Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)

Capítulo 6: Problemas

Corrieron una al lado de la otra sin decir palabra, intentando seguir aquellos quejidos. Venían de otro patio alejado, aquel patio donde Vi había llevado a Caitlyn, pero esta vez dentro del edificio semi abandonado. Se pararon en la puerta y escucharon unos golpes. Se miraron, Vi se puso en guardia y Caitlyn preparó su arma. No dijeron una palabra pero entendieron lo que tenían que hacer.

Sin más, Vi pateó la puerta derribándola. Dentro se encontraron con una escena bastante desagradable: un guardia atado a una silla, molido a golpes. Rodeándolo se encontraban Skylar y sus compañeros.

— Al suelo, ahora — dijo Caitlyn sin mediar palabra. Un tipo apareció por detrás de ella e intentó abalanzársele. Pero al segundo de verlo Vi lo derribó de un golpe cubriéndole la espalda por si aparecía otro — no voy a repetirlo.

Skylar hizo una seña y todos se tiraron al piso poniendo las manos por detrás de la nuca. Sin dejar de apuntarles, Caitlyn le indicó a Vi que desatara al guardia. Estaba casi inconsciente. Vi lo levantó para llevarlo luego a enfermería. En su bolsillo encontró un comunicador, acostó al hombre en el piso y se lo pasó a Caitlyn. Ésta contactó mediante el aparato y pidió refuerzos. En menos de dos minutos entraron oficiales armados quienes esposaron a los prisioneros.

— ¡Al piso, escoria! — le gritó una policía a Vi mientras le apuntaba con el arma.

— ¿Qué pensás que estás haciendo? — le dijo furiosa Caitlyn. La policía estaba desconcertada — gracias a ella no me derribaron cuando entré. Deberían estar agradeciéndole que por su ayuda pudimos salvar a un oficial en vez de estar tratándola así. Vamos a llevarlo a la enfermería.

Vi siguió a Caitlyn, todos los oficiales se encontraban en silencio cuando salieron. Se sentía extrañamente reconfortada habiendo sido defendida por la Sheriff.

Lo más rápido que pudieron fueron al área médica, Vi cargaba al oficial quien seguía inconsciente. Una vez allí, lo apoyó suavemente en una camilla y dejó que los enfermeros hicieran lo suyo.

— Vi, tengo que irme rápido, ¿podemos vernos luego? Paso por tu cuarto — se despidió Caitlyn mientras corría hacia otro lado.

Vi solo asintió. Caitlyn se esfumó por un pasillo. Aquel hecho sería un escándalo y ella tenía que lidiar con eso.

Los oficiales ya habían entrado a los responsables, ahora esposados. Se trataba en total de ocho reclusos.

Caitlyn se dirigió a su oficina, estaba realmente preocupada. Aquello saldría en los diarios, y el programa entero peligraría. Tomó los expedientes de aquellos presos y comenzó a hacer llamadas. Los informes, interrogatorios y traslados tomarían horas. Luego tendría que contener a la prensa que se amucharía en la entrada de la academia y dar reporte a los jefes de seguridad e incluso al alcalde mismo.

Habían pasado unas horas y Caitlyn seguía con los interrogatorios. Ninguno quería hablar de lo sucedido. Si bien el guardia estaba estable, continuaba dormido. Lo habían golpeado mucho y había perdido bastante sangre. Fue trabajo de Caitlyn notificar a la familia, y su esposa ahora se encontraba esperando a que despertara.

El teléfono de su despacho sonó. Ya estaba anocheciendo y no había podido ni comer.

— Sheriff Kiramman — contestó.

— Sheriff, aquí el oficial Tucson, jefe de traslados. Lamentablemente tengo malas noticias — le informó — la devolución de los presos va a tener que retrasarse por lo menos 48hs.

— ¿¡Qué!? — exclamó Caitlyn.

— Lo sentimos, pero estamos a capacidad máxima. Ocupamos todas las celdas una vez que el curso comenzó y ahora tenemos que operar primero otros traslados para devolverlos. Es lo más rápido que podemos hacer.