Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)

Capítulo 7: Sinergia

Nota: Como ya sabrán, espero y supongo, este fanfic contiene contenido sexual explícito. Como no quiero que nadie se sienta fuera de lugar, marqué con unos *** donde comienzan y terminan esas escenas NSFW. Así que pueden sentirse libres de salteárselas si no son de su agrado y pueden continuar leyendo sin esas partes ♥ 

Caitlyn sintió un cálido rayo de sol iluminándole la cara. Lentamente comenzó a despertar. Le estaba siendo más difícil que de costumbre, sentía el cuerpo adormecido y una leve molestia en el abdomen y la cara. Una vez que pudo abrir los ojos recordó que estaba en una habitación en la enfermería. "Cierto, deben haberme sedado durante horas" pensó. Sintió algo cálido en su mano, y cuando volteó la vio: Vi se encontraba profundamente dormida con la cabeza apoyada en su cama y sosteniendo su mano.

Aún no podía creer que la había salvado. Vi había arriesgado su vida por ella y ahora se encontraba ahí, cuidándola. Parecía haber estado en esa posición desde la noche anterior. Seguramente desde que la habían ingresado a la enfermería. Con la mano libre Caitlyn le acarició el cabello rosado. Luego bajó por su mejilla y tocó su tatuaje. Pudo sentir la textura de la "V" y la "I" mientras pasaba sus dedos.  Vi emitió un leve sonido y entreabrió los ojos. Alcanzó a ver a Caitlyn levemente sentada, acariciando su cara.

— Quien diría que nuestra primera noche juntas sería en un hospital, Cupcake — bromeó mientras terminaba de abrir los ojos — ¿Cómo estás?, ¿Te duele?

Caitlyn negó con la cabeza. El dolor era soportable. Mientras Vi se incorporaba alejó su mano. Le gesticuló que se acercara y Vi hizo caso. Caitlyn pasó sus brazos por su cuello y la abrazó sin fuerza pero con mucho sentimiento.

— Gracias, Vi. Simplemente gracias.

— Cuando quieras, Cupcake. Mientras estemos bajo el mismo techo no va a sucederte nada.

Aquellas palabras inundaron a Caitlyn de dulzura. Solo se quedó abrazándola un rato, y Vi le devolvía el abrazo cálidamente. La pelirosa besó con extremo cuidado la mejilla herida de Caitlyn, quien cerró los ojos disfrutando aquella muestra de afecto.

Por su lado, Vi sentía una cercanía inexplicable con Caitlyn. Su mente se debatía en una batalla interna, probablemente la más grande que había enfrentado. Por un lado quería sentirla cerca y protegerla. Quería ser dulce con ella, tan dulce que era irreconocible para sí misma. Pero por otro lado, aquella mujer entre sus brazos era una vigilante. El mismo puesto con el cual la habían pisoteado por años. "Pero Caitlyn es distinta" pensaba mientras evitaba romper el abrazo "Caitlyn no es como los demás. No es como cualquiera en Piltóver."

Sonó la puerta, y se separaron rápidamente.

— Adelante — dijo Caitlyn.

Deacon entró a la habitación, sonriendo.

— Me alegra que estés mejor, Sheriff — se acercó para darle un leve abrazo.

Se conocían hacía años y realmente había temido por ella, como todos, pero aún más porque la consideraba su amiga. Ambos se tenían mucho cariño. 

— Pero claro, con Vi de nuestro lado... además, ¿Quién habría hecho todo el papeleo si me pasaba algo?

Ambos rieron ya tranquilos de tener el peligro lejos.

— Lamento molestarte tan pronto, pero tengo que ponerte al tanto. Los criminales fueron trasladados, van a tener una sentencia mayor y serán enviados al área de máxima seguridad. Pero... descubrimos algo más. Tenían otro cómplice. Un chico, quizás lo conoces, Ekko.