Capítulo IV: Lazos que unen

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—¿Enserió pensaste que te dejaría ir solo? —Stiles se giró desde su posición al oír la voz de Lydia. Sonaba tranquila y suave, no había indicio de emoción en ella, más que la clásica prudencia que siempre parecía acompañarla.

—En realidad era más como una especie de esperanza —intentó bromear el, haciendo una mueca al verla cruzarse de brazos.

Eso era malo.

—Stiles, no voy a dejar que vayas a ver a Peter solo —se limitó a decir ella— ese psicópata intento matarme, intento matarte, e intento matarlos a todos más de una vez.

«Bien, quizás ese es un buen punto» pensó el

—No ha pasado el tiempo suficiente... —dejo la frase colgando en el aire, porque sabia que Lydia lo entendía.

No había habido suficiente distancia entre ella y Peter, no lo suficiente como el hubiera querido, y aunque egoístamente agradecía que hubiera regresado, otra parte de el, la parte que la quería a salvo, se preguntaba si no estaría mejor fuera del país como había estado en el verano.

—Lo se —musitó esta a cercándose, hasta detenerse frente a el, y tomando sus manos, continuo— pero si hay alguien capaz de sacarle la verdad, soy yo. El tiene la retorcida idea de que estamos unidos por alguna clase de lazo oscuro, puedo usar eso contra el, se que puedo hacerlo.

Stiles suspiró

—Estas intentando meterte en la mente de un enfermo, Lydia —tocó con su mano la suave mejilla de la chica—, Peter es un sociópata, no siente empatía, no siente remordimientos... no quiero que te haga daño.

Ella sonrió

—No lo hará —negando, tomo la mano que mantenía en la mejilla de ella—, Parrish dijo que va a ayudarnos a entrar, y se que me protegerás si algo malo sucede.

Y eso era lo que el más temía, en el pasado había sido incapaz de llegar a tiempo para salvarla, ¿qué decía que eso no volvería a suceder?

Aun recordaba el momento en el que pensó que estaba muerta, y solo eso le hizo temblar de pies a cabeza, Lydia debió de darse cuenta, porque tomo ambos lados de su rostro con sus manos.

—Se lo que debiste sentir —le susurró—, pero Peter ya no tiene poder sobre mi... no más. Vamos a luchar, y vamos a vencer, porque los buenos siempre ganan ¿recuerdas?

El sonrió

Pasando una mano por su cintura, la acerco a el, sintiendo su aroma a rosas entrar por su nariz. Recordaba a la perfección la primera vez que la había visto, le había parecido tan delicada, como un animal herido, había querido simplemente protegerla, decirle que todo estaría bien.

Pero ahora era ella quien le daba palabras de consuelo, era ella quien le abrazaba y le decía que todo estaría bien, a pesar de que dudaba de ello.

—Te quiero, Stiles Stilinski —le susurró ella a unos centímetros de sus labios, sintió su aliento cosquillear— tienes mi corazón, así que cuida de el.

Y lo besó.

Y de repente ya no importaba la amenaza de Peter, su miedo a lo desconocido, la creciente amenaza y las cosas extrañas que le estaban sucediendo.

Todo lo que importaba era Lydia en sus brazos, finalmente en la misma página. Todo lo que importaba era su sedoso cabello enredado entre sus manos, sus labios suaves que se movían en una danza que ambos entendían.

Ni siquiera importaba que el mañana fuera un conjunto de amenazas, o que el fin de todos ellos pudiera llegar en cualquier momento.

Porque Stiles nunca se había sentido tan feliz como en ese instante.

Y eso era todo lo que importaba.

***

En la escuela secundaria de Beacon Hills los estudiantes se movían con vertiginosidad por los pasillos en busca de sus amigos, o conocidos. Nadie parecía estar consciente de los sucesos oscuros que envolvían a varios de sus estudiantes.

