Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)

Capítulo 11: Desconfianza

Caitlyn despertó con el sonido de su alarma. Somnolienta la apagó y se estiró para abrazarse a Vi un rato más antes de levantarse... pero encontró la cama vacía. Se extrañó al punto de despabilarse y sentarse en la cama. Había silencio absoluto así que no se encontraba en el baño. ¿Dónde estaba?

A su derecha, en la cómoda de madera blanca, divisó una hoja de papel y una lapicera. La tomó, claramente era la letra de Vi.

"Cupcake: Me desperté temprano por el sol que entraba por la ventana. Deberías hacer algo al respecto. Te vi muy dormida, y como no pude conciliar el sueño nuevamente, cerré las cortinas y te dejé descansar. Espero que hayas tenido una noche tan placentera como la mía. Es lindo dormir a tu lado. Nos vemos luego,

Vi"

La nota le hizo soltar una risa y sintió su corazón palpitar. "Es lindo dormir a tu lado". Aquella frase rebotaba por su mente una y otra vez. Contenta se paró, guardó la nota en uno de sus bolsillos de un uniforme y se dirigió a la ducha.

 Vi ya había desayunado, se había aseado y ahora se dirigía a su clase matutina. Una vez más, electromecánica. Hoy les enseñarían el funcionamiento de unas válvulas de presión. "Me servirá si termino en el sector fabril de Piltóver... ¿Qué estoy pensando? No importa donde termine. A la primera que pueda me largo" se reafirmó, intentando no pensar en la noche que había pasado con Caitlyn.

Llegó temprano al salón, estaba despierta hacía horas así que había tenido tiempo de sobra para todo. Los demás comenzaron a ingresar y acomodarse. Se encontraba distraída mirando por la ventana cuando alguien se sentó a su lado.

— Vi — la saludó una voz conocida.

 Ella sabía quién era, y tuvo que esforzarse en contener la rabia y no tirarlo varios metros por el aire de un puñetazo.

— ¿Cómo te da la cara de siquiera presentarte en esta clase?, ¿Y más aún sentarte conmigo? — lo miró furiosa. Apenas controlaba sus movimientos. Su puño estaba cerrado sobre la mesa.

— ¿El motín? Bah, no fue nada personal — dijo Ekko restándole importancia — quería largarme. Y sabía que no le sucedería nada a tu queridísima Sheriff — acotó con ironía — logré mi cometido de cualquier manera, soy intocable en la academia. El concejo me quiere como parte del equipo de inteligencia cuando salga. Vaya manera de escalar.

— Mirá, pedazo de mierda, no quiero ni verte cerca de... — comenzó a amenazarlo Vi. 

No podía creer que lo hubiesen dejado en el programa y mucho menos en el grupo de Caitlyn. Era capaz de molerlo a golpes si se le acercaba.

— Vi, tu hermana está viva — la frenó en seco.

Las palabras de Ekko resonaron en su cabeza. Dejó de hablar y lo miró perpleja. La última vez que la había visto habían tenido una gran pelea. Su hermana quería hacer las cosas de forma diferente a la suya, no le importaban las morales que Vi tanto respetaba. Por años aquello había generado tensiones, pero culminó en una separación de la pandilla. Fue la última vez que la vio, cuando decidió alejarse. A pesar de eso siempre había chequeado su paradero de una forma u otra, para saber que estaba bien. Pero una vez que la arrestaron, no pudo seguirle la pista.

— ¿Qué? — fue lo único que pudo articular.

— Lo voy a hacer conciso. Cuando hackeé el sistema tuve acceso a mucha información. Mucha, Vi. Y estuve allí un rato largo. Se me ocurrió mirar expedientes de otros prisioneros en caso de que necesitara información sobre ellos... Y ahí estaba el tuyo, donde se te relaciona con una cierta criminal de cabello azul. No fue difícil unir cabos y encontrar el expediente de ella. Asaltos a mano armada, alguna que otra emboscada a fábricas... tu hermana es una joyita — le dijo riendo.