Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››

Día 11

Goth se despertó al sentir algo tocando su mejilla, cuando sus cuencas se abrieron completamente se dio con la sorpresa de ver a Palette echado a su lado.

—Buenos días.

Estaba aún somnoliento por lo que tardó un poco en reaccionar.

—¿Qué haces en mi...?

—Te traje fruta.

El menor le mostró un bol lleno de mango picado y rápidamente le tendió un tenedor, el cual por alguna razón aceptó y procedió a comer en silencio, ahora dudaba si debía molestarse.

—¿Por estás aquí? —Cuestionó aunque luego pensó en una mejor pregunta— Espera ¿Qué hora es?

Quizás era tarde y por eso el contrario vino para despertarlo.

—¿Eh, la hora? Pues... —Miró hacia el techo intentando recordar— No sé ¿Las cuatro de la mañana?

No pudo evitar sorprenderse, por lo que se de forma torpe apartó las sábanas que lo tapaban y descalzo se levantó de la cama para fijarse por la ventana el cielo.

—¿Pero por qué...?

Con razón hacía tanto frío, aunque dejando eso de lado, ahora menos entendía por qué el más alto estaba en su habitación.

—No pude dormir, así que estuve revisando otra vez lo que mi tío me envió y...

—Oh, por favor, no me digas, seguro encontraste algo interesante.

—¡Sí! ¿Cómo lo supiste?

—No.

—¿Cómo que no? Si ni siquiera sabes qué es.

—Definitivamente no.

—¡Vamos, Goth!

Al final fue convencido de alguna manera, quizás debido a que contrario insistió tanto y no lo iba a dejar en paz hasta que aceptará, además lo único que deseaba era volver a su cama y dormir.

—¿Y te gusta?

Tuvo que respirar hondamente para no perder la paciencia, las piyamas que vestían que eran ridículas, pero claramente no podía ser sincero.

—Sí...

Lo peor es que le quedaba algo grande, odiaba no haber crecido más.

¿Es por qué no tomó tanta leche cuando era un niño? ¿Acaso era eso?

—Yo un unicornio y tú un dinosaurio, los dos combinan muy bien ¿A qué tengo razón?

—Claro, me gustan los dinosaurios ¿Sabes por qué?

—¿Por qué son graciosos?

—Porque están muertos.

Su comentario dejó sin habla a Palette y se aquello le causó gracia, era cruel, sí, pero el menor se lo merecía, así pensaría mejor antes de meterse con sus horas de sueño, las cuales eran sagradas.

—Voy a dormir, cierra la antes de salir.

—Eh, pero...

No comprendía cómo es que al final permitió que el contrario se echará en su cama.

—¿Sigues aquí? Vete a tu habitación.

—No creo poder dormir solo.

—¿Y?

—Estaré tranquilo, no te preocupes, además velare que tengas buenos sueños.

Entrecerró sus cuencas no muy convencido, le gustaría protestar, mas se sentía realmente cansado.

—Que duermas bien...

Palette agarró una de sus manos y la besó suavemente, esa acción obviamente le incómodo, pero al mismo le gustó la sensación que le causaba el contrario.

Al lado de Palette todo era... tan agradable.

Temía acostumbrarse, pues una vez ya no lo tenga cerca entonces...

¿Podría vivir con ello? ¿Sin su cariño?