Día 10

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No había pasado nada destacable en todo el día para su gusto y se preguntaba si debía preocuparse por eso o no.

Cansado decidió tomar su libreta y garabatear en ella para despejar su mente, se echó en su cama y dejó volar su imaginación, mientras trazaba algunas líneas, recordó vagamente que en su niñez le gustaba pintar las paredes de su casa, aunque al final siempre terminaba siendo regañado.

Quizás podría remodelar su habitación, le pediría ayuda a Goth y así pasarían más tiempo juntos.

Después de unos minutos, se percató de lo que estaba dibujando y tiró su libreta sin importarle donde cayera.

Esto era extraño, no era verano, pero aún sentía todo su cuerpo arder.

¿Qué le estaba pasando?

—Me estoy volviendo loco... —Murmuró mientras hundía rostro en las sábanas.

Cuando logró calmarse, buscó con la mirada lo que había lanzado y una vez lo tuvo en sus manos se dedicó a observar avergonzado el dibujo que había hecho de Goth sin querer.

¿En serio le gustaba tanto?

Ahora se cuestionaba desde cuándo empezó a tener esos sentimientos hacia el mayor.

¿Cómo es que siquiera se...?

No, espera, la razón era obvia.

Goth era alguien... genial.

Con solo pensar en todos los momentos que pasó a su lado los nervios se apoderaron de su cuerpo y de manera inconciente sus manos se movieron solas, y acabó dándole algunos detalles extras a su dibujo.

—Un gatito...

Se levantó de su cama y se dirigió hacia las cajas que reposaban en un rincón.

—Si no mal recuerdo deben estar por aquí... ¡Los encontré!

Salió tan rápido como pudo de su habitación y caminó hasta el sofá donde se encontraba Goth comiendo unas papas fritas en un bol en silencio.

No se tomó el tiempo para decir algo y solo le puso lo que tenía en manos al más bajo, quien claramente se asustó y no tardó en voltearlo a ver.

—¿Eh, qué es esto?

—Son orejas de gatito —Respondió y también se puso unas, pero las suyas eran de perrito— ¿A qué no es lindo?

—¿Qué...?

Palette no comprendía por qué el contrario parecía tan extrañado por lo que acababa de hacer, aunque al ver el rostro ajeno muy confundido, no pudo evitar pensar que...

—Te ves tierno.

Pronto se arrepintió por haberlo dicho en voz alta, pues Goth se sonrojó y aquello ocasionó que también sus pómulos se ruborizaran, provocando que hubiera un silencio realmente incómodo entre ellos dos y que ninguno quisiera ver la cara del otro.

Si tan solo tuviera el valor para tomar de los hombros al contrario y bes...

Espera, espera... ¿Dónde había quedado su inocencia? ¿Y su mentalidad pura y limpia?

En verdad anhelaba volver a esos tiempos cuando creía que existían las fábricas de bebés y las cigüeñas se encargan de entregarlos a sus respectivas familias, así se seguro se ahorraría esos sueños raros que tenía últimamente por las noches.

Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora