Solsticio de Verano (Caitlyn x Vi)

Capítulo 15: Sospecha

Tan pronto como cerraron detrás de ellas, Caitlyn se abalanzó sobre Vi, queriendo estar entre sus brazos.

— ¿Cariñosa? — preguntó Vi mientras la abrazaba con fuerza.

— Van a quitar los exámenes — respondió ignorando su pregunta.

— Cupcake, eso es genial. Ahora voy a poder limpiar baños tranquila — bromeó. Caitlyn levantó la mirada y la fijó en los ojos celestes de Vi, seria — era un chiste, Cupcake. Me basta con salir de la cárcel.

— Hay algo que me gustaría comentarte, Vi.

Caitlyn tenía un tono serio. No sabía como abordar bien el tema, porque no sabía cómo se lo tomaría su acompañante. La tomó de la mano y la guio al borde de la cama donde le indicó que se sentara a su lado. Vi la observaba intrigada. Levantó ambas cejas invitándola a proseguir.

— Tus habilidades físicas son remarcables, Vi. Incluso Tiberius lo admite, y yo también. Creo que no hay persona en Piltover que tenga tu nivel de combate y fuerza. Con un poco más de técnica y perfeccionamiento, serías imparable.

— Gracias, gracias — hizo una reverencia agachando la cabeza, bromeando como de costumbre.

— Tus aptitudes físicas son tan buenas como Ekko lo es en lo suyo — continuó. Vi parecía confundida — ¿Recordás lo que dijo Deacon? Van a mandar a Ekko a un puesto especial. No va a limpiar nada ni a trabajar en ninguna fábrica.

— Va a tener un reluciente puesto con la elite de Piltover, sí. Lo recuerdo.

— Podríamos hacer lo mismo, Vi — la pelirrosa parecía perdida — tal vez haya una posibilidad de que pueda proponer que te unas a las fuerzas de Piltover como mi compañera. Vi, podríamos trabajar juntas. Con tus habilidades seríamos un equipo imparable. No habría mejor adquisición para la policía que tenerte dentro.

Vi parecía muda por primera vez. La idea la había tomado tan por sorpresa que no sabía qué responder ni como esconder su asombro. Parecía simplemente estar petrificada en su lugar. En una situación normal hubiese bromeado, pero su frecuente elocuencia estaba ahora silenciada y escondida por una cara dubitativa.

Su mente por el contrario corría a mil por hora.

— Caitlyn, ¿por qué entraría yo a la policía de Piltover? — preguntó al fin. Ahora era Caitlyn quién estaba desconcertada — los vigilantes son lo que más desprecio. Se pasean en sus elegantes uniformes como si supieran todo de la vida. Fueron criados en esa ciudad brillante, les enseñaron a combatir injusticias... como si supieran lo que es una injusticia. No tienen idea de nada. ¿Por qué querría trabajar en un sistema así?

— Estás hablando con una vigilante, Vi. De hecho te estás acostado con una — Caitlyn parecía molesta.

— Cupcake — Vi relajó un poco su tono, bajando la guardia e intentando no discutir con ella — creo que sos la única excepción que conozco.

— No lo soy, Vi. Hay gente honesta en las fuerzas. Voy a serte sincera, no somos la mayoría. Pero Deacon, Ninnie, Tiberius y tantos más que no conocés realmente se esfuerzan por hacer de Piltover y Zaun un mejor lugar.

Vi suspiró. Caitlyn se sentía frustrada. Aquella idea que le había parecido tan brillante se veía ahora puesta en duda. Vi notaba el cambio de semblante, y lo que menos quería era hacerla sentir mal.

— Es solo que no me imagino ahí, Cait. Tengo más visión de mi futuro limpiando un baño de una fábrica que en uno de esos uniformes. Disfruto quitándotelos, no poniéndomelos — bromeó mientras se acercaba a ella — además, ¿podemos seguir saliendo aunque esté en otro trabajo, verdad?