17🌸 Auto

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- ¡Madre! ¡Padre!

Era un pequeño de apenas 8 años, aun así había subido toda la cuesta de la montaña él solo, sin ninguna compañía.

A otro niño le hubiera disgustado la idea de salir y ver a sus compañeros despedirse de la mano con sus progenitores. Pero para el niño de cabello rojizo no suponía ningún tipo de problema.

El volver simbolizaba tener la esperanza de ver a su padre apoyado en su madre en la entrada de la casa para así saludarlo.

- Hijo.

La voz de su madre era suave, pero sin flaquear.

Uno de sus ojos carecía de brillo.

Pero para Jomei, su querida madre siempre sería a sus ojos la mujer más hermosa que podría haber visto.

A su lado se encontraba su padre. Quien tenía mejor aspecto que el día anterior, lo cual lo reconfortaba bastante.

Había presentado una mejora en cuanto la marca de su frente había desaparecido dejando al descubierto una pasada cicatriz.

Si. Pero aun así, siempre hubo una duda en su corazón.

¿Y si al volver solo lo recibía su madre?

- Jomei.

Miro a su padre que apoyó su mano suavemente sobre su cabeza.

- ¿Todo está bien? – preocupado Tanjiro le cuestionó - ¿Cómo te fue en la escuela?

Aún no llegaba una adecuada educación en el pueblo cercano a la casa de los Kamado. "Escuela" denominaban a una casa abandonada, que había sido remodelada con la colaboración de todos los habitantes, y un único maestro. Pero Kanao y especialmente Tanjiro deseaban que el pequeño Jomei recibiera una educación adecuada.

- Yukiko – saludando al vientre de Kanao que evidenciaba la próxima llegada de un nuevo Kamado, Jomei intentó despistar a su padre y desviar el tema – hoy a tu hermano le mencionaron la existencia de los autos. ¡Como los trenes! Que te transportan a lugares lejanos tardando muchísimo menos tiempo, y tampoco haces gran esfuerzo ya que no debes caminar.

Hasta ese punto Kanao miró preocupada a su hijo que la abrazaba con cuidado pero podía sentir como comenzaba a temblar

- Y entonces pensé que algún día conseguiría uno de esos. Para… p-para que padre y madre p-puedan visitar muchos lugares. Estoy seguro que solo es una ilusión, pero realmente, realmente… Realmente lo considere.

Tanjiro murmuró su nombre preocupado.

Kanao agachaba su cabeza y cuerpo para abrazarlo.

- ¿Crees que lo haga a tiempo?

Hace un par de años, Jomei escuchó una conversación que sostenían sus padres a altas horas de la noche. Enterándose de la existencia de las marcas de cazador. Y que existía probabilidad de que su padre los dejara dentro de una semana, un mes o incluso al día siguiente.

La mención de los autos lo hizo pensar.

¿Existían cosas que su padre quisiera hacer?

¿Lugares que su madre quisiera visitar?

Jomei se percató muy tarde que no estaba solo. Se había enfrascado en las emociones que podía percibir de su hermana que lo olvidó.

- Cuando éramos cazadores, fuimos a bastantes lugares, hijo.

Kanao tenía una pacífica expresión al recordar a la difunta tía de Jomei.

- Yo fui a un tren

Tanjiro recuerda como lo confundió en un inicio con alguna clase de dios.

Y ríe. En cierta forma es tan contagiosa que su familia termina acompañándolo en aquella risa que resuena como un cascabel alegre en la montaña nevada

Jomei se limpia las lágrimas y asiente.

Alguna vez Tanjiro le mencionó que el tiempo no espera a nadie. Sabias palabras que le habían transmitido a su padre mucho tiempo atrás.

Caminaría junto a su padre y madre.

Pronto su hermana.

Por esos caminos denominados “vida”. Ya que el futuro era incierto, pero después de tanto sacrificio y sin la amenaza de los demonios era un poco más brillante

Fictober🌸 Demon Slayer 🌸2021🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora