Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››

Día 22

Habían terminado de cenar y ahora se encontraban lavando los platos, el mayor se hacía cargo de eso para después pasárselos a Palette, quien los secaría y se encargaría de guardarlos.

—Goth ¿Por qué eres tan chiquito? —Preguntó mientras con su mano medía la gran diferencia de altura de ellos dos, aprovechando que estaban muy cerca y ya habían terminado con lo que hacían.

—No soy tan pequeño, no exageres —En mal momento se quedó parado junto al contrario, un tanto molestó sacudió sus manos para que el agua dejará de gotear de ella— Hay personas y monstruos más bajitos, otra cosa es que tú seas más alto que yo.

—Pero igualmente, me preocupa que un día te quieran robar y te hagan daño —Quiso abrazar al contrario, pero este lo esquivo al instante.

—No creas que no sé defenderme —Respondió riéndose levemente— Mi papá me hacía imitar muchos videos de pelea y defensa personal, no preguntes la razón, supongo que al final me grabé los movimientos de alguna manera.

—Ya veo... —Sonrió un poco y miró hacia el suelo pensativo— Sabes, Goth, aún no sé muchas cosas sobre ti.

—No puedes conocer del todo a alguien —Dijo restándole importancia— Ya me voy a dormir, buenas noches.

Palette se quedó quieto en su lugar, observando al contrario hasta que desapareció de su vista, mas luego de unos segundos fue detrás de este. Entró sigilosamente a la habitación y lo encontró sentando de espaldas en la cama, al parecer veía algo en su celular, por lo que aprovechó y se acercó para tomar una almohada, cuando iba a golpear a Goth, este no tardó en agacharse, aunque en el último segundo terminó arrodillado en el suelo.

—¿Hey, pero qué estás...?

—Solo quería comprobar si en verdad eras tan bueno esquivando —Se encogió algo apenado por lo que hizo, lo menos que quería hacerle daño al mayor.

—Bueno, que tal una... —Dejó su celular en la mesita y abruptamente se levantó— ¡Pelea de almohadas!

No esperaba que el más bajo contraatacará, pero no se quejaba de ello, usó la almohada que sostenía como un escudo y cuando tuvo chance devolvió el golpe, las risas no faltaron y el ambiente se aligeró.

Apreciaba mucho estos momentos donde eran solo él y Goth, no podía pedir nada más para ser feliz.

—No pensé que las almohadas fueran tan duras —Comentó soltando una carcajada mientras se sentaba en el borde de la cama.

—Ni yo —Caminó hasta quedar delante del menor, quien no tardó en tomarle de las manos, debido a ello no temió en acercarse, de tal manera que quedaron muy pegados.

Sus brazos rodearon la cintura ajena y sin ninguna pizca de duda besó a Goth, se sintió en el cielo al experimentar esa sensación otra vez.

—¿Goth, qué somos? —Cuestionó una vez sus rostros se separaron, aunque todavía manteniendo cierta cercanía— No podemos ser simplemente amigos después de todo lo que pasamos estas semanas.

Con cierta esperanza esperaba que por fin decidieran ser pareja, pero como respuesta el mayor solo sonrió incómodo y desvió la mirada.

Mentiría si dijera que no quedó un poco dolido después de eso.

Estaba seguro de sus sentimientos.

¿Acaso Goth no?