea por unos minutos, mientras pensaba qué hacer, el tiempo se fue volando y casi se cae de la silla de donde estaba sentado al ver la hora, ya eran las diez de la noche.

Rápidamente se vistió y fue directo a su destino en un taxi, en el camino intentó olvidar que mañana tenía muchas cosas importantes que hacer y cuando veía por la ventaba del vehículo, recordó que debía llamar a Ink para avisarle que al final sí iría.

Al llegar se encontró al mayor esperándolo afuera del establecimiento, se saludaron y no tardaron en ingresar.

—Me alegro que hayas cambiado de opinión.

—Sí, aunque vine realmente tarde.

—Pftt, no te preocupes, llegaste en el momento indicado, te ahorraste el discurso del director, de los profesores, la entrega de diplomas, bueno, esas cosas aburridas, ya sabes.

A diferencia del contrario, a él en verdad le hubiera gustado ahí para ver todo, pero no podía cambiar nada ahora, una vez entraron al salón principal, el alto volumen de la música lo aturdió y las luces de colores cegaron su vista.

—Ven, por aquí está nuestra mesa.

Fue agarrado de la mano y pasaron por algunos jóvenes bailando, por suerte no tuvieron que caminar mucho.

—¿El señor Dream no vino? —Preguntó al ver por ningún lado al mencionado mientras tomaba asiento igual que el más alto.

—Oh, no, es que tenía cosas que hacer, pero no importa, yo estoy aquí —Respondió restándole importancia al asunto y procedió a agarrar unos cuantos bocaditos de la bandeja que un mesero pasaba mesa por mesa.

—¿Y Palette?

—Uhmm, debe estar por ahí con sus amigos —Comento y buscó con la mirada al menor— Ah, mira, haya está.

Y como por arte de magia, justo Palette se dio la vuelta y los vio, por lo que se apartó de su grupo y caminó hacia donde estaban. 

—¡Goth, en serio viniste! —Exclamó poniendo sus manos sobre la mesa y dando un pequeño salto.

No pudo responder de inmediato, pues se quedó un poco extrañado, Palette vestía de una forma un tanto usual de lo normal.

¿Sería la primera vez que lo veía con ropa formal?

—Uh, sí, lo siento por no...

—No importa, al final sí viniste.

La sonrisa ajena hizo desaparecer cualquier sentimiento negativo, aunque por un segundo pudo divisar a los amigos del contrario riendo y mirando hacia aquí, lo cual lo puso un poco nervioso.

—¿Por qué no bailamos?

Palette le tendió la mano y aún dudando la tomó, mientras se alejaban de la mesa, no sabía por qué esperaba que Ink dijera algo, mas este hizo un simple ademán para despedirlos.

Ahora sí podía decirle adiós a la única oportunidad para escapar y evitar hacer el ridículo. 

—Sabes, no sé bailar —Admitió cuando el menor se posicionó en frente suyo. 

—Ah,  yo tampoco.

—¿Qué? ¿Pero entonces...?

—Bueno, es un buen momento para aprender.

—No puedo creer que me estés diciendo esto...

Sin embargo, el mundo estaba de su lado y en ese instante cambiaron a una música más lenta y calmada.

—Bueno, con esa canción, creo que bien podemos bailar como en la mayoría de películas.

—No pienses que siempre podrás salirte con la tuya.

—Entendido.

Compartieron risas cuando trataron recordar dónde debía poner cada uno la mano, una vez estuvieron listos, empezaron a moverse lentamente acorde la melodía, aunque no estuvieron muy coordinados, al final fue una experiencia agradable.

∆

—Palette, deja de abrazarme, tengo que lavar los platos.

—Pues lávalos.

—Sí, pero no me dejas caminar.

Hace unos minutos habían terminado de cenar y ya era hora de ir a la cama, pero antes quería dejar todo limpio, lamentablemente el menor se apegó a él en el peor momento.

—Goth, Goth, en unos días ya es Navidad ¿No estás emocionado?

—Ajá, sí, ya suéltame.

—Bueno, tú ganas —Se alejó del mayor y cuando este se dio la vuelta, volvió a abrazarlo— Buenas noches.

—Sí, buenas noches...

Se quedaron en silencio y por alguna razón Palette empezó a moverse un lado a otro lentamente, obligándolo a imitar sus pasos, sentía que estaban bailando de una forma rara, por lo que devolvió el abrazo y sus manos se aferraron a la espalda ajena.

No se atrevió a alzar la mirada, pero presentía que ahora el menor sonreía, hundió su rostro en el pecho del contrario lamentando no saber qué hacer.

¿Sería cruel alejarse ahora, verdad? 

Ahora que Palette parecía ilusionado de que pudieran ser algo más que amigos.

Y la verdad es que... también lo estaba.