7🌸 Esponjoso

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Un gato jugaba con uno de los mechones de chico que se encontraba recostado en la hierba. Otro, con cautela había comenzado a dormir justo a su lado, encima de la ancha manga de su uniforme de cazador.

- ¿Pensar en nada es posible? Si ya piensas en algo.

Un pequeño descanso de una misión algo difícil. Estaba en recuperación, pero como sus heridas no eran de gravedad, solicitó pasar sus días de descanso y recuperación con los gatos de Himejima. Ya lo conocían y sentía un apego con ellos. Su cuervo no podía enterarse, picotearía a los mininos.

El chico solo veía hacia el cielo.

- ¿Ser un pájaro será divertido?

Con detenimiento, ignorando como un gato tenía la osadía de intentar dormir encima de la cara de un pilar, siguió meditando.

- No quisiera ser un cuervo perteneciente a la corporación.

Encariñarse con alguien, y después tener que notificar su pérdida, ya era de por sí algo triste. Tener que encargar misiones peligrosas, y observar el resultado de estas.

Su pelaje tampoco era agradable. Mejor que su cuervo no estaba para escucharlo.

- ¿Ser un petirrojo?

El pelaje de estos era llamativo.

Ahora que lo meditaba había un pilar, si no se equivocaba, que solía definirse con esta palabra.

¿O era extravagante?

Un pavo real se ajustaría mas a esa descripción.

Ahora que lo pensaba era como un mono.

Inquieto, hilarante. Y algo entrometido, y burlón.

El pelaje de los monos era esponjoso como el de los gatos? No lo podía saber, era improbable que le asignaran a una misión a África.

Vio una mariposa y recordó a otra compañera pilar.

Pero ella parecía mas una golondrina. Era leal a sus ideales y era médica. Cuidaba de todos los heridos llegados a su finca.

Su vuelo es grácil. Así como la respiración que usaba, pudo verla una vez.

Cuando una corriente de viento golpeo su cara le recordó a....

¿Un pilar?

No había manera que los recordara a todos, no los veía seguido.

Aunque este aliado era más como un lobo, solitario y agresivo. Sin embargo sincero, no escondía sus emociones.

Y hablando de reacio

Uno de los gatos era muy arisco. Siempre observaba a Tokito en lo alto del techo sin querer bajar. Con ojos de dos colores.

Solo observaba y observaba.

De su bolsillo sacó un melocotón junto con un caramelo. Ambos evocaban a personas con inusuales colores de cabello y una actitud positiva ante todo. Tanto que incluso le contagiaba por momentos.

Esos si le caían bien. A diferencia de alguien más silencioso que el mismo; aun no podía interpretar de manera correcta su silencio, a todo. Tan expresivo como un adorno.

Con la misma cara que siempre, sin variación.

Fue cuando sintió fuertes pisadas.

Como las de un oso. La presencia de Himejima era como la de un oso.

Oso

¿Su pelaje era suave?

¿Si quiera era posible acariciar el pelaje de un oso?

Si hubo alguien...¿era suave?

Y sobre eso... ¿A que se parecía él?

Alguien responda sus dudas.



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