25 de octubre del 2015
Querido diario.
Hoy ha pasado algo raro, e incluso escribirlo aquí, en tus páginas, me resulta confuso.
Como es sábado, he aprovechado para ir a la feria con Hezzel y Adara. Los chicos no han querido venir porque decían que preferían quedarse jugando a la play, pero bueno, ya sabes, típico de los hombres, o eso suele decir Ángela. La cosa es que íbamos a subirnos a una atracción y de repente Hezzel me ha susurrado al oído que allí estaba Luke, como si aquello fuera un secreto o algo parecido.
No sé por qué, ¿vale? Te aseguro que no lo comprendo. Pero me he puesto nerviosa. Y no, no estresada, sino nerviosa de verdad, de ese tipo de nerviosismo en que te empiezan a sudar las manos y se te remueve el estómago. Y de la nada he sonreído. He S. O. N. R. E. Í. D. O. ¿Te lo puedes creer, diario? ¿Será que me he vuelto loca?
Cuando se ha acercado a nosotras yo no podía dejar de mirarlo. Él también me sonreía, pero bueno, es que eso en Luke es algo normal. En cambio, yo a él evito sonreírle, siempre, porque no se lo merece. Así que ahora me odio por haberme puesto de ese modo, porque es un engreído y de seguro no he hecho más que ayudarlo a subir su ego. Nos ha saludado, o mejor dicho, ME ha saludado. Y eso me ha gustado, aunque no entiendo por qué.
Y luego cuando ha vuelto con sus amigos Adara me ha preguntado si yo le gustaba a Luke, a lo que he respondido que obviamente no.
¡Y por supuesto que no! A Luke no le gusto, al menos no de verdad, porque a él le gustan todas las que se crucen en su camino. Por ejemplo, ha estado toda la semana insistiéndome con lo de la feria y diciéndome las típicas tonterías de siempre y mirándome en todas las clases y en los pasillos. Pero eso no implica que yo le guste, porque como te he dicho, es un mujeriego de mucho cuidado.
Pero es que después, cuando he llegado a casa, me he parado a pensar en todas las cosas que hace y dice. Y he pensado también en mi sonrisa. Y me he estado diciendo una y otra vez que, aunque resulte tentador caer bajo su hechizo (ese que usa para conquistar a todas las chicas), no puedo olvidar que nada de lo que me pueda decir es verdad. Porque realmente, cualquier cosa que me diga, estoy 100% segura de que se lo dice también a al menos otras cinco chicas de la escuela.
¡Ay, diario! Tengo la cabeza hecha un lío y ni siquiera sé por qué.
Rezaré por no caer en sus juegos malévolos.
Se despide, Vivian.
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La historia que nunca ocurrió
RomanceVivian y Luke nunca se han besado. Pero cuando se miran o están en una misma habitación el aire se carga de una energía casi mágica. Comparten un pasado del que Vivian no es capaz de escapar, mientras que Luke va de relación en relación. Desde hace...