Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)

Capítulo 1: Nuevos comienzos

Caitlyn caminaba apurada, con la mente en otro lado. "Necesito que salga bien. El programa tiene que salir bien, sin fallas." pensó mientras entraba a su oficina, una habitación amplia en el último piso de la academia de policías de Piltover. El lugar era blanco, impoluto, con un gran escritorio en el cual se leía "Sheriff Kiramman" sobre una plaqueta dorada.  Tomó una carpeta marrón con una pegatina con las palabras "Escuela de Reinserción" y la ojeó para refrescar cualquier cosa que se le pudiera escapar de la presentación del día. Se sentó en su sillón detrás del escritorio para calzarse las botas. Luego tomó su sombrero del perchero y se miró en el  espejo que yacía en el costado de la habitación. Aún faltaban diez minutos para dar la bienvenida a los convictos.

 — ¿Pero qué es esta estupidez? — preguntó un preso. 

Los prisioneros estaban formados en el patio central de la academia en dos filas mixtas. El alcalde había sido muy claro: debían seleccionar un grupo de reos con delitos "no tan graves", según sus propias palabras, y llevar a cabo un curso de reinserción. Todo era parte de su nuevo plan humanitario en Piltóver. Una vez terminados los cursos y entrenamientos, trabajarían, bajo estricta supervisión, en distintas áreas de la ciudad: sistemas ferroviarios, hospitales, fábricas, limpieza, y más. Los puestos eran cargos poco importantes, pero era mejor que estar en prisión.

— ¡Todos callados! — exclamó un oficial — Ya saben lo que están haciendo acá. El alcalde decidió darle una mano a la escoria, así que ahora debemos lidiar con ustedes. En unos minutos hará presencia la Sheriff y queremos a todos callados. 

Una presa peculiar de cabello rosa y ojos celestes se encontraba entre las filas: Vi.
Observaba atentamente y con enojo todo el alboroto que realizaban por la llegada de la cabecilla del lugar. El asunto entero le parecía una burla, ¿ella trabajando en tranvías de La Ciudad del Progreso? "Claro que sí" pensó irónica. Aprovecharía cualquier oportunidad para fugarse.  

 El patio era enteramente de césped menos la parte central, donde había un gran círculo de concreto con un pequeño stand donde Caitlyn daría el discurso de entrada. 

— ¡Buen día, Sheriff! — la saludaban los oficiales mientras pasaba. 

Ella respondía amablemente, y se repetía por dentro el discurso de bienvenida una y otra vez. Al llegar al podio subió los 4 escalones de madera y se paró frente a aquellas caras amenazantes, pero que en ella no causaban ningún efecto de temor. Había capturado a criminales con ofensas mucho más graves. 

— Buenos días, mi nombre es Caitlyn Kiramman. Soy la Sheriff y encargada de su capacitación...

— ¡Buenos días, Su Majestad! — gritó Vi burlándose, haciendo que una gran carcajada saliera de los demás presos.

El semblante de Caitlyn se mantuvo serio, sin mover una pestaña, pero sentía como su calor corporal se elevaba. 

— Al parecer tenemos una comediante entre nuestros nuevos estudiantes. De un paso al frente e identifíquese — ordenó sin ninguna pizca de gracia en su voz. 

Vi caminó hacia la derecha, rompiendo la formación y parándose justo frente al podio. Miró a la mujer que la había llamado a los ojos, con una mueca despreocupada y relajada. 

— Mi nombre es Vi, encantada — se presentó mofándose.

— Señorita Vi, veo que es usted muy elocuente con sus palabras. Espero así también sea su desempeño — comenzó Caitlyn, la miró a los ojos unos segundos y luego centró su atención en los demás — como ya saben están aquí para volver a insertarse en sociedad como ciudadanos con oficios. Tenemos distintos grupos y cada uno está supervisado por un oficial, ahora los dividiremos a todos pero para comenzar... — volvió su mirada a la presa — usted será la primera en integrar mi grupo. Desde ya esta de más decir que soy la más exigente de la academia.