Y en una de las taquillas, Scott, Allison, Kira, Isaac y Malia se agolpaban en una enfrascada charla.

—¿Por qué solo ustedes? —preguntó esta última frunciendo el ceño—, Kira y yo no hemos sentido esos efectos.

Scott miro a Allison y luego al resto

—No estamos seguros —se limitó a musitar— pero Stiles y Lydia fueron a hablar con Peter, seguramente descubran algo.

Mientras hablaba, no miro a Malia, quien seguramente tendría dolor coloreando sus ojos. Hacia ya unos meses que ella y Stiles habían roto, pero aun así, el dolor todavía estaría latente.

Igual que el lo sentía.

A pesar de todo el tiempo transcurrido, una parte de el no había superado a Allison como debería de haberlo hecho. Como si madre había dicho, fue su primer amor, su primer verdadero amor.

"Scott, déjame decirte algo que ningún adolescente cree, pero que es la verdad" recordó el, su madre había averiguado lo de Allison, y había ido, consoladora, a darle palabras de aliento, mientras acariciaba tiernamente su cabello "Te enamoraras de nuevo, y será increíble y extraordinario como la primera vez. Y quizás doloroso, pero sucederá de nuevo, lo prometo. Mientras tanto, se tu propia ancla"

Mientras el recuerdo estaba latente, miro a Kira, quien estaba enfrascada en una discusión con el resto. «Te enamoraras de nuevo»

Quizás ya lo había hecho.

Un sonido le distrajo de sus pensamientos, y moviendo la mirada, vio que Allison había dejado caer todos sus cuadernos, y mientras se agachaba a recogerlo, pudo ver como las manos de esta temblaban.

—Esa no es la mano firme que uno espera de una arquera —musitó Malia frunciendo el ceño.

Allison negó

—Ha estado sucediendo estos últimos días —se limito a contestar mientras terminaba de recoger sus cosas y meterlas en su taquilla.

—Tal vez necesitamos un poco más de tiempo para volver a lo que nosotros conocemos como "normalidad" —la tranquilizo Scott—, Jennifer nos convirtió en un faro para lo sobrenatural, esas cosas tienen un precio.

Kira hizo una mueca

—Hay una buena posibilidad de que nunca sepamos como era lo que llamábamos normalidad

Isaac la secundo con un movimiento de cabeza, pero su vista estaba atenta en Allison, quien parecía haberse encogido contra su taquilla.

—Scott, tus ojos —este alzó la cabeza viendo a Kira, quien tenia una mirada preocupada en su rostro

—¿Qué les pasa? —preguntó desconcertado

—Brillan —Allison e Isaac le tomaron de los brazos, empujándolo fuera del camino y llevándolo hacia las aulas. Con un movimiento de cabeza les indico al resto que vigilaran.

Luchando para respirar, derribo varios asientos en el camino, hasta terminar en el suelo.

—Scott, respira —le decía Allison, pero su voz sonaba lejana, distorsionada por el dolor que comenzaba a sentir en el pecho. Era bastante similar a un ataque de asma, uno que no había tenido desde que se había convertido en hombre lobo.

—Aléjate.... ¡Aléjate de mi! —le gritó, cuando casi pudo sentir sus dedos cepillando su cabello

Allison retrocedió, y Scott juraba que nunca olvidaría la expresión de su rostro.

Miedo.

Allison estaba asustada de el, y tenia razón para estarlo, al fin y al cabo, no había mucho que lo diferenciara de una bestia en esos momentos.

—¡Scott respira! —la orden llego de Isaac, quien le golpeo, su cabeza dio un duro golpe contra el suelo, antes de que pudiera comenzar a respirar con normalidad.

—Chicos —la voz de Allison era escalofriante—, esto no esta sucediendo solo en nuestras cabezas ¿verdad?

El estaba cada vez más seguro de que no era así.

Y le aterraba, porque por primera vez desde que se convirtió en hombre lobo, no es taba tan seguro de que debía de hacer.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora