Cuando se trataba de salir a comprar víveres o cualquier cosa que tenga que ver con poner un pie fuera del departamento, Palette era quien se hacía cargo, así no era para nada extraño que se haya hecho conocido por los vecinos y por el barrio en general, todos los saludaban e incluso le ofrecían pequeños trabajos debido a la confianza que tenían en el menor.
El de gorra se sentía feliz porque parecía que poco a poco empezaba a encajar en su nuevo entorno, pero había algo que no podía sacar de su mente.
—Oye, Goth ¿No quieres venir conmigo?
El mencionado simplemente negó con un suave movimiento de cabeza y sin apartar la mirada de un grueso libro.
Palette resopló molesto por la actitud desinteresada del contrario, no le costaba nada mirarlo aunque por un rato.
Se cruzó de brazos pensativo para luego observar fijamente al encapuchado.
Pronto se le ocurrió una idea.
—¡A-ah, pero qué...!
Actuó de nuevo de forma impulsiva y se lanzó al sofá donde Goth se encontraba leyendo, apegándose como podía a este.
—¿Por qué hiciste eso? Casi me matas del susto —Suspiró mientras dejaba caer el libro al suelo por la repentina acción del más alto.
—Vamos los dos juntos a comprar, no es justo que siempre vaya solo —Refunfuñó y hundió su rostro en el pecho ajeno— Acompáñame o te abrazó más fuerte.—Uh, no creo... Espera... ¿No vas en serio, verdad? —Bastaron unos cuantos segundos para entender que el menor iba realmente serio— ¡Okey, okey, iré! ¡Suéltame! —Trató con todas sus fuerzas zafarse, por si el contrario cambiaba de opinión en el último minuto.
—¡Está bien! —Soltó a su querido amor, quien acabó en el piso, ahora teniendo todo el sofá a su disposición, aprovechó para ver cómodamente desde su lugar a Goth— ¿Ya nos vamos?
—Me cambiaré —Respondió incorporándose aún aturdido.
—¡Te esperó!
∆
—¿Y quién es tu amiguito?
—¿Eh? Pues vivimos juntos, nos conocemos desde hace años.
—Ah, ya veo, toma, los compartes con él.
—¡Gracias, señora!
Le pagó para luego irse corriendo donde estaba Goth esperándolo
—Ahora comprendo porque tardas tanto —Habló una vez empezaron a caminar— Te la pasas conversando, con razón regresabas a casa después de dos horas.
—Pero... me dio caramelos, todos son tan amables —Comentó sonriendo— Deberías darte la oportunidad de conocerlos, sé que no eres tímido, solo tienes que dejar esa cara de querer matar a todos.
—Haré un intento —Dijo encogiéndose de hombros— Bueno, creo que es hora de...
—Espera, no hay que irnos tan rápido.
Agarró la mano ajena y habló de como faltaban ciertas cosas en casa hasta llegar a su destino.
—No tenemos un exprimidor de limones.
—¿Es necesario?
—¡Claro que sí!
Esa tarde fue muy productiva, volvieron a casa con sus bolsas de tela llenas.
—No puedo creer que hayamos gastado tanto dinero —Pronunció con dificultad, ansiaba ya llegar a casa y descansar en su cama— Qué bueno que pronto empezaré a trabajar.
—¿Entonces es oficial? —Preguntó el menor emocionado.
—Eh, no, pero... no creo que tenga mucha competencia, sabes.
Palette pronto cayó en cuenta de que desconocía totalmente la carrera que había estudiado Goth.
¿Quizás medicina?
Algo apenado preguntó y cuando el mayor se tomó el tiempo de explicárselo, se distrajo con el hecho de que aún no sabía que iba a estudiar.
Hace tres años había terminado la secundaria y seguía indeciso.
Puede que su madre haya estado en lo cierto cuando dijo que estaban en etapas muy diferentes.
—... y así ¿Entendiste?
—A-ah, claro... ¿Trabajas con muertos, no?
—Uh, algo así —El mayor soltó una leve risa— Mañana saldré con unos amigos, celebraremos por mi talvez nuevo trabajo.
—Oh...
—Almorzarás solo, así que podrías salir a comer para que no tengas que cocinar.
—Está bien... ¿Y dónde vas a ir exactamente, Goth?
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Convivencia en pareja ‹‹Poth - Reto 30 días››
Hayran KurguGoth Renrink, y desgraciadamente Crayon, se va de casa para vivir con su amigo Palette. Dicen que muchas cosas pueden cambiar en poco tiempo, en treinta días para ser más exactos, ahora la duda es que si será verdad.