Día 12

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La mayoría no puede recordar lo que sueña, pues una vez se despiertan al instante lo olvidan y por más que traten no pueden hacer otra cosa que aceptarlo.

Justo en este momento Palette le gustaría ser parte de la mayoría.

De nuevo se encontraba en la misma situación y por eso mismo trataba de convencerse que no había soñado con Goth por cuarta vez en esta semana.

A este paso iba a volverse loco.

¿Cómo mirar a la cara al mayor si tenía ese tipo de sueños?

Aunque por más que quisiera negarlo, deseaba que se volvieran reales, quería estar cerca, muy cerca del contrario, quería muchas cosas en realidad...

—¿Ya estás despierto?

Casi suelta un grito al ver a Goth asomándose por la puerta de su habitación.

—E-eh, sí... —Se apresuró en responder.

—Uh, bien, el desayuno está listo.

—De acuerdo, ya voy.

El más bajo lo miró algo extrañado antes de retirarse, seguro se dio cuenta de su comportamiento tan sospechoso.

Sentía su rostro arder, por lo abrazó su almohada y trató de tranquilizarse.

No debía actuar de forma impulsiva, claro que no, no iba a echar por la borda su amistad con Goth.

No, no, obvio que no.

¿Y si...?

El resto del día estuvo en pensando en la frase: "El que no arriesga, no gana."

Y es que en serio no pudo quitarse esas palabras de la mente, pues eran su único aliento y apoyo.

Su padre realmente no le importaba mucho quién fuera su pareja, mientras su madre le decía claramente que saliera con alguien de su edad, o sea, con Goth no, y luego están sus amigos, que aceptarían cualquiera que fuera su decisión, sea mala o buena.

Debía hacer algo antes de que fuera demasiado tarde, ya no era un niño, tenía ahora una oportunidad y no iba a desaprovecharla.

¿Y si besará a Goth? ¿Qué pasaría?

¿Sería apartado? ¿Sería correspondido?

No lo sabría si se quedaba de brazos de cruzados, aunque sus piernas tiemblen y su lado racional grité que lo piense mejor, se negaba rotundamente a retroceder.

¡Era ahora o nunca!

—¿Palette, estás bien?

Aquella pregunta lo hizo salir de su burbuja, miró a su alrededor y se percató que ya era de noche, el tiempo había pasado volando.

—Sí, estoy bien.

—Oh, entonces supongo que es mi imaginación...

En realidad no era su imaginación, se pasó todo el día observando fijamente al mayor, con la esperanza de que este volteara a verlo, pero recién ahora, después de muchas horas, lo notaba.

¿Qué debía hacer para que contrario lo vea? ¿Acaso era el único que deseaba que sus miradas se conectarán?

Se sentía como un tonto.

Cuando era un niño se esforzaba por tener buenas notas solo para que Goth lo felicitara, sabía que todo habría valido la pena si el mencionado tomaba un poco de su tiempo para dárselo a él.

A pesar de que hayan pasado muchos años, seguía queriendo su atención.

Nada había cambiado.

—¿Aún no te llaman? Me refiero a tu trabajo...

—Eh, puede que mañana lo hagan, ya me voy a dormir, buenas noches.

—Buenas noches....

Ya no aguantaba más esto.

—¡Goth, espera!

—¿Uhmm?

—Yo...

Las palabras no le salían, ni siquiera sabía qué decir.

¿Un me gustas? ¿Un te amo?

—¿Palette?

Estaba decidido, haría cualquier cosa para expresar sus sentimientos.

Aún dudando se acercó al contrario y agarró el cuello de su polo para después acortar la distancia rápidamente antes de que pudiera reaccionar.

Goth no lo apartó, así que consideró eso una buena señal, además tenía que admitir que besarlo era la mejor sensación que podría haber experimentado en su vida.

Sus manos sujetaron el rostro ajeno cuando sintió que era correspondido y con torpeza movió su mandíbula.

En el departamento lo único que se escuchaba era el ruido de ellos dos besándose, de como sus bocas se separaban por un instante para tomar aire y de nuevo volvían a unirse.

Todo era tan adictivo.

Sentir el tacto del mayor lo excitaba, tanto que lo provocaba acorralarlo contra la pared para que no se escapará.

¿Acaso Goth permitiría que esto llegará más lejos?

Logró desacomodar la bufanda del más bajo con el fin de tocar sus huesos, pero en el momento en que su otra mano alzó un poco el polo de este, fue entonces cuando recibió un codazo en la cara, el cual lo obligó a retroceder.

—¡No puedo creer que hayas hecho esto! —Exclamó el mayor tapándose el rostro.

—¡Me correspondiste! ¿Eso significa algo, verdad?

—No, no, claro que no...

—Goth, yo... Yo te quiero, en serio.

El mencionado no respondió y siguió sin alzar la mirada.

—Buenas noches.

Esas dos palabras pusieron fin a la conversación, así de simple, menos para Palette.

¿Lo arruinó?

Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora