Un rayo de luz acarició el rostro de la Sheriff. Entreabrió los ojos con sueño, y bostezó. Era de día, pero faltaba media hora para que sonara su alarma. Sin embargo, las cortinas traslúcidas dejaban pasar suficiente claridad como para que la despertara en una mañana tan soleada. Por un segundo olvidó, por la falta de costumbre, con quien se encontraba. A su lado profundamente dormida se encontraba aquella pelirosa que ahora nublaba su juicio. La observó unos minutos, no había rastro de estar siquiera cerca de abrir los ojos. Roncaba muy bajo, casi inaudible. Con dulzura posó un beso en su mejilla y se levantó. Recogió el short de satén de su pijama y mientras buscaba su musculosa divisó el buzo de Vi en el sofá. Lo tomó y se lo puso, le quedaba holgado y cómodo. Olió levemente el cuello, tenía su aroma. Suspiró, y se estiró.
Caitlyn pensó en sorprenderla, así que tomó su teléfono y se dispuso a pedir un desayuno con varias infusiones distintas, alegaría que no estaba segura de qué tomar. No quería que nadie se percatara de que aquella mujer había pasado la noche con ella. Mucho menos con Camille en la academia.
— ¡Buenos días! Acá la Sheriff Kiramman.
— ¡Cait!, ¡Buen día! — del otro lado tuvo suerte de reconocer una voz amiga, una interna llamada Ninnie — ¿Te llevo algo a la oficina?
Caitlyn guardó silencio unos segundos. Se conocían hacía años, y jamás la había traicionado. Siempre había sido su confidente en la academia y también fue de las primeras personas a quién acudió cuando se enteró que sería Sheriff... podía confiar en ella, era su amiga más cercana.
— Ninnie, necesito un favor.
— Lo que sea — respondió — estoy sola, no hay nadie más a esta hora así que podemos hablar tranquilas.
— Bien... — Caitlyn suspiró — necesito... necesito que me traigas un desayuno... para dos — se ruborizó detrás del teléfono.
— ¡CAITLYN KIRAMMAN! — exclamó en un susurro del otro lado su amiga — chisme, ahora, ¿es Marcus?
— ¿Estás loca? — le respondió casi riendo — No puedo decirte mucho ahora, porque tampoco quiero comprometerte, pero no es de las fuerzas.
— ¿No es de las fuerzas? — dudó unos segundos y luego abrió los ojos como platos — ¿TE ACOSTASTE CON UN PRISIONERO?
— ¡Shhhhh! — le dijo Caitlyn callándola, luego se volteó y miró a Vi — no exactamente... ¿puedo prometerte que voy a contártelo todo luego? Podemos almorzar en mi oficina.
— Más te vale, Cait. No podés dejarme con esta duda. A ver, ¿qué les subo?
Caitlyn agradeció por dentro tener una amiga así. Sus personas cercanas eran pocas, pero estaba segura que eran de confiar. Pondría las manos en el fuego por Ninnie en cualquier momento, y sabía que sería retribuida de la misma manera.
Le pidió un té, un café y dos porciones de torta de chocolate. Quería despertar a Vi con algo dulce. A los diez minutos, Ninnie tocó suavemente la puerta. Caitlyn entreabrió, no queriendo abrir del todo para que no viera a Vi. Su amiga le entregó la bandeja con una mirada cómplice, pidiéndole con la cabeza que le mostrara. Caitlyn negó mientras aguantaban una risa amistosa.
— Te veo en el almuerzo, ni un minuto más — se despidió Ninnie, luego se volteó y se fue.
Caitlyn llevó la bandeja y la apoyó en la mesita de luz de al lado de la cama. Luego se sentó y acarició el pelo de Vi lentamente, ocasionando que se moviera un poco y balbuceara dormida.
— Vi... — susurró.
— Mhmm...
— Vi... — volvió a susurrar, luego se acercó y acarició su cara.
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Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)
Fanfiction"Para Vi aquello era clarísimo: le atraía la Sheriff desde que llegó a la academia, pero nunca pensó que sería correspondida. Pero con el pasar de los meses sentía que Caitlyn le estaba dando pie a algo más." Vi, una convicta de Zaun, forma parte de...