Capítulo XXXXI: Hasta el amanecer

1.9K 186 41
                                    

2 horas antes del amanecer

Scott gruñó, apartando a un Oni de su camino, y sacando a uno del camino de Stiles, quién golpeo a otro con su bate. El mismo no estaba teniendo un gran efecto a decir la verdad, pero los mantenía apartado de él, lo que era bueno ya que parecían cientos.

Allison gruñó cuando una de las espadas le hizo un tajo en la pierna, y respondió deslizando su cuchillo por la garganta del Oni, aunque lo único que logro fue deslizar las sombras.

¿Cómo matas a alguien que no puede ser asesinado?

Ese fue su pensamiento mientras esquivaba a otro, y lo empujaba con su arco. Su mente trabajo velozmente viendo la escena. Estaban perdiendo.

Lydia retrocedió y camino en círculos junto con el Nogitsune, la pelea parecía ser ajena a ellos. Kira le lanzó una espada, la cual ella tuvo que recoger del suelo.

—Veamos que tan buena eres, Lydia —Kira habló—, quizás Talía si debería de haberte entrenado después de todo.

Eso fue lo último que dijo antes de lanzarse a por ella, la defensa fue un instinto en ella, pero sabía que no podría retener a Kira demasiado, ella era una Kitsune, una experta en la espada.

Lydia ni siquiera sabía cómo se sostenía una.

—¡Scott, debes ayudar a Lydia! —Allison le miró, él chico se giró, haciendo que un Oni le tajeara el pecho, este gruño, cayendo de rodillas.

Allison sintió su corazón apretarse, nunca podrían llegar a tiempo.

b b Sintió su cuerpo temblar.

La batalla parecía moverse en cámara lenta a su alrededor, quizás era que estaba demasiado distraída por sus propias heridas que no vio a Isaac empujándola fuera de la trayectoria de un Oni.

Allison cayó al suelo con un golpe seco, el dolor hizo que su mente se nublara.

—Creo que después de todo lo que hemos pasado, ya es tiempo de que te gradúes —escuchó la voz lejana de su padre, luego el vio quitar un maletín de la caja de seguridad y extenderlo frente a ella—, es hora de que hagas tu primera bala de plata.

Allison sonrió, sabiendo que ese era el mayor honor que un cazador podía tener. Uno que demostraba que ya no era una novata.

—¿Cuántas hiciste? —pregunto curiosa

—Hice 10 antes de encontrar la indicada —confesó él—, quería que el símbolo de nuestra familia estuviera perfecto.

Sostuvo una de ellas en lo alto, pudiendo divisar la misma, la letra A cursiva estaba impresa en la misma. De repente, Allison frunció el ceño.

—Creo que... creo que debería usar mi propio molde.

—¿Tienes moldes de balas? —su padre pregunto, confuso.

Allison negó

—Creo que debería de hacerlas de flechas, mi arma es mi arco —le dijo—, ¿No sería correcto hacerlo de esa manera?

Su padre asintió, sus ojos brillando con orgullo.

—Así es como habla una líder —dijo él.

Cuando se iba a ir, Allison le detuvo.

—Papá... si algo llega a suceder... —su padre le miró

—No tienes que preocuparte por mí, estaré bien —Le dijo este, tranquilizadoramente.

Allison asintió

—Lo sé, solo... no tuve tiempo de decírselo a mamá, y solo... solo necesito decirlo —Le miró—, te quiero. Estoy orgullosa de ti, estoy orgullosa de nosotros.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora