Capítulo XXXVI: La noche en la que "Él" vino

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—¿Y están de camino? —Kira preguntó a Derek, este dio una respuesta afirmativa, antes de preguntarle cómo estaba Lydia—, la última vez que lo comprobé, seguía dormida. No ha abierto los ojos desde que Stiles se fue, llamé a mi madre y viene también en camino.

Mientras hablaba, miraba fijamente la caldera la cual contenía el agua que esperaba que se calentara para poder hacer té. No era gran fanática del té a decir verdad, pero su madre siempre le hacía tomar cuando estaba estresada. Y si ella venía, debía de tener té preparado.

—Scott está buscando a Allison —dijo Derek lentamente—, la llevará con ustedes cuando la encuentre, nos falta poco, llámanos si sucede algo, hay que estar alertas.

—Entendido —dijo, antes de colgar. Justo en ese momento la caldera pitó dando a entender que el agua ya estaba lista. Camino hasta la misma y apagó el fuego, esperando unos momentos antes de recoger la misma y colocarla en las tazas, las cuales la esperaban con un sobrecito de té.

Era sorprendente que Stiles tuviera a decir verdad, dado que de lo poco que lo conocía sabía que era un obseso del café. Y su padre era igual.

Mientras hacía eso, sintió los pelitos de su nuca pararse, y se giró, encontrándose a Lydia parada en el marco de la puerta de la cocina.

Poniéndose la mano en el pecho, dejó escapar un suspiro.

—Me has asustado —le dijo, mientras intentaba estabilizar su corazón

—Lo siento —dijo la chica, Lydia camino hasta pararse a su lado—, ¿haciendo té?

Kira asintió, colocando azúcar en una de las tazas y tendiéndoselas, Lydia la aceptó con una sonrisa.

—¿Dónde está el resto? —Pregunto mientras soplaba la taza y daba un sorbo, dio una pequeña exclamación de placer mientras lo saboreaba—, eres buena en esto.

—Gracias —sonrió—, Scott está buscando a Allison, al parecer los del equipo anti-bomba no encontraron ninguna bomba en la central de policía, por lo cual todos están trabajando en buscar a Parrish.

Lydia asintió, esperando a que continuase, mientras daba otro sorbo a su té.

—Stiles y Derek vienen hacia aquí ahora mismo, mi madre también ya está llegando —continuó—, vamos a averiguar que sucede. Ella ya descubrió el resto de la profecía.

La chica volvió a asentir antes de voltearse y dejar la taza de té sobre la mesa, luego miró a través de la ventana.

Kira la observó desde su posición cercana a la puerta, inspeccionándola sin el menor reparo. Lydia parecía sumamente distante en esos momentos, casi como si fuera etérea.

Un halo de misterio parecía cernirse a su alrededor, mientras la luna la iluminaba por la ventana.

—He estado pensando... —Lydia habló, su voz sonaba suave, casi sin expresión—, acerca de cuál sería el próximo movimiento del Nogitsune y me di cuenta de algo...

—¿De qué? —pregunta Kira, esperando a que se volteará, pero no lo hizo

Lydia se tomó un tiempo para responder, la escuchó revolviendo en la taza y esperó, pacientemente.

—Él siempre parecía conocer todos nuestros planes, todos nuestros movimientos ¿Lo de Katashi? Excepcional, pero revelador. Nadie podría haberlo asesinado de no haber sabido que lo fuimos a visitar. Así que la pregunta era: ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo parecía saber más que nosotros mismos?

Kira se cruzó de brazos, frunciendo el ceño

—Estamos tratando con un zorro, Lydia —le dijo ella—, un zorro que ha tenido miles de años para perfeccionar sus trucos. Ya deberías de saber que nadie es más listo que un zorro en cuanto a juegos se trata.

Despierta | Teen Wolf #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